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PARK CHANYEOL



<<—JunMyeon, ¿No has pensado en dejar la Organización?

Recuerdo haber preguntado. Comíamos juntos como cualquier día. Su semblante autoritario y desinteresado sobresalía en aquella mesa. Dejó los palillos con la comida a medio camino, sus ojos parecían burlarse de mi pregunta.

Sonrió ladino antes de soltar la comida y colocar los palillos aún lado del tazón. Cruzo los dedos de ambas manos frente a él. Sentí mi cuerpo temblar, su postura demostraba lo vil y demandante que era. El asesino que logró demasiadas muertes en poco tiempo.

—¿Dejar la Organización? —repitió la pregunta, saboreando cada palabra y burlándose en mi cara—. Estoy seguro de que, quienes deberían dejar la Organización son esa bola de inútiles que contrató LuHan.

Escupió las últimas palabras con irritación. Frunció el ceño inconforme con los últimos hombres que nuestro padre había contratado. Asentí para darle veredicto a sus palabras. Lo vi tomar de nuevo los palillos y continuar comiendo.

—JunMyeon —volví a llamarlo, sintiendo mis manos sudar—, ¿Puedo ir contigo en tu próximo trabajo?

Negó rápidamente, engullendo lo último que quedaba en el plato.

—Por favor —agregue suplicante—, quiero saber cómo es trabajar con SuHo.

Tensó la mandíbula y sentí sus manos alrededor de mi camiseta. Me levanto levemente del asiento con todas las fuerzas ejercidas en sus brazos.

—Tienes prohibido mencionar ese nombre en público. Te lo advierto.

Asentí enseguida, entendiendo completamente su mensaje. Me sentí liberado al poco tiempo, tomó un trago de agua. Lo vi pensar un poco, como si estuviera considerando la idea de llevarme con él. No mencionó nada, pagó la cuenta del lugar y ambos nos encaminamos a la salida. De perfil, JunMyeon era completamente varonil. Tantos años entrenando para nuestro padre finalmente habían dado resultados.

Me sentía celoso. De los cuatro, nuestro padre prefirió el porte sereno de JunMyeon. Quizá por ser el mayor y porque los demás solo nos veíamos como niños inocentes. Suspiré ante tal pensamiento. JunMyeon miró de soslayo en mi dirección, realmente esperaba que me diera el visto bueno, logrando así acompañarlo en su próxima misión.

—A media noche —soltó cuando llegamos al automóvil que esperaba por nosotros—. Pasaré por ti a tu habitación a media noche.

Sonreí ampliamente y me sentí eufórico. Había logrado demasiado y estaba dispuesto a aprender todo lo que fuera necesario. Trabajar con JunMyeon parecía un sueño y aunque no me veía como él, podría intentarlo.

El resto del día lo pasé pensando en el tipo de encargo que haríamos a media noche. Escuchaba solo las vagas conversaciones de los hombres de nuestro padre. Algunas historias callejeras del cómo SuHo había terminado con varios hombres y mujeres. Lo sádico que a veces podría ser y lo inhumano que se mostraba al atravesar una bala en el cráneo de las personas.

En un momento del día, antes de la comida nuestro padre había llegado con una sonrisa en su rostro. Los cuatro nos encontrábamos viendo una película ridícula en televisión. Padre al notar nuestra presencia, sus ojos se dirigieron solamente a una persona en esa habitación: JunMyeon.

SHEEP I [SuLay] *EN PAUSA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora