Capitulo 4:Primer beso

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Hoy era el cumpleaños numero 13 de la pequeña Quarke y Barry la había sorprendiéndole, llevándole un pastel de chocolate a su vagón del tren en donde ambos se sentaron y luego de cantarles las mañanitas y de que Quarke cerrara los ojos, cruzara lo...

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Hoy era el cumpleaños numero 13 de la pequeña Quarke y Barry la había sorprendiéndole, llevándole un pastel de chocolate a su vagón del tren en donde ambos se sentaron y luego de cantarles las mañanitas y de que Quarke cerrara los ojos, cruzara los dedos y soplara las velas para pedir su deseo, se concentraron en simplemente comer el pastel entre los dos.

-oye Barry- murmura luego de ambos estar en silencio comiendo

- ¿Qué pasa Quak? - pregunta abreviando su nombre

- ¿Qué es un beso? -

-no lo sé, creo que es cuando dos personas que se quieren mucho juntan sus labios, mis padres lo hacían siempre que se veían, tal vez sea un saludo-

- ¿tú me quieres? -

-claro que lo hago-

- ¿entonces me darías un beso? – pregunta tímidamente alzado sus ojos cafés y conectándolos con los color miel del chico

-ese será nuestro nuevo saludo- acepta Barry y ambos acercan sus rostro.

Sus labios apenas rozaron un poco y hubo una muy pequeña presión, no era un beso apasionado como los de los libros o las películas que a veces ambos veían juntos, pero era un beso, a fin de cuentas, un beso inexperto, un beso inocente.

El primer beso de ambos.

Un beso que marcaria un punto en su relación donde ambos sentían que podían contarse cualquier cosa y que nada malo pasaría, porque siempre podrían contar con que el otro estará ahí para apoyarlos.

-eso fue lindo y raro- murmura Quarke cuando se separan

-pero me gusto-admite Barry con una pequeña sonrisa- tus labios saben a chocolate-

-los tuyos igual- dice sonriendo y siguieron comiendo, cuando terminaron fueron a pasear al parque donde Barry rento un bote de pedales y ambos empezaron a navegar por el pequeño rio artificial del parque de la ciudad, riéndose, jugando y divirtiéndose.

Al terminar el día, Barry y Quarke fueron al cine donde comieron palomitas, se tomaron de las manos y se dieron otro beso en la oscuridad del cine, al principio era extraño sentir los labios del otro sobre los suyos, pero Quarke sentía una sensación cálida dentro de su pecho cuando lo hacían al igual que Barry.

No sabían que era, pero a ambos les gustaba.

Cuando la película termino, Barry se fue en el auto de Joe, la niña rechazo ir con ellos porque prefería caminar un poco y ellos la dejaron ahí no sin algo de preocupación, Barry quien le había conseguido un teléfono le pidió que le mandara un mensaje cuando llegara a su vagón de tren y la chica asintió despidiéndose con su mano.

Quarke fue a Jitters donde ordeno un café grade, tendría 13 años, pero desde los 11 se había vuelto adicta a esa deliciosa bebida liquida color café que calmaba sus temblores en sus manos por culpa de sus poderes, cuando no los usaba por un buen tiempo estos se acumulaban en sus manos habiéndolas temblar y doler, el café lograba disipar ese dolor un poco al igual que Barry.

Salió de Jitters tomando su café y cuando llego a su vagón del tren ya se lo había terminado, encontró una caja encima de su cama y se acerco a ella curiosa, quitando el listón azul que había en ella, la abrió y sonrió al ver unos guantes y una nota sobre ellos.

Estos guantes evitaran que sientas dolor y te ayudaran con tus poderes

Feliz Cumpleaños Quarke, tu futuro es maravilloso

No tenia remitente ni un una firma, sonrió al pensar que ese regalo se lo hizo su ángel guardián, se los puso de inmediato sintiendo unas extrañas vibraciones en sus manos y muñecas sintiendo como el dolor en sus manos disminuía considerablemente y el temblor en sus manos desapareció.

-ojala estuvieras aquí para agradecerte- murmura tapándose con su manta con una pequeña sonrisa en el rostro.

Ese cumpleaños había sido uno de los mejores en su vida y todo gracias a Barry Allen.

Al cerrar los ojos se sumió en un extraño sueño donde apareció en un lugar lleno de una luz azul a su alrededor, frente a ella estaba el hombre de armadura metálica, Quarke exclamo un sonido de alegría y sorpresa al ver al hombre en la luz.

-alaaaaa- exclama muy emocionada- tu eres...tu eres...eres... ¿tu eres mi ángel guardián? - ladea la cabeza y el hombre dentro del traje de metal sonrió dentro de su máscara.

Su querida y amada amiga jamás iba a cambiar, a pesar de los años, a pesar del tiempo, siempre tendría esa alma infantil y animada.

-no soy un ángel, Quarke- su voz era robótica, misteriosa, atronadora y cargada de sentimiento

-para mi lo eres- responde ella sonriéndole- eres mi ángel-

Algo dentro del corazón del atrapado y atormentado velocista del futuro se removió, hace mucho tiempo que no escuchaba esas palabras, hace mucho tiempo que no veía a Quarke y su generoso corazón.

Su corazón que la llevo a su perdición al ser tan buena y siempre creer en que las personas podían cambiar.

Esta vez iba a hacer todo lo posible para cambiar su futuro.

-Quarke-

- ¿si? -

-ten cuidado con los Snart y con Mick Rory, estar con ellos solo te llevara por mal camino-

- ¿Quiénes son ellos? - pregunta confundida ladeando la cabeza y Savitar sonríe

-ellos son criminales y no quiero que te vuelvas como ellos-

-yo no seré una criminal y si lo soy, entonces será por una buena causa- responde segura de si misma y Savitar suspiro, amaba a su amiga, pero era demasiado terca- no te preocupes por mi, yo estare bien, siempre lo estoy-

-lo sé Quarke, lo sé- murmura y trata de acercarse a ella, pero la prisión de la fuerza de velocidad se lo impide y desaparece.

Quarke se despierta confundida viendo a su alrededor y sonrió al ver las flores que Barry le había llevado el otro día y que estaban en un lindo jarrón en su improvisada mesita. No sabia a que se refería su ángel guardián sobre los Snart o el tal Mick Rory, pero trataría de seguir su consejo.

Después de todo, era su ángel el que la aconsejaba y ella seguiría sus consejos, pues gracias a él había podido encontrar ese lindo y seguro vagón de tren, gracias a él había ido ese día a esa hora a ese callejón y había conocido a su mejor amigo.

Seguir sus consejos solamente le habían traído cosas buenas a su vida y seguiría escuchándolos.

Peor al crecer, su mal juicio y rebeldía serian su perdición...

Dark LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora