Perdi la cuenta.

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Hace ya dos semanas que hablo a diario con el misterioso hombre al otro lado de la pantalla, jamás me a dejado ver su rostro y eso me estresa un poco pero lo acepto.
Ahora el sabe donde vivo y constantemente recibo cosas de su parte, comida, regalos o flores.
Me siento incómoda al pensar que todo esto lo hace por simple cortesía ¿tanta lastima doy? Trato de borrar estos horribles pensamientos de mi mente, hoy decidí tomar mi día libre (no recuerdo cuando fue la ultima vez) decido salir a comprar algo para mi... aunque solo sea una pulcera.

Suena mi celular y se que se trata de él, contesto y siento que mi día se anima al instante.
- Nam: lo siento, no se si ya entrarás a trabajar.
- T/n: no te preocupes, hoy me tomé el día libre.
- Nam: no sabía! Quieres hacer algo?
- T/n:  no creo, tú debes tener tu día bastante ocupado.
- Nam: por favor, déjame mostrarte algo.
- T/n: está bien, dime a donde llego?
- Nam: no, alguien pasará por ti en 15 min así que solo estate atenta.
- T/n:  muy bien... así que te veo en un momento más.
De nuevo cuelga, no entiendo porque jamás se despide pero ya me acostumbre.

Toda mi ropa es vieja y se nota, pero no tengo nada mejor que usar más que esta blusa opaca y mis jens deslavados.

Una camioneta muy costosa se estaciona afuera de mi apartamento y se que es por mi, esa misma a traído un par de cosas.

El camino es silencioso y no tardamos mucho en llegar, me siento rara pues el edificio al que entramos es uno de los las importantes de aquí. Bajo y me indica que suba a un elevador, selecciona un piso y baja antes de que se cierren las puertas. El sonido de la campana me  avisa que hemos llegado, el lugar se ve lujoso y me siento como un bicho extraño justo ahora.

Alguien me detiene y miro a mi derecha, me mira con extrañeza y se por que es pero no digo nada.
- guardia: estás perdida?
- T/n: si... quiero decir, no se a donde debo dirigirme... alguien me dijo que lo viera aquí pero no estoy segura de si es el lugar correcto.
Puedo sentir como mis mejillas se encienden y  no puedo hacer nada para ocultarlo.
- Nam: viene conmigo.
Giro mi cabeza cuando reconozco esa voz pero mis ojos no dan crédito a lo que estoy viendo ahora.
No, no, no, esto no puede ser. Debe ser un error.
- Nam: ven, sígueme.
Me toma por la mano y caminamos a través de un lego pasillo, me suelta y me mira de manera curiosa.

Llegamos a una puerta y se detiene a un lado para que yo pase primero.

- Nam: así que ya sabes donde trabajo.
No cabe duda que esa voz la conozco pero tiene que ser una broma.
- T/n: creo qué hay un error, creo que me equivoque de lugar. Lo siento.
Me acerco a la entrada y tomo la perilla, no llego a girarla para cuando siento como el me detiene.
- Nam: t/n, no hay ningún error, soy yo.
- T/n: es una broma?
- Nam: te parece que lo sea? - rie un poco y después se siente en el sillón que está a un lado de nosotros - ven por favor, siéntate.

Obedezco y solo observo a mi alrededor, debo estar soñando.

Tocan a la puerta y después de que Nam lo indicara entra una mujer despampanante; todo en ella es perfecto, su vestimenta, su caminar, su forma al hablar...

- CEO: lo siento, no sabía que tenías visita, estás haciendo entrevistas para las becas?... no tiene porque hacerlo tú personalmente - me mira con asco pero logra ocultarlo antes de que el pueda levantar el reparto hacia ella - No es ella un poco grande?
- Nam: es mi invista.
- CEO: ella?
- Nam: si, porque?
- CEO: no deberías traer personas así aqui, debes cuidar tu apariencia - me mira con tanto desprecio que siento que estoy a punto de llorar - no olvides que eres un IDOL. Por lo menos cómprale algo mejor para vestir.

Mis lágrimas empezaron a salir en contra de mi voluntad, quiero decir algo pero solo logro ponerme de pie.
- Nam: a donde vas?
- T/n: tengo que irme ya, esto fue un error.
 
Salgo de la oficina y escucho que el dice algo aunque no entiendo que es, camino tan rápido como puedo pero no se a donde tengo que ir.
Una mujer igual de impecable que la anterior me detiene.
- secretaria: te puedo ayudar en algo?
- T/n: debo salir de aquí.
- Secretaria: claro, el guardia te escoltará hasta la entrada.
- T/n: Gracias.
Un hombre de avanzada edad llega hasta mi y me acompaña en el ascensor, una vez en el primer piso me señala una puerta y yo hago una leve reverencia para salir del lugar.

Pongo un pie en la acera y miro con los ojos un poco cerrados el edificio, que podía esperar de esto, no se porque me duele tanto si desde que llegue se que estaba en un error.

Camino hasta mi casa con los ánimos en el suelo, estoy a punto de abrir la puerta cuando una mano me detiene.
- Nam: donde estabas? Estuve esperándote aquí desde que saliste. Cómo es que desapareciste tan rápido del lugar?
- T/n: déjame en paz.
Mi voz suena muy herida y el me suelta de inmediato.
- Nam: t/n...
- T/n: solo déjalo así.
- Nam:  no me dejes así, no te alejes de mi.
- T/n: todo estaba mejor cuando no sabías quien era.
- Nam: no digas eso - se ve lastimado por lo que acabo de decir - eres la única persona que me escucha de verdad, como esperabas que no te buscara?
- T/n: yo no tengo nada que ofrecerte.
- Nam: no quiero que lo hagas, solo no te alejes ahora que te mostré quien soy.
Entra al edifico y me da a entender que quiere subir a mi casa.
No digo nada y solo camino por las estrechas escaleras hasta el sexto piso.
Abro la puerta y se puede ver la totalidad de mi casa desde ahí, aunque es pequeña intento que sea lo más acogedora posible, o por lo menos eso creo.
Entra sin mencionar nada y se acomoda en mi cama, lo veo tan relajado que simplemente me siento a su lado.
- Nam: que vamos a cenar?
- T/n: tengo ramen.
- Nam: perfecto.

Me levanto y hago la sopa instantánea, sirvo en dos platos nuevos que compre la semana pasada. Ese día me pregunté porque compraba dos, hoy agradezco haberlo hecho. Llego a la cama y observo cómo el puso una película en su celular.
- Nam: Gracias.
- T/n: porque?
- Nam: porque contigo me siento yo mismo.

HOTLINE 🔥 Namjoon y T/nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora