Capítulo 4

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Los meses que ____ pasó en la taberna ciertamente no fueron un desperdicio, ni tampoco unas agradables vacaciones, no cuando entrenaba cada día con Meliodas, y además teniendo que trabajar en el "Boar Hat", porque claro, no podía estar de manera gratuita y sin dar nada a cambio, así que solo le quedó como opción trabajar para el rubio.

De primera le costó bastante encontrar algo en lo que ayudar en esa taberna. Había pensado en cocinar, pero el elfo era un inútil total en temas de cocina, y muy torpe con cuchillos, lo único que lograba era llevarse quemaduras o cortes en sus manos, por lo que opto por la limpieza, pero prácticamente Hawk ya lo realizaba y no es como si estuviera fascinado a quitarle su trabajo. Así que Meliodas pensándolo demasiado lo delegó como mesero. 

Cuando comenzó fue horrible, los clientes le decían a _____ que le pidiera permiso a su supuesto amo para que se fuera con ellos, o también le preguntaban su precio y muchas veces le hablaban de manera desagradable. Al principio los ignoraba deliberadamente, no merecían mayor atención que una mirada desagradable. Hasta que claro, con el pasar de los días la situación empeoró cuando un hombre le tocó el trasero, y en ese momento algo en _____ explotó, ese día un hombre salía corriendo del "Boar Hat" todo ensangrentado, con la nariz rota y 4 dientes menos. Desde ese momento, nadie se atrevía a ponerle una sola mano encima, a menos que claro, seas un idiota y no le tengas miedo a la muerte, como por ejemplo Meliodas.

En cuanto a los entrenamientos, ______ avanzaba lento pero seguro, su resistencia era pésima, pero no se rendía por nada del mundo, sus brazos y piernas no tenían musculo alguno, dando como resultado que sus golpes no fueran tan fuertes. Meliodas no entendía como es que el elfo pudo golpear tan limpiamente a un pervertido del bar pero en sus entrenamientos de cuerpo a cuerpo se volvía torpe. 

- Soy una mierda, no entiendo porque no mejoro para nada - Murmuraba ____ mientras descansaba en el suelo. 

- Haber haber haber, no perdamos la cabeza - Intento animar el rubio mientras palmeaba la cabeza de _____ - Repasemos puntos, te falta resistencia, fuerza, agilidad, rapidez y quizás un par de cosas mas - El elfo lo miró incrédulo.

- ¿No que estabas animándome? - Suspiró, ya no podía estar desanimándose por estupideces. - Ya que, intentaré practicar más mi resistencia, esto no me estaría pasando si hubiera tenido una vida normal - Se levantó mas enojado que animado, con los puños apretados recubiertos con su característica aura negra.

- ¡Eso es! Quizás debas empezar a combinar tu poca habilidad para el combate con tu magia. Asi es como golpeaste al pervertido ¿No? - ____ solo bufó, ni control de su magia tenia como para hacer eso. 

- Lo se, pero mi magia aparece cuando ella quiere, no cuando yo la necesito, hasta el momento solo ha respondido con mis emociones - Problema tras problema, ya no quería pensar mas, por ende empezó a trotar para despejar su mente. 

Meses pasaron, y del duro entrenamiento pudo mejorar su agilidad y resistencia, ya no era tan torpe con su cuerpo, pero su fuerza aun era deficiente, pero había veces que lograba combinar los golpes con su magia. Lo bueno de todo esto es su buena flexibilidad, llegando a ser sorprendente, en poco tiempo podría realizar acrobacias si mejoraba su equilibrio.

Cuando se cumplió un año, _____ ya había mejorado en la mayoría de las áreas, en lo único que no mejoró ni un poco es en su fuerza física, era hasta risible como un golpe normal tenia un daño tan deficiente, ni siquiera lograba mover cosas pesadas. Es por eso que se rindió en mejorar esto. Al menos era ágil y escurridizo.

Su magia era tema aparte, día y noche entrenaba su poder, formando cualquier objeto que se le ocurriera, haciéndolos durar de horas hasta días, su récord hasta ahora había sido 4 días consecutivos en la forma de una silla. A pesar de eso aun le faltaba mejorar en la perfección del moldeado de su magia, todavía se veían toscas sus armas y demás creaciones.

Finalmente pasaron 2 años desde que el pelinegro vivía en la taberna, por lo tanto ____ decidió tajantemente dejar el "Boar Hat" con la promesa de que algún día volvería para mostrarle a Meliodas cuanto había mejorado tanto en combate como en habilidades mágicas.

- ¡No te vayas _____! ¡¿Qué vamos a hacer sin ti?! ¡Prometo que si te quedas no gritaré tanto! ¡Seré menos molesto! – Gritaba y lloraba el cerdo, intentando convencer al bonito elfo, el cual  se encontraba mirándolo con molestia por el ruido desagradable que hacía. – ¡¿Es por Meliodas?! ¡¿Por qué te toca el trasero cada vez que puede?! – _____ pensaba seriamente en cocinar a Hawk con mucha barbacoa, pero luego recordaba que no le agradaba el sabor a cerdo.

- Hawk, esta es la quinta vez que te lo repito, necesito irme y conocer este mundo que me rodea, además de encontrar a más personas medianamente decentes que me den mucho más conocimiento. No puedo quedarme atascado en este lugar, además no me gusta trabajar de mesero. – Meliodas solo asentía de acuerdo con las razones que daba el pelinegro.

- Bueno, bueno, bueno, Hawk deja de llorar y gritar si no quieres ser comida para perros. – El cerdo se alarmó por la amenaza, quedándose callado de inmediato. – Solo me queda despedirme de ti. – El rubio se acercó al elfo, dándole un gran abrazo a pesar de ser unos 15 cm más bajo que el pelinegro. Y aprovechando la situación, agarro el trasero voluminoso de Dante.

- Maldito masoquista de mierda. – Fue lo único que dijo el ojigris antes de dar una patada a la cara de Meliodas, y un rodillazo a su abdomen. – Adiós Meliodas, en serio te extrañaré, a ti igual Hawk. Y estaré bien.

- Tu fuerza sigue siendo una mierda - El rubio carcajeaba, burlándose del elfo. ____ fruncía el ceño en conjunto de una vena que latía en su frente demostrando su furia, entretanto levantaba su mano y creaba un cuchillo un poco desprolijo - Ya me golpeaste, no me mates - Se reía despreocupadamente - A todo esto, no te dejes denigrar por nadie _____. – Le respondió el de ojos verdes mientras se sobaba la mandíbula.

- Nunca mas me van a denigrar - Habló ya más calmado y decidido el pelinegro. 

- Hip... Adiós _____, cuídate mucho por favor... hip. – Lloraba el cerdito mientras veía al elfo irse del lugar y despedirse con una mano levantada.

Y así _____ dejó el nido, emocionado con lo que podría encontrar en su viaje, especialmente en lo que iba a aprender. Sabía que quizás pasarían años para volver a encontrarse con Meliodas o para volver al "Boar Hat".

- Ah, ¿Por dónde empezaré? – Suspiró mirando al cielo, tan despejado y con un envidiable sol.

Ya con la mirada al frente dio inicio a su larga caminata sin ningún rumbo fijo, solo el tiempo decidiría el destino del elfo de mirada determinada.

- ¿Va a estar bien cierto? - Preguntaba Hawk mientras intentaba mirar por las ventanas como el chico de cabello negro se iba. Meliodas solo sonreía y asentía ante todo lo que decía el cerdo.

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Otro capítulo terminado, realmente me entretiene escribir esta historia, y espero que sea lo mismo para ustedes al momento de leerla. Intente explicar como funcionaba la magia de _____.

Espero les haya gustado, y dejen su votito, me avisan si hay faltas de ortografía para arreglarlo lo más rápido posible. <3

Quiero vivir. (Ban x Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora