120 días

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La mudanza me tiene mal, hace ya varias semanas que estoy aquí pero este cambio tan extremo de vida me tiene con asco constante. No se como acepte esto pero esta llegando a lugares que no imagine, perdí por completo la brújula y mi capacidad de decir.

Vivo con la espera constante de verlo llegar al apartamento que compro para mi, salgo todas las mañanas a correr por el enorme parque frente a mi edificio. Aquí las personas se ven tan contentas y llenas de energía, nada que ver con mi antiguo barrio. Todo está vibra de positivismo me hace sentir fuera de mi área de conforto.

Me estresa ver que las personas a mi al rededor parecen haber tenido la vida fácil desde el momento que nacieron y esto me hace sentir como un objeto extraño entre ellos. Justo enfrente de mi puerta esta una mujer más o menos de mi edad y me harás saber que e entablado un poco de cómo fianza con ella.

El sonido de mi celular suena por todos lados de este enorme apartamento tan silencioso.

- Nam: hoy iré, esta bien?
- T/n: supongo que si.
- Nam: llevaré tu cena favorita.
Cuelga al instante que termina la frase. Hace ya varios días que perdí el gusto a esperar su llegada, puede pasar un día, dos o incluso una semana sin saber de el, me hace sentir como si fuera su restaurante favorito. Viene de vez en vez, come conmigo y se marcha al salir los primeros rayos del sol. Hace mucho que me dejo de invitarme a salir con el y esto me hace sentir aún peor ¿será que soy solo un objeto que visita cuando quiere un poco de distracción?. Los pensamientos me atormentan constantemente.

Llaman a la puerta, me levanto con pereza pues me sorprende que no habrá si sabe la contraseña.

- Ji: hola! Quieres hacer algo hoy? - mi vecina entra a mi apartamento y se acomoda en uno de los sillones - quiero comprar alcohol y beber hasta olvidar.
- T/n: lo siento... hoy tendré visita.
- Ji: ah claro, tenemos que atender a los pagan esta vida.
- T/n: a que te refieres?
- Ji: no me digas que no sabes porque estás aquí? - me mira con sorpresa - bueno... yo soy... mmh no... era la amante de un ministro, la vecina de arriba es la segunda esposa de un hombre muy poderoso aquí y Su es el amante de un doctor muy importante.
- T/n: no lo sabía... - un escalofrío recorre mi cuerpo y no puedo evitar sentirme pequeña ahora, abrazo mis piernas y miro por la ventana.
- Ji: ya veo que no - me toma por el hombro y me trata de consolar - supongo que el hombre que te visita aun no te dice porque... pero todos saben que este edificio está lleno de amores fugaces.
- T/n: no me puedo quejar tampoco, mi vida antes de el era patética.
- Ji: tienes que aprovecharte de él antes de que desaparezca.
- T/n: cuanto tiempo duraste tú con... el?
- Ji: 3 Meses, hace 4 años que estoy aquí - mira con tristeza por la ventana - aún me visita algunos días - me mira y trata de sonreír - es el precio de no venir de una buena familia.
- T/n: supongo que si.

Se habré la puerta y el hombre que atravesó por ella se quita todo lo que tiene encima, se nota que trata de que nadie lo vea, días atrás pensaba que era por lo importante que es y no quería molestias... tal vez ahora entiendo que la molestia es venir a verme a mi.

- Nam: traje mucha comida y algo para beber - mira a mi nueva amiga y se queda en silencio un momento, ella se levanta y camina hacia la puerta - no sabía que tendrías visita, disculpa - mira a mi amiga y se hace a un lado para que pueda salir.
Ella se van sin decir nada y yo me quedo en el sillón mirando por la enorme ventana frente a mi.

Tengo un repentino sentimiento de pérdida y no puedo evitar llorar.

- Nam: qué pasa? - se sienta a mi lado y me rodea con su brazo - te hizo algo ella?
- T/n: me hiciste algo tu.
- Nam: yo? - se quita de manera rápida y coloca su cara frente a la mía - que hice yo?
- T/n: estás casado?
- Nam: porque preguntas eso? Claro que no - parece haberle ofendido mi pregunta, tacho esa opción.
- T/n: entonces te avergüenzas de mi?
- Nam: no entiendo lo que está pasando - se recuesta en el sillón y frota su cara, mi mente grita "bingo" al ver esta respuesta de él- a que viene esto ahora?
- T/n: porque no salimos? - las lágrimas recorren mi cara se que mi ropa ahora estará húmeda por ellas.
- Nam: no sabía que querías salir - me mira extrañado.
- T/n: yo tampoco sabía que quería, pero... porque no salimos?
- Nam: no puedo andar por las calles de Seúl y que alguien me vea con ... - deja las palabras al viento (con una cualquiera? Alguien pobre? Alguien sin un buen apellido?) y siento como mi cuerpo se quiebra con cada segundo qué pasa - alguien - termina diciendo y vuelve a cerrar los ojos para recostar su cabeza en el sillón.
- T/n: alguien como yo? Sin venir de buena familia? Sin dinero? Sin futuro?
- Nam: no dije eso - nos miramos unos segundo y el cierra los ojos como imaginando que está en otro lado - no me pueden ver con alguien, no solo tú... es en general.
- T/n: por eso me trajiste a donde todos meten a sus amantes? Eso soy yo para ti? ... un amante?
- Nam: si lo quieres ver así de frío, si - lo brusco de su respuesta me advierte que ahora está molesto.
- T/n: que palabra utilizarías tú si no fuera esa? - se queda callado, sabe que tengo razón - se enfriará tu cena - me levanto del sillón y el me detiene tomándome de la mano.
- Nam: estamos bien?
- T/n: bien con que?
- Nam: con nosotros...
- T/n: no hay un nosotros, pero si lo quieres escuchar esta bien. Tú estás bien y yo estoy bien - camino al comedor y empiezo a servir - los dos estamos bien.
- Nam: siento que estoy perdiendo algo - se encoge de hombros al ponerse al lado de mi.
- T/n: no sientas eso, no tengo a donde ir... así que no iré a ningún lado sin decirte a ti.
- Nam: quieres que regrese?
- T/n: ya te marcharas?
- Nam: no... pero quiero saber, quieres que regrese?
- T/n: si - las lágrimas salen ahora con más fuerza y el está abrazándome por la espalda, me arde la piel con su contacto y entiendo que por más que me sienta mal no puedo dejarlo ir - siempre quiero que vuelvas.
- Nam: vamos a cenar, después de eso nos sentiremos mejor. 

Ese día cenamos en silencio, puedo contar los latidos que da mi corazón pues es lo único que escucho en mis oídos.

- Nam: no eres mi amante - me saca de los pensamientos y levanto la mirada hacia el, toma mi mano y le da un suave beso - no se que somos, pero no quiero dejar de serlo jamás.

No digo nada, mis ojos apenas y pueden ver a través de las lágrimas.
Decido que quiero creerle.

HOTLINE 🔥 Namjoon y T/nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora