SHEEP I [SuLay] *EN PAUSA*

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ZHANG LUHAN

"Siempre debes hacer lo que sea para conseguir lo que quieres"

Ese es mi lema de vida. No importa los caminos que debas atravesar, si algo quieres conseguir, deberás deshacerte de los malditos estorbos que la vida te da. Ese ha sido mi pensamiento desde ese día.

Mi historia no tiene por qué ser contada ahora, en algún momento, alguien la contará con la misma emoción con la que he hecho todas mis movidas. Algo que todos saben, es que mi ascendencia en este mundo es gracias a mi querida Hermana y su apuesto marido. Haberme deshecho de ellos dos fue la mejor jugada de todas; poner a todos en su contra y tirar a la basura a todos aquellos que aún los seguían.

Mi satisfacción debía completarse con la última pieza suelta. Adoro cómo mis hombres hacen lo posible para mantener el negocio a flote, admiro a mis hijos por seguir mis pasos... a la mayoría de mis hijos... a uno de mis hijos.

A pesar de mi avanzada edad, he logrado mantener mi juventud intacta, pero las personas tenemos necesidades. Desde que mis hijos se convirtieron en unos hombres en toda la extensión de la palabra, no puedo negarme al hecho de mi atracción por el más grande. Su dedicación al negocio, su porte elegante y esa mente retorcida... lástima que su conciencia lo echara a perder...

JunMyeon era mi mayor pieza, mi caballero de armadura brillante, el hombre que me satisfacía con cada uno de los trabajos que le pedía... lástima que su maldita conciencia y sus hermanos le hayan ablandado el corazón...

En cada uno de nuestros encuentros, aún puedo ver a ese asesino dentro de él, al hombre que se divertía en cazar ratas y aún más, deshacerse de ellos sin dejar alguna pizca de pruebas. Era excelente, el mejor hombre, el mejor asesino y pudo ser el mejor amante.

Lástima que todo se arruinó. Pero puede volver a construirse, solo necesitaba un pretexto, solo necesito empujar un poco a SuHo para que vuelva a mi.

Desde la chusca escena que protagonizó ChanYeol y JunMyeon hace tiempo, ambos se han ido alejando de este hogar. Mis dedos aún pasan por las sábanas lisas de sus habitaciones, los recuerdos de ambos corriendo o jugando con sus demás hermanos podrían hacerme sentir nostálgica, sin embargo no es así.

Mis recuerdos no son de todos mis hijos siendo los más tiernos mocosos, mis recuerdos solo pueden colocar las imágenes de todos siendo unos hombres, sus facciones masculinas bien definidas, su cuerpo tonificado, sus gruesas voces...

Son mis hijos después de todo...

Caminé por toda la extensión del pasillo, dirigiendo mis delicados pasos a la oficina de aquel lugar; debía hacerme cargo de algunos sabotajes a nuestra mercancía. La organización El Dorado ha sido respetada... no, he hecho que la respeten desde que mi desagradable hermana y su sexy esposo dejaran este mundo.