Día 2

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El sonido del teléfono me distrae de mis pensamientos, hoy no quiero hacer esto, estos últimos días e tenido los peores clientes de mi vida.
La deuda que dejaron mis padres al morir me recuerda el porque lo hago así que tomo el teléfono, aclaro mi garganta y me preparo mentalmente.
- t/n: hola cariño, que guste tenerte aquí.
- Nam: hola, que bien - reconozco su voz - hace días que e intentando contactarte pero me tocan diferentes mujeres.
- T/n: hola! Me alegra tenerte de nuevo.
- Nam: sabes quien soy?
- T/n: claro que si Nam, has sido mi mejor cliente - no miento esta vez - dime que quieres hacer hoy?.
- Nam: quiero cenar contigo.
- T/n: no podemos hacer eso cariño, son reglas.
- Nam: me refiero aquí... como la última vez.
Mi risa sale genuina de mi ser, no puedo creer que no lo entendiera antes. Hablamos mientras caliento lo que traje para cenar de mi otro trabajo (gracias a la vida que quedó arroz y pollo, si no no hubiera cenado). Me siento en la sala y me sirvo un poco de soju de la botella que me dio mi amiga la ultima vez que la vi.
- Nam: y como estuvo tu día?
- T/n: muy bien! Estuve descansando todo el día y ahora estaba viendo algo en la tv.
- Nam: porqué mientes?
- T/n: a qué te refieres? - me siento alerta ahora, no se porque siento que estoy desnuda justo ahora.
- Nam: te escuchas cansada y triste, qué pasa?
- T/n: claro que no mi amor, estoy perfectamente bien.
- Nam: no se si lo notaste pero no busco a alguien que me haga sentir excitado. Quiero alguien para hablar, alguien que no me conozca en persona y me juzgue diciendo que lo tengo todo y no puedo estar mal.
Ahora soy yo la que lo nota extraño, tiene razón en lo que dice y de igual manera jamás lo veré, me siento en confianza y hablo de mi vida por primera vez con un cliente.
- t/n: me siento cansada, si, estuve trabajando todo el día. Por las mañanas voy a limpiar unas oficinas antes de que lleguen los empleados, de ahí voy a un restaurante de comida rápida y trabajo como mesera; después de eso llego a la casa de una vecina y plancho su ropa y cuando es de noche por fin puedo llegar a mi casa, por fin como después de un largo día y por fin estoy en mi lugar seguro.
No escucho nada del otro lado de la línea y creo que será la ultima vez que me hablara "no puede ser que perdí mi mejor cliente por hablar demás" yo se las reglas y me equivoque.
- t/n: sigues ahí?
- Nam: en que restaurante trabajas?
- Es una cadena comercial, se llama cherry blossom.
- Nam: me encanta ese lugar.
- T/n: si! La comida es muy buena -hay por lo menos 10 en está cuidado y estoy segura que aún no le digo que vivo en Seúl así que la idea de que me encuentre me tiene sin cuidado.
- Nam: ahora mis problemas parecen tan pequeños - me rio para que no sienta incomodidad y creo que el lo nota - tengo mucha presión pues tengo un puesto importante donde trabajo, en mi recaen muchas responsabilidades, debo cuidar 6 personas más y todo me abruma. Siento que en cualquier momento puedo equivocarme y perderlo todo.
Lo escucho en silencio, ahora soy yo la que no dice nada. Me toma unos segundo responder.
- T/n: no deberías preocuparte, si llegaste hasta donde estás es porque has hecho bien las cosas, claro que te puedes equivocar pero eso no podrá en duda tu integridad como persona.
- Nam: tal vez tienes razón, pero es difícil fingir frente a tantas personas que todo está bien y llegar a casa sin tener nadie con quien hablar, gracias por escucharme tu.
- T/n: gracias a ti por buscarme.
Hablamos un par de horas más y siento que el tiempo pasa volando, me siento feliz. Hoy pude reír, ser honesta, sentir que la persona al otro lado de verdad está interesado en mi.
- Nam: no hay alguna manera de poder pedir tu servicio siempre?
- T/n: me temo que no, pero podemos intentar hablar siempre a la misma hora. Estaré desocupada para ti.
- Nam: por favor.
Mis ojos se cierran después de eso y quedo profundamente dormida, despierto 3 horas después y veo que sigue la llamada. Pongo atención y escucho como respira profundamente señal de que está dormido.

Me pongo mi pijama y me voy a la cama, lo pongo en altavoz y me acuesto escuchándolo, su respiración me tiene tan calmada que me duermo casi de inmediato.

Un rayo de luz entra por mi ventana y se que debo levantarme ya para ir a trabajar, repito lo mismo que la ultima vez y entro a bañar.

- Nam: buenos días hermosa.
Me sonrojo al escucharlo y tomo el celular enseguida.
- t/n: buenos días cariño - esta sonrisa me preocupa, se que es justo lo que e estado evitando pero su voz me tiene tan contenta - debo salir a trabajar lo siento... pero podemos hablar después.
- Nam: te llamo por la noche, a las 9:30?
- T/n: a las 9:30.
De nuevo escucho como se corta la línea antes de poder despedirme. No puedo creer que me estoy ilusionando de una llamada de un extraño y me asusta lastimarme. Ya tengo demasiadas  cosas en mi vida que me duelen como para agregar algo más. Por favor t/n céntrate, sabes que esto no está bien.

Ya quiero que sean las 9:30.

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