= Veo en ti la Luz = [VMIN]

VI: Los Huérfanos Más Buscados

A un paso apresurado, el joven adolescente corría a través de los arboles cuesta arriba emocionado y en cuanto la espesura del bosque disminuyó considerablemente, supo que había llegado a la cima de la colina. Sus ojos se abrieron de par en par por el alucinante panorama, "El Reino de la Luna" yacía ante su vista rodeado de tonos violetas y anaranjados, que el sol producía mientras se ocultaba.

Minutos después, unos pasos lentos detrás de él lograron que su atención se desviara del paisaje, encontrándose con un Yoongi agotado de tanto caminar, llevando en su espalda a un adorable niño con pelo negro profundamente dormido.

– ¿Por qué tardaste tanto, Suga?

– Un mocoso de nueve años pesa más de lo que parece ¿Sabes, Tae? – le respondió con molestia y cuidadosamente, colocó en el suelo al pequeño dándole unas suaves palmaditas en las mejillas – Hey, Cookie, despierta bello durmiente, ya llegamos.

Al pelinegro le tomó otros segundos más estar completamente despabilado; limpiándose con sus manitas los ojos para acostumbrarse a la luz del atardecer, se levantó del césped y llego a donde sus amigos continuaban contemplando.

– Algún día... algún día, chicos, tendremos tanto dinero que aquí podremos construir una mansión ¡No! ¡Un palacio, solo para nosotros tres! Tendremos la vida que siempre quisimos.

Dándole un par de golpecitos al castaño sobre su hombro, Jungkook llamó su atención y con lenguaje de señas le preguntó: "¿Podremos hacer fiestas, V?"

– ¡Por supuesto que sí, JK! Todas las noches serán de fiesta, habrá: banquetes, bebidas, baile y música...

– Que yo tocaré con un piano nuevo – lo interrumpió el peli grisáceo detonando la misma emoción en sus palabras – No volveremos a pasar hambre o frío, ni volverán a mirarnos con desprecio.

– Seremos los Reyes del mundo.

Y el resto de la tarde, los tres chicos continuaron imaginando en voz alta su imposible futuro perfecto, hasta que al caer la noche, alrededor de una fogata quedaron profundamente dormidos, sin dejar de soñar en ningún momento.

El crujido de la leña siendo consumida por las brasas recuperó la conciencia del joven Taehyung, que se había perdido por un rato entre sus lejanos y muy preciados recuerdos. Una vez vuelto en sí mismo completamente, volteó para observar como un mechón del rubio cabello era colocado a manera de vendaje en su mano lastimada.

– ¿Sabes? Te portas un tanto enigmático en lo que envuelves mi herida con tu pelo mágico – comentó para después quejarse de dolor por la cortada.

– Lo siento, será rápido solo... no entres en pánico ¿De acuerdo?

El castaño asintió ante la indicación de Jimin, quien tras haber respirado profundamente, cerró sus parpados e inmediatamente, su suave y aguda voz reapareció en una bella canción de cuna.