Día decisivo, hoy será la batalla final contra Scar, ¿podremos contra él? No lo se, pero tenemos que intentarlo al menos, la guardia está lista y no les puedo fallar... Lo admito, estoy asustado, pero debo liderar con fuerza y sin titubear, no pienso detenerme hasta derrotarlo y salvar a las tierras del reino, mi padre confió en mí para esto, debo lograrlo...
— Todo tranquilo Kion—dijo Ono llegando a la guarida después de su acostumbrado recorrido, decidí darle un poco de tiempo para que descansara, pues hizo un largo vuelo, y por buenas fuentes sé que volar no es precisamente lo más fácil del mundo. Me di la vuelta, miré a los chicos, ellos asintieron como si supieran lo que se avecinaba, me levanté al estar listo, y tomé aire mientras todos me miraban.
— bien, es hora, ¡en marcha!—dije en voz alta para que los chicos me escucharan, Fuli como siempre a mi lado derecho dispuesta a apoyarme hasta el final, Bunga a mi lado izquierdo con su típica confianza, Beshtie al lado de mi mejor amigo, con determinación y lealtad con Ono sobrevolándonos— ¡Hasta el fin de las praderas...!
— ¡Guardia del león defensa!—completaron los demás mientras nos dirigíamos hacía las lejanías.
No pasó mucho tiempo para que llegásemos a los límites, el ambiente era tenso, y se podía sentir el peligro en el aire. Con cautela, avanzamos, dirigiéndonos hacia el volcán preguntándonos que pasaba con los forasteros que no se veían en ningún lado... Grave error, pues las hienas, los chacales y los cocodrilos exiliados estaban emboscándonos. Scar no tardó en aparecer materializándose mediante la lava del volcán, nos miraba con desdén y una horrible sonrisa que me dio escalofríos.
— vaya vaya, miren a quien tenemos aquí... Es nada más y nada menos que el hijo de mi detestable sobrino, Simba... que lástima que no estará presente para ver tu muerte—dijo con una voz macabra... Sus palabras me inundaron la mente de miedo y temor, pero me obligué a mantenerme sereno, mostrándome valiente y sin titubear le respondí.
— ¡no permitiré que sigas destruyendo las praderas Scar, hoy he venido para detenerte!—respondí mostrando los colmillos. Sin embargo, sin producir ningún efecto en él, le hizo una señal a sus seguidores y nos atacaron, empezamos a correr hacia ellos para defendernos, había que ganar terreno.
Los golpes y zarpazos inundaron el lugar, mientras que nosotros solo dejábamos inconscientes a los rivales ellos nos daban golpes serios y nos herían. Al cabo de un rato todos los enemigos habían caído, pero nosotros también habíamos recibido mucho daño...
Yo casi no podía mantenerme despierto del todo, el cansancio, el agotamiento y el calor no jugaban muy a nuestro favor, Fuli apenas podía correr, sus patas estaban muy mordidas y lastimadas, Beshtie tenía poca fuerza, su dorso estaba muy rasgado, y su boca escurría en su propia sangre, Bunga tenía un brazo roto, me atrevería a decir que incluso sus piernas estaban rotas, y Ono no podía volar más, las alas estaban demasiado picoteadas, maltratadas al limite de parecer desplumadas, y sus ojos... Por los reyes... Sus ojos eran dos colores, rojo sangre por los golpes y lo que alguna vez fue su color dorado natural.
Solo quedábamos Scar y yo, no quise meterlos en la pelea para que no se lastimaran mas, el solo se reía con malicia y se materializó por completo en un león de fuego, yo respiré y esperé a que atacara, no quería dar el primer movimiento... Y ese fue mi primer error. Él se acercó con mucha velocidad a mi y me golpeó con sus garras tan afiladas y tan calientes como el sol, grité de dolor y caí al suelo, me levanté rápidamente y lo golpeé un poco, eso solo sirvió para quemar mis patas, había olvidado por completo que golpes cuerpo a cuerpo no le harían ni cosquillas.
Comprendí que era inútil pelear con alguien cuyo cuerpo estaba encendido en fuego, segundo error... Sin embargo, no contento con tenerme a su disposición, se dirigió hacia mis amigos, golpeándoles a todos, sin remordimiento ni compasión... Cuando volvió a prestar su atención a mi, creí que todo terminaría, pero cuando lanzó el zarpazo, solo vi un destello dorado pasar frente a mi, Fuli recibió el golpe y quedó muy herida, tanto que perdió el conocimiento, todo se detuvo. Mi vista se nubló. Mi cabeza daba vueltas, procesando a la velocidad de ella lo que había pasado, y articulando palabra tan rápido como mi lengua se destrababa.
— ¡Fuli!—grité. No podía creerlo, sentía mucho miedo, me acerqué para revisarla, su corazón apenas latía. Apreté los dientes intentando controlarme, pero la ira latía en mi interior, no podía creer lo que le había hecho. Sentí arder mi garganta, me volteé a Scar con gotas de agua que me quemaban los ojos.
Él rió con fuerza mientras inhalaba, sabía que el también había poseído el don del rugido y era peligroso, un don oscuro que había logrado dominar con el tiempo... Me preparé con las pocas fuerzas que me quedaban, firme y listo para morir, lancé un rugido a la par que él, ambos ataques se estrellaron la uno con otro generando mucha energía, sentí mi fuerza desvanecerse con cada segundo hasta que un estallido retumbó en el aire, haciéndome perder el conocimiento... Lo último que vi fue a Scar desvanecerse y a mis amigos. Si para ese entonces, yo no había quedado inconsciente, un golpe en la cabeza me noqueó por completo, y en cuestión de segundos, solo vi negro.
Poco a poco comencé a despertar... Mi cuerpo dolía terriblemente, abrí lentamente los ojos, la luz me cegó por momentos. Cuando estuve acostumbrado, pude ver que no era el mismo lugar; el paisaje era distinto, muy distinto a como eran las praderas...
Traté de levantarme pero no logré más que ascender unos centímetros, intenté caminar pero sentí un dolor terrible en el mis patas y grité. No pude controlar mi dolor y caí de nuevo al suelo, escuché pasos lentos y después rápidos. Entreabrí los ojos y vi algo extraño, no sabía lo que era, pero tenía claro que no era un animal, o al menos... no uno que yo conociera...
Me levantó despacio, el dolor se extendió y solo apreté lo dientes, pero no pude reprimir un quejido doloroso. Entonces escuché una voz, la voz de quien fuera que estuviese ahí.
— ay no... ¿quéte ha pasado amiguito?—lo escuché decir.
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La guardia del león Z
Fanfiction¿Que pasaría si en una linea alterna la guardia del león se viera en un entorno desconocido para ellos después de una batalla campal con el león de lava? ¿Se preguntaron alguna vez que pasaría si el universo 7 tuviera entre sus terrenos las tierras...