Quiero vivir. (Ban x Male Reader)

Prólogo

Elfos, seres de gran belleza, con grandiosas habilidades mágicas, dignas de envidiar, una raza completamente masculina y de una fertilidad impresionante, con la capacidad de engendrar, como de preñar. Especie igual de longeva que las hadas o gigantes.

Pero a pesar de todas estas grandes cualidades, el ser humano no se detuvo para esclavizarla y menospreciarla, cazando esta bella especie para su deleite personal, lográndolo gracias a collares que anulaban todo tipo de poder mágico, dejando a simples, hermosos y sumisos esclavos.

Con el tiempo, los humanos comenzaron un triste y horrible negocio, obligaban a los elfos a embarazarse para luego vender a preciosos niños a distintos reinos. No eran más que incubadoras y esclavos sexuales.

Esta raza cayó en la desgracia, siendo abandonada por sus aliados, hadas y gigantes, por la lejanía en donde estas distintas razas se hallaban. Ya que la especie élfica se encontraban en las tierras bárbaras más allá del mar.

Esta triste y deplorable historia vivía una pareja de elfos, hermosos y jóvenes, uno de ojos grises y cabello blanco, y su pareja de cabello azabache y ojos azules, los cuales escapaban de las manos mugrientas de los bárbaros, siendo una tarea de gran dificultad cuando aún tenían esos malditos collares en sus blancos cuellos, y uno de ellos estaba en cinta. Lamentablemente no lograron más que enojar al enemigo, y siendo capturados por estos.

- Hijos de puta, ¿Creyeron que podían escapar con MI mercancía y tener una linda y feliz familia? – Hablo uno de los barbaros que tenía apresado al embarazado de vista azulada, el cual lloraba a mares, suplicando al cielo que los ayudará y que no les hiciera daño a su pareja o a su hijo nonato.

- Putos de mierda, ya verán como nos la van a pagar por su jodido error. – Con furia y lascivia comenzó a desvestir a la pareja del elfo en cinta. Tirando su cuerpo ya desnudo al suelo, para luego comenzar a penetrarlo sin preparación alguna.

- ¡Por favor, no! ¡Me duele! ¡Ahhh! – Lloraba y gritaba el elfo de ojos grises, intentando resistirse a su violador.

- ¡Pare por favor! ¡Lo está lastimando! – Gritaba el azabache intentando por todos los medios llegar a su pareja de cabellos albinos, pero siendo bruscamente detenido por los otros humanos.

- Más te vale callarte en este puto momento si no quieres que te llene la boca de mi rabo, ¿escuchaste lindura? – Habló el humano mientras sostenía con fuerza la mandíbula del embarazado, el cual solo asintió con dolor e impotencia.

El tiempo en ese lugar pasó, de manera lenta y tortuosa mientras se producía la violación del elfo albino, para luego ser trasladados otra vez al campamento del infierno, donde varios elfos estaban preñados o estaban sirviendo de maneras sexuales a los humanos. La pareja fue llevada a la choza de su amo, en donde fueron encadenados a una distancia en donde no se podían tocar.

- Amor... ¿Estas bien? – Preguntó el de cabellos oscuros a su pareja, que a pesar de no poder tocarlo, le bastaba con solo mirarlo.

- Si, Daven, si tú estas bien, yo lo estaré – El albino lo miro con amor, importándole poco todo lo demás, pues solo estaba al pendiente de su pareja e hijo nonato.

- Harek, no pude hacer nada, por culpa mía te... te... violaron. – Daven, con sus ojos azulados repletos de lágrimas comenzó a gimotear, intentaba no gritar ni lamentarse tan fuerte para no llamar la atención de su amo o de los demás, o sería perjudicial para su pequeña familia.

El azabache solo quería abrazar a su elfo, quería sentir esas manos cálidas y llenas de amor en su vientre, quería esos mimos que hace tiempo no se podían dar, quería que su hijo naciera en libertad y que no se le fuera separado de su familia en ningún momento, Daven lo único que quería era ser feliz con su pareja y su futuro hijo.

- No te preocupes por mí amor, solo preocúpate por nuestro bebé, no quiero que te alteres y sufras por mi culpa. Así que no llores, quiero ver tus lindos ojos azules despejados de esas lágrimas, sabes que no soporto verte llorar. – Daven solo asintió, limpiándose sus lágrimas cristalinas con tus mangas, para luego mirar a Harek con una sonrisa que trasmitía amor y tristeza. – Ahora si mi amor, necesitamos ser fuertes, necesitamos resistir para que algún día podamos salir de aquí.

Los meses pasaron, dando inicio a la hermosa primavera, y en conjunto de esta, al nacimiento de un bebé, de cabellos azabaches como la noche y ojos de un grisáceo lleno de vida. Sus padres, tan felices por esta bendición, lo nombraron _____. Pero lamentablemente la felicidad no dura por mucho tiempo, ya que cuando _____ cumplió los 7 años, fue separado de sus padres y llevado a Britania con su nuevo amo.

Nadie pudo impedir esta gran injusticia, sus padres habían intentado todo lo posible por mantenerlo con ellos, pero su amo ya tenía la decisión tomada y ya no podrían hacerlo cambiar de opinión. Bastantes méritos hicieron para mantener a _____ junto a ellos por 7 años, pero ahora ni las lágrimas podrían servir para convencer a su despiadado amo.

- Papi, no quiero irme, quiero quedarme contigo y papá. – El niño lloraba en los brazos del ojiazul, el cual intentaba con todas sus fuerzas mantenerse firme para su bebé, y poder consolarlo antes de que lo alejaran de sus brazos.

- Mi bebé, yo tampoco quiero que te vayas de mi lado, pero debes ser fuerte, por mí y por tu padre, si tienes la oportunidad de escapar, hazlo, corre lo más lejos que puedas e intenta deshacerte de ese collar. – Le hablaba al oído, susurrándole para que nadie más pudiera oírle. Acariciaba su espalda para calmar su llanto, y le daba pequeños besos en la sien.

- ¿Cuándo vendrá mi papá? Quiero despedirme de él papi. – Daven miró con pena a su hijo, porque desafortunadamente el albino estaba haciendo "méritos" con su amo, para que Daven pudiera despedirse correctamente de su querido hijo.

- No te preocupes bebé, llegará pronto.

Los minutos pasaron, y el albino junto a su amo aparecieron, señal de que _____ ya se tenía que ir. Su padre no pudo hacer mucho, solo abrazo a su hijo y beso su frente, antes de que su amo noqueara al niño y lo llevara lejos de esa choza.

El tiempo pasó y _____ al fin pudo despertar, viendo cómo se encontraba solo, sin la compañía tan preciada de sus padres. Todo le parecía desconocido, oscuro y frío, al percatarse de su terrible situación sus ojos comenzaron a cristalizarse y su cuerpo comenzaba a temblar, rompiendo en llanto al ver como aparecía un hombre adulto de gran altura, el cual se presentaba como su amo ante el pequeño elfo.

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Hola a todxs, espero que les guste, se que todo es muy triste y sádico, pero esperemos que con el tiempo todo mejore. 

Den su votito si quieren más, o si les intrigó mi propuesta, y comenten cualquier cosita que no sea odio.