Oculto

Cierres

Parte 3

Mañana en la noche sería el día, ese que parecía tan lejano y completamente ajeno a la realidad. La muerte de Dumbledore. 

Era bastante extraño, estar completamente seguro de la fecha de fallecimiento de alguien que conocías. Alguien que había visto desde hacía tantos años como una figura de autoridad iba ahora a morir asesinado por mortífagos...Por dos muchachos que conocía.

Y el estaba involucrado.

-¡Hola chicos!-Saludó Logan, el compañero de dormitorio de Eduard, con emoción.

Por una parte pensaba en lo ignorantes que eran todos al respecto. Estaba a un día de participar en el asesinato de un mago importante y los demás eran completamente ajenos a la situación.

Lo había pensado y, también por algunos comentarios de Eduard sobre situaciones completamente hipotéticas del futuro, concluyó que las cosas se pondrían muy feas. Honestamente esperaba equivocarse...

-Te ves tenso-Comentó Devin con su vista pegada al libro.

-¿Cómo no estarlo?

-Buen punto...

-¿Le ayudarás?-Devin bajó el libro y se tomó unos minutos para responder.

-No lo sé aún. Lo que Blaise dijo me dejó pensando.

-Si, a mi también-Concordó el chico de Hufflepuff-No se qué hacer. No me gustaría participar en esto, desde que empezó con eso lo digo...Si tu quieres ir te acompaño Devin.

-No, no...No dejes que mis decisiones afecten las tuyas, Blaise tiene razón. Hay que ser egoístas a veces-Notó que Devin dijo aquello con dificultad, a ver, ese chico era increíblemente amable y servicial, eso de ser egoísta no se lo podía ni imaginar.

Adam suspiró tratando de poner en orden sus pensamientos.

Mañana en la noche.

Mañana en la noche sería el día en donde todo como lo conocía se terminaría...Aun le quedaban ciertos pensamientos llenos de absurda esperanza, un mañana por la noche en el cual Dumbledore lograra salir de Hogwarts ileso, esconderse en donde podría mantenerse a salvo hasta que se requiriera.

Un mañana en donde los mortifagos que entraran a Hogwarts fueran brutalmente despedidos del colegio y los que ya estaban dentro fueran protegidos por sus acto en contra del mundo mágico.

Esos pensamientos terminaron al murmurar la contraseña que mostraba el plan, el jodido plan con dibujitos hechos a mano por el propio Robbinson...

"AVISO DE SUMA IMPORTANCIA: Favor de mantener la existencia del documento en secreto una vez realizadas las acciones; y en caso de no querer participar, mantener el secreto igualmente. Una vez dijiste la contraseña que abría el documento, fuiste maldecido por un servidor. Ni dios podrá quitarte el maleficio, mi recomendación es que mantengas la boca cerrada :3. No te preocupes por la posesión del mismo, nadie además de los involucrados podrá ver el contenido del documento en cuestión, pues yo en persona me encargué de ello y su destrucción será imposibilitada hasta que un servidor, o sea yo, lo decida...Lo único que debes hacer es decidir y actuar, yo me encargaré del resto. De antemano, muchas gracias por todo y buena suerte"

¿Maldiciones? ¿Buena suerte? ¿Cómo pudo ser tan estúpido al pensar en la posibilidad de un mañana sin guerra? Era Eduard el que había planeado eso, obviamente no iba a fallar.

El documento solo tenía sus instrucciones y en conjunto (Había ocasiones en las que se tenía que encontrar con Devin o con Megan específicamente a ciertas horas en ciertos puntos) El plan exigía exactitud "Pueden retrasarse no más de 10 minutos, es de suma importancia que sea acatado lo más exacto dentro de lo posible"