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KIM JUNMYEON


SeHun estaba demasiado ansioso respecto a la comida que había prometido. Había llegado dos días atrás con una gran sonrisa en su rostro, balbuceó algo de un chico ayudando a pagar un tazón. Si no fuera muy su personalidad, hubiera dudado con todas las ganas sobre esa ridícula historia.

Estaba pensando más en cómo deshacerme de la orden directa de LuHan, no podía investigar como antes, ya no hay respeto en las calles. Aunque los lacayos de mi padre difundieran los rumores de que SuHo regresaría a las andadas, nada de todo eso era cierto. Dejé ese vacío mundo y detestaba la idea de regresar.

Ya no sentía satisfacción por liquidar personas, no tenía intención de destruir más familias o secuestrar a las ratas de dos patas que rondan por el mundo. Lo dejé hace un par de años y me desharé de la idea de volver.

SeHun había estado mandando mensajes constantes, sobre que debíamos tener el tiempo disponible para la comida, que sería en mi departamento y que Tao se encargaría de la comida.

Desde hace un tiempo, todos han querido pasar tiempo con nosotros, vivir todos juntos podría ser una buena idea, sin embargo se descartó cuando ChanYeol decidió vivir en el departamento de a lado. Aún así, él pasa demasiado tiempo en casa de nuestro padre. Pensar en lo que LuHan quiere hacer o me ha mandado a hacer, es completamente estúpido. ¿Cómo buscas a alguien que no se conoce más que en los bajos mundos?, el chico ni siquiera es demasiado conocido para dedicarle tiempo.

Lo único que me inquieta más que pensar en volver a la piel de SuHo, es saber por qué LuHan tiene tanta atención en encontrar a una aguja en un pajar.

Después de darle muchas vueltas y con SeHun reventando mi celular con tantos mensajes, decidí recostarme un rato. El descanso podía despejar la mente y quizá, consiga una manera para sacarme del camino la orden que me ha dado LuHan. No estoy más en la organización y aunque a veces mi interior lo desea, mi conciencia me hace reaccionar. Nada de lo que fui es lo que soy ahora.

Me recosté en la comodidad de la cama, cerré los ojos y llevé mis brazos a mi rostro. Debía pensar, no mucho o mis ideas podrían estropearse; no solo debía preocuparme por LuHan, si no también por la comida que SeHun está empecinado a realizar. No conocíamos al chico, más que su nombre...

—Yixing.

Saboreé cada letra y su imagen se posó en mis recuerdos. Sus dulces y extravagantes ojos oscuros, sus blancos cabellos y su hermosa piel. Algo había en él que me hacía sentir completamente idiota. No era del todo una persona horrible en el sentido físico, y a decir verdad, parecía ser mucho más fuerte que algunos hombres. Podía ser un chico perfecto, alguien con quien compartir las alegrías del mundo y sobrellevar las penumbras del universo.

<<¿Qué estupidez estás pensando, Bastardo?>>

Mi interior me recrimina. Suelto el aire retenido, no podía pensar en una vida feliz cuando por dentro estoy tan podrido como la persona que me crio. Podía añorar una vida tranquila y feliz, pero jamás tenerla.

Me sumergí en mis estúpidos pensamientos, que mi alrededor dejó de perder importancia. No había escuchado cuando Tao había tocado la puerta de mi habitación y mucho menos cuando él había entrado con demasiado sigilo.

—¿En qué piensas? —sentí la cama hundirse a un costado mío—, algo te dijo nuestro Padre ese día, ¿no es así?

Solté un suspiro seguido de un gruñido de frustración. Tao siempre sabía lo que pasaba, esté metido en la mafia o no. Me enderecé, mirándolo a los ojos buscando alguna ayuda de su parte. Pero nadie podría ayudarme cuando estoy metido hasta el cuello en una mierda que nunca debí aceptar.

SHEEP I [SuLay] *EN PAUSA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora