Capítulo 5

2.8K 363 8
                                    

El sol se hallaba en la cima del cielo iluminando todos los lugares posibles, excepto una cabaña que se encontraba escondida entre frondosos árboles de un bosque, ciertamente esta choza no era un buen lugar para vivir, principalmente si hablamos de lo destrozada que estaba, añadiendo que se ubicada lejos de toda civilización, pero claro, un lindo elfo de ojos grises vivía en ese lugar.

Hace solo un mes que habitaba esa pequeña cabaña, y sí que era un récord, ya que desde estos tres años jamás se quedaba más de un mes en alguna parte, adoptando una vida nómade a la vista de los demás. Pero _____ no veía eso como un problema, sobre todo si era un viaje de aprendizaje, tanto del mundo en sí, como de técnicas para el combate.

El pelinegro ya contaba con 20 años, era un adulto sin parecerlo, a pesar de que el tiempo pasara, su apariencia no cambiaba mucho, su cara seguía teniendo un tinte de adolescente aun cuando ya no tenia las mejillas regordetas de un tierno niño, prácticamente no era un cambio tan drástico. Pero su cabello había crecido demasiado, estaba tan largo que llegaba por debajo de su cintura, realmente no quería cortarlo, pero como seguía siendo un estorbo para todo, siempre lo llevaba amarrado en una coleta alta y desprolija, seguía siendo un poco torpe con ciertas cosas.

Ciertamente ya se estaba cansando de viajar, y quizás ya estaba harto de la soledad en el que el mismo se sumergía, cada vez se empezaba a sentir más vacío. Por lo que con determinación decidió ir a reencontrarse con Meliodas para ver si esa amargura en su interior desaparecía. Esperaba que este fuera su ultimo viaje en un largo tiempo, necesitaba vacaciones.

Ya estaba recogiendo las pocas cosas que guardaba en esa desastrosa cabaña, y así empezar lo más rápido su viaje. Pero algo ocurrió, ¿Qué le estaba pasando? _____ de un segundo a otro comenzó a ver negro, no sentía su cuerpo, y en consecuencia cayó de rodillas mientras afirmaba su cabeza. No pasaron mas de 30 segundos cuando volvió en sí. Ya se estaba asustando, no era normal lo que le ocurrió.

- Menuda suerte tengo – Dijo sarcásticamente – Mejor me voy de aquí rápidamente, prefiero tener estos desmayos con alguien conocido que una posible amenaza. – Se murmuró para apresurar el paso.

Rápidamente dejo el lugar, el poblado mas cercano estaba a unos 30 minutos, si iba corriendo estaría ahí en la mitad del tiempo. Así que se encaminó a su destino. En el proceso se colocó la capucha para cubrir sus llamativas orejas, no estaba de ánimo como para soportar pervertidos.

Pero cuando llego al pueblo se sorprendió, ¿Dónde estaban todos? Hace dos semanas este lugar estaba lleno de vida, ahora todo estaba en ruinas. Caminó por unos minutos con el fin de ver si realmente el lugar estaba vacío, pero algo ocurrió, de nuevo, su vista se volvió borrosa y un fuerte dolor en su pecho apareció para finalmente desmayarse.

- Papá, ¿Por qué ocupamos collares? ¡No me gustan! Son muy feos – Decía un niño de apenas 5 años, el cual formaba un puchero de enojo. Aun no lograba entender porque todos los elfos del campamento tenían uno, y menos porque se les veía tristes.

- Porque somos de alguien más, pero no siempre será así, ¿Y sabes por qué? – El niño negó varias veces – Porque algún día tú, mi bebé, serás libre, tu corazón y tu alma ya no tendrán que depender de ningún otro ser. Y espero que seas feliz y vivas por mi y papi. – _____ sonrió para abrazar con fuerza a su progenitor. 

- ¡Pero papá tenemos que ser libres los tres! – El adulto solo sonreía ante la inocencia de su hijo. Después de todo _____ no tenía idea de lo que era la libertad, y lo costosa que era recuperar algo que les fue arrebatado, o que nunca se les fue dado.

De pronto despertó tendido en el suelo, por fin había vuelto en sí. A pesar de haber estado 15 minutos desmayado, ______ lo sintió como un pestañeo.

- Otra vez, pero ¿Por qué recordé eso? – Y sin decir ninguna palabra más se desbordó en la tristeza y lagrimas comenzaron a salir. La melancolía era demasiada, aun se preguntaba si seguían vivos, y todavía le pedía al cielo el bienestar de sus padres, un ruego que era totalmente ignorado en conjunto de su llanto – Los extraño...

Como no quería lamentarse más, se levantó, secó sus lágrimas y siguió con lo suyo, necesitaba encontrar algo de comida ya que sus provisiones se estaban agotando.

- Vamos ______, necesitas agua, quizás mas frutas y ojalá encontrar un lugar donde comer carne. – Murmuraba con hambre el pelinegro, ya que solo tenía unas manzanas arrugadas poco apetecibles, estaba seguro que estaban a un día de podrirse definitivamente.

Ya se había decidido, en ese lugar no encontraría nada, realmente estaba abandonado, así que optó por simplemente salir de ese poblado. Estaba llegando a los alrededores de la aldea cuando vio algo que lo animó demasiado ¿Acaso ese no era el Boar Hat?

- ¡Que puta suerte tengo! – Corrió sin más hacia la puerta de ese bar, y simplemente entró. - ¿Meliodas? – Llamó Dante al ver que el lugar estaba vacío. – Ah, si no está como se le ocurre dejar abierta la puerta, es un idiota.

Y así _____ espero hasta que alguien se dignara a venir, como se estaba aburriendo decidió cerrar sus ojos y descansar.

- No de nuevo... - El dolor se presentaba de nuevo, y todo se volvió negro.

- ¿Qué es esto? Siento como si mi existencia desapareciera... - Todo se esfumaba, su cuerpo de a poco iba desapareciendo. El lugar se volvió completamente blanco, sin ningún objeto que adorne el solitario espacio. _____ confundido solo cerró los ojos, en un intento de escapar del sitio.

- _____, cariño, despierta, rápido – Un niño de 6 años se levantaba con pereza del regazo de uno de sus progenitores.

- Papi... soñé algo extraño, era libre, pero ninguno se encontraba conmigo, y algo pasó papi, sentí como si algo me estuviera arrebatando todo de mí– Intentaba explicar el pequeño con miedo, sus ojitos estaban llorosos por su pesadilla. Daven ante esto solo pudo mirar a su pequeño hijo con pena.

- Mi querido niño, si eso ocurre de nuevo tendrás que pelear por vivir, tu voluntad debe ser más fuerte que todo, porque nadie puede quitar tu derecho de existir. – Y con esas palabras empezó a desaparecer, dejando a _____ solo mientras todo se volvía negro.

- Espera... No te vayas... - Sollozó el elfo para finalmente cerrar sus ojos. Ya no quería sentir esa soledad, ni esa tristeza que quebraba poco a poco su frágil alma.

________________ ° 

Holaa, aquí un nuevo capitulo. Como últimamente ando muy inspirado, quizás haya capítulo nuevo muy seguido :) 

Espero les haya gustado un montón y porfis denle estrellitas al capítulo, así puedo saber si lo estoy haciendo bien o no. Ya saben que si encuentran alguna falta de ortografía me dicen para corregirla de inmediato. Y muchas gracias por leer.

Quiero vivir. (Ban x Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora