El tiempo se nos ¿Acabó?

CAPITULO 1

—No, no puedo decir que si— le dije a mi mamá llorando, ¿como puede ser que tenga que decidir matar a mi gato?

—Vamos Dafne— Dijo mi mamá acercándose un poco más —tienes que ser rápida, la veterinaria esta esperando.

Tome aire respire profundo no sabia que estaba haciendo pero se suponía que hacer esto calmaba, a mi me estresaba más, respiraba cada vez más rápido llegue al punto de sentirme mareada entonces pare, pensé en lo que me había dicho mi mamá, si decía que si ya no tendría más a mi gato pero el no sufriría más, ya el estaba muy enfermo, no podía comer por si solo se le dificultaba caminar y solo dormía, si decía que no el seguiría sufriendo pero yo lo seguiría teniendo conmigo.

Después de pensar decidí ir a uno de los baños el lugar era pequeño pero tenía un poco de todo, me moje la cara,al sentir el choque frío del agua con mi caliente piel sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo tome la toalla de papel y seque mi cara y salí, salí para tomar la más difícil decisión.

—Cariño, ¿Que decidiste?— pregunto mi papá, sentí la necesidad de llorar otra vez pero me contuve.

—Lo, lo mejor para el— intente sonar firme en lugar de eso salió una voz entrecortada, me miraron intentando darme un poco de tranquilidad pero no funciono —necesito verlo— dije en voz baja, la veterinaria acepto.

Entre al cubículo en el que el estaba y lo vi, lo vi peor que nunca ya sólo podía abrir un solo ojo. Me acerque a él para acariciarlo y sentí su suave pelaje, —Te amo, y te voy a extrañar mi pequeño pulgoso— dije entre sollozos, en eso entró la veterinaria.

—Señorita Dafne, ya es hora— me arrepentí de hacer dicho si, pero era lo mejor para el.

Entró el ayudante de la veterinaria y cogieron a mi pequeño Garfield, lo tomaron como si fuera una pluma, me aleje un poco, en eso vi a la veterinaria sacar la jeringa, sentí un peso por todo mi cuerpo, tome una silla y me senté, salió la veterinaria y le pregunté —¿Puedo quedarme un momento al lado de Garfield?— me dijo con un intento de sonrisa.

—Si claro, pasa.

Pase y corrí hacia el, lo cargue en mis brazos mientras le decía que me había ayudado mucho, hasta que cerró los ojos y sabía que sería para siempre. Lo sostuve unos momentos más.

Nos despedimos de la veterinaria, lo cual ella estaba un poco dolida, salí con Garfield en mi brazos para llegar al jardín de la casa y enterrarlo ahí mismo, el entierro no me dolió como esperaba, vi el bulto de tierra y dije —Gracias— con voz suave.

—Cariño, vamos adentro— dijo mi papá.

—Me quedaré aquí unos cuantos minutos más— dije, ellos entraron y me quede ahí bajo la luz de la luna con mi pequeño pulgoso a mi lado.

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Holaaaa,,, ¿Como están? Bueno, espero estén completamente felices, igual que yo, este es el primer capítulo de esta hermosa obra, espero lo apoyen... Es mi primera obra, por lo cual puede tener algunos errores, prometo mejorar.