Durante un par de horas, la joven pareja estuvo batallando con todos los pequeños que no querían ir a dormir por muy tarde que fuera. Después de perseguirlos un buen rato por toda la habitación, consiguieron que los niños se acostaran en sus camitas y luego de unos minutos, quedaron inmersos en sus profundos sueños.
– Parecen unos angelitos al dormir – habló entre susurros el pelinegro mientras los observaba con ternura.
– ¿Quién diría que son unos demonios cuando despiertan?
– Me encantaría adoptarlos a todos.
– Amor, no todos cabrían en el palacio.
– ¿Y qué me dices de un par, Tae? ¿No te gustaría?
El castaño no supo cómo responder naturalmente, era la primera vez en sus dos años de casados que Jimin sugería la posibilidad de tener hijos. La pregunta lo tomó por sorpresa, pero no porque no quisiera criar a algún pequeño a su lado, esa idea le fascinaba, pero la adopción le significaba una inseguridad que hace no mucho se planteó.
– ¿No preferirías continuar con el linaje de la sangre real? – el menor se carcajeo en voz baja algo confundido.
– Tae, sabes perfectamente que por más que lo intentemos, nunca saldrá un bebé entre nosotros ¿Cierto?
– Estoy consciente de ello, pero tal vez de otra manera... – esa vaga idea logró irritar a Jimin, que internamente esperaba que no fuera lo que él estaba pensando.
– ¿Qué tratas de sugerir?
Antes de que Taehyung pudiera responder, una de las monjas encargadas del orfanato abrió la puerta de la habitación.
– Disculpen la interrupción, Señor Kim, alteza, pero se está haciendo algo tarde y no quisiéramos que se quedaran más tiempo dado que esto les podría causar algún inconveniente.
– No se preocupe hermana, el Señor Kim y yo ya nos íbamos.
Eso lo salvó momentáneamente, pero una inevitable discusión le esperaba en cuanto llegaran al palacio, pues el tono del menor no sonaba de muy buen humor que digamos. Con actitudes demasiado opuestas, ambos salieron de la alcoba acompañados de la misma mujer y otra de sus compañeras hasta la salida.
– Muchísimas gracias por seguir visitando a los pequeños, alteza, se ponen muy felices cuando los ven.
– Para nosotros es un placer – habló Jimin nuevamente listo para despedirse, cuando el estruendoso llanto de un bebé capturó la atención de todos – Uno de los niños está llorando.
– No lo creo, no parece venir de su habitación – respondió el castaño y sin decir otra cosa, se dirigió hacia la entrada del orfanato.
Abriendo la puerta de madera, quedó asombrado al encontrar una pequeña canasta de donde realmente provenían los agudos sollozos; con cuidado la levantó del suelo y volvió a acercarse a los demás.
ESTÁS LEYENDO
= Veo en ti la Luz = [VMIN]
Hayran KurguJimin y Taehyung son dos jóvenes dispuestos a todo con tal de alcanzar sus respectivos sueños, sin embargo, nunca pensaron que para cumplirlos, primero tendrían que toparse con el otro. Uno había estado toda su vida encerrado en una torre generando...