SHEEP I [SuLay] *EN PAUSA*

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KIM JUNMYEON

Dormir. Dormir era la mejor opción en estos momentos. Alejarme de todos los pensamientos, mensajes y llamadas que hacen vibrar sin control mi celular. La pesadez me invade todos los días, los recuerdos de mi pasado, las lágrimas, el miedo en el rostro de las personas. Las malas lenguas, los fuertes sonidos del arma, el lloriqueo de las ambulancias y las persecuciones a velocidad.

Todo me tortura en este momento en que busco la paz. Alejarme de todo fue la mejor decisión. Seguir una vida entre las cuatro paredes que me arruinaron no era una opción para mi vida.

Las calles están oscuras en este tiempo, los viejos se pierden en los prostíbulos ilegales, los niños ya no salen a jugar a las maquinitas y las mujeres temen ser agredidas. Las calles son oscuras y más peligrosas que antes.

Los edificios cambian constantemente, en especial los edificios cerca de donde vivo. Son en ocasiones lugares de renta, otras veces son puestos de comida y hoy en día son librerías o Ciber-Cafés. Esta noche toca regresar solo, caminar solo, sentirse solo; mis hermanos han quedado para divertirse un rato, mientras yo me divierto metido en la cama y consiguiendo un poco de sueño.

El edificio no es viejo, pero tampoco es de admirar, suele tener las paredes llenas de humedad y en ocasiones la pintura se ha caído de ellas. Las puertas al menos están completas y el interior de los departamentos cuentan con una buena distribución que los hace más cómodos. Las llaves hacen ruido cuando las coloco en su lugar al entrar al departamento. Mis flojos pasos no se escuchan tras la floja caminata hacia el sillón de la sala.

Todo es diferente a como solía vivir antes. Todo es simplemente diferente.

Recargando mi espalda en el respaldo del sillón intento relajarme un poco, pero el sonido de una puerta me hace suspirar. <<Nuevos inquilinos>> pensé al escuchar los murmullos del otro lado.

Es difícil vivir en un edificio donde los vecinos llegan tan rápido como se van y no tienes los momentos para entablar amistades o siquiera invitar a alguien a cenar. No en este edificio, no en mi vida.

Las sábanas me arropan esta noche e intenté dormir, observando las numerosas luces de la ciudad, imaginando cómo sería si todo mi pasado desapareciera y con él, la Mujer que arruinó completamente mi vida hasta este punto.

La luz del día es lo que más odio, no porque sea horrible despertar con bellos rayos y una vista mañanera perfecta, si no, porque golpea directamente a los ojos y logra que la cabeza duela como un infierno mientras uno intenta dormir de nuevo.

El sonido del móvil ha comenzado su rutina, todos los días, a las 10 de la mañana SeHun intenta diligentemente llamar para quedar a desayunar o comer en algún punto de la ciudad, para después intentar convencerme que comer con nuestro Padre.