Comes back. / #2

(16)

"El punto clave en el póker es nunca perder la cabeza.
Si la pierdes, seguro que perderás todas tus fichas."
- William J. Florence.

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Charla pendiente con la psicópata homicida, debían regresar con urgencia a la ciudad ya que por matar a su padre tuvo casi cuarenta años de condena, sus padres decidieron hacerle cargo por ser ajena a la familia y amistades de años.

Al día siguiente, luego de tres días se encontraban nuevamente en la mansión con los niños corriendo por todos lados y él intentando resolver que la puta esa había logrado matar a tres guardias por solo intentar ducharle.

Niños gritando, mansión fuera de control y estrés por todos lados, las semanas posteriores hicieron calma de todo, Sam irritada por todo y él logrando tener calma luego de semejante espectáculo, de algún modo, el sexo les ayudo a ambos pesé a ser interrumpidos.

-El médico dice que debe volver al reclusorio- ríe apoyado en el marco de la puerta viendo que estaba totalmente concentrada en la laptop.

-¿Y? que se largue- gira los ojos sin apartar la mirada

-Se que la odias pero..- se detiene cuando siente su voz

-No puedo odiarla si no llegué a conocerla- posiciona su mirada sobre él -pero no puedo pensar nada bueno de alguien quien mató a su padre, no se que quieres que te diga con exactitud- alza su ceja.

-Intentó casarse conmigo- ríe tirándose al sofá

-¿Quieres darme una razón para odiarla?- frunce el ceño seria intentando no explotar sus celos.

-Me gustan tus celos-

-No te van a gustar en cuanto ella esté muerta- cierra la laptop de golpe saliendo de la habitación.

Su mirada se posiciona firme en sus caderas, tenía una forma única y majestuosa de caminar, moviendo sus caderas y cabello a la par, le hacía babosear sin necesidad de mirarle siquiera.

-Sigue moviéndote así- ríe mientras la observa caminar

-Cállate maldito imbécil de mierda- se gira frunciendo el ceño

-Me amas- ríe girando los ojos mientras la observa irse.

El malhumor sobreviviente del día era constante, no pasaban de discutir cada vez que se peleaban, sus cambios constantes y el Mango, siempre faltaba Mango gracias a ella <<Genial, no se da el lugar al Mango>> ahora todo era mental o su preocupación aumentaba.

[BKM] Oficinas, horas eternas y reuniones, no eran tan pesadas como de costumbre ya que Sam decidió unirse a varias y sus descansos entre estas eran polvos, así que ninguno llegaba a quejarse. Trabajar juntos era su peor perdición y la mejor actividad para los demás empleados.

Proyecto extravagante, firmas de todos los directores reunidos, solo le quedaba reunir la importante, el jefe y dueño. >>Que fastidio reunir esa firma<<

-Espécimen de mierda- alza la voz en el pasillo cuando no le quiere entregar una firma.

-Mocosa malcriada- frunce el ceño

-La firma- extiende los papeles

-Cogerte- no los toma dejándolos caer

-Anormal de mierda, que te cojan- toma los papeles enfadada

-Ven a cogerme y hablamos- alza la voz captando la atención de todos

-Te detesto, inútil de mierda-