¡Besos gratis! | lipsoul + hyewon.

C a p í t u l oㅤd i e c i s é i s.

─¿Quieres que vayamos de paseo con las bicicletas?

Yerim se limitó a asentir, dedicándole una ligera sonrisa a la menor.

─¿Por eso nos llevaste a desayunar? ¡Fue chantaje!

─¡Oye! Tenía que intentarlo de alguna forma.

─Sabes muy bien que no sé andar en bicicleta ─se quejó Hyejoo señalando el par de bicicletas que tenían justo a un lado de ellas.

O bueno, una. La otra ya la había agarrado Jungeun; mientras Yerim intentaba convencer a Hyejoo, la rubia había aprovechado a dar pequeñas vueltas alrededor de las dos chicas menores.

─Oh, vamos ─de un movimiento, agarró las manos de la azabache, entrelazando los dedos ajenos con los suyos. ─Es buen momento para ir practicando.

─¡Y quizá buen momento para partirte la madre!

Hyejoo quitó sus manos de entre las de Yerim para al instante tirar una "patada" a la dirección de Jungeun en cuanto pasó a un lado de ella. Claro, no le alcanzó a dar pero el movimiento fue suficiente como para desestabilizar la bicicleta de la rubia.

─¡Casi haces que me caiga! ─se quejó Jungeun, alzando un "poco" la voz.

─¡Esa era la intención!

La rubia paró de golpe con el pedal de la bicicleta girando a la dirección de Hyejoo. Para empezar a darle con fuerza, teniendo la intención de chocarle.

Y lo hubiera hecho, si no fuera porque Yerim se colocó delante de Hyejoo, haciendo que Jungeun frenará rápidamente la bicicleta, quedando solo a unos centímetros de golpear a las dos chicas.

─Parecen un par de niños pequeños.

Jungeun se inclinó sobre el manillar de la bicicleta. ─Creí que ya estabas consciente de eso.

Yerim gruñó, poniendo los ojos en blanco. Giró sobre su propio eje, dándole la espalda a Jungeun para ahora mirar a Hyejoo.

─Vamos, ¿cómo crees que aprenderás a usarla si nunca lo intentas?

La castaña sintió como algo se colocaba sobre su hombro izquierdo; Jungeun se había inclinado mucho más hasta poder recargar su mentón sobre el hombro de la menor.

─No pierdes nada con intentarlo, Hyejoo ─Yerim agradeció internamente el hecho de que Jungeun no haya soltado un chiste tonto.

Hyejoo vaciló por unos momentos, tenía dos miradas sobre ella. No podía escaparse de esta. Con un ligero suspiro, asintió derrotada.

─Supongo que esta bien...

─¡SI! Ven, vamos sube ─Yerim pegó un pequeño salto, golpeando a Jungeun en el proceso en su mentón sin siquiera percatarse.

Lo único que se escuchó de fondo fueron los quejidos de Jungeun.

Hyejoo se limitó a subirse a la otra bicicleta, se empezó a sentir rara y sobre todo sus manos empezaban a sudar. No era la primera vez que la chica había intentado subirse a la bicicleta. A los inicios de la amistad de Jungeun y Hyejoo —cuando ambas chicas todavía vivían en su país natal— la rubia siempre había sido insistente con que aprendiera a montar la bicicleta para dar largos paseos por las noches. Y claro que Hyejoo lo intentó, pero después de treinta intentos o más, terminó aburriendose, aparte de que en cada caída se llevaba como cinco heridas en las piernas y otros diez en los brazos.

─Bien ─empezó Yerim. ─Ya sabes, los pedales son para avanzar y si quieres frenar solo tienes que darle hacía atrás ─explicó. ─También puedes frenar con las palancas estas que estan en las manillas.