SHEEP I [SuLay] *EN PAUSA*

22

—Seguro me vi como todo un idiota gritando su nombre por toda la calle.

ZiTao asiente ante mi comentario. No podría sentirme más patético hasta este punto. Mi desesperación por saber que estaba bien, la notaron todos los vecinos del edificio. Lo peor es que después de mi arrebato me sentí tan aliviado por ver que se encontraba bien, que no me di cuenta que alguien más estaba buscándolo entre la multitud.

—¡Ey!, no te preocupes por eso —Zitao intentó animarme un poco después de haber estampado mi frente contra la mesa del comedor—, ChanYeol también gritó desesperado el nombre de WooSung.

Giré mi rostro aún con la frente en la mesa, miré a mi hermano e intenté convencerme de que así era. Pero la risa de ChanYeol de fondo me hizo sentir más miserable.

—Lo hice, pero mis gritos no eran tan desesperados como los de JunMyeon —su tono burlón me sacó un gruñido, odiaba que se burlaran de mí—. Seguramente todo el edificio ya debe saber o intuir que te gusta Yixing. Porque si te gusta, ¿no?.

Mis ojos viajaron de Zitao a ChanYeol y viceversa. ¿Estaba bien confesar a mi hermano que me gustaba el mismo chico que él?, aunque Zitao insistía que nuestro hermano tenía sentimientos por el otro chico y no por quien mueve mi seco corazón. Decidido a no contestar, me levanté de mi lugar, suspiré un poco y acomodé mis tensos músculos en una extraña sacudida de cuerpo.

—Voy a salir un rato, necesito refrescarme.

—¿No cenarás? —la preocupación de Zitao me hizo sonreír.

—Me siento demasiado avergonzado como para mirar a todos en la cena —caminé en dirección a mi habitación, tomando la primera chaqueta que encontré y regresando a la cocina de inmediato—. Comeré algo de la tienda en la esquina, no te preocupes.

Sin esperar respuesta salí del departamento. Ocupaba despejar mi mente y mi corazón. El día fue bastante pesado y mi vergüenza ganaba esta vez. Mostré mi debilidad frente a mis hermanos y aquello no puedo perdonármelo. Saqué los audífonos de la bolsilla de mi chaqueta, quería escuchar algo para que mi mente deje de pensar en lo que pasó después de estar gritando el nombre de Yixing como un vil loco.

Necesito olvidar cómo su rostro cambió cuando aquel hombre se acercó, sacar de mi mente su sonrisa penosa y también, quiero olvidar cómo su cuerpo subió al asiento del copiloto de aquel auto.

Malditos celos que no me dejan en paz.

En menos de lo que pensé, me encontraba ya en la puerta de la tienda. Comería un ramen instantáneo para aliviar mis penas. Antes, tome un par de bolsas de papas y una soda. El particular color de aquel cabello me hizo parar en seco, estaba de espaldas pero era inconfundible, su silueta era preciosa y parecía que olvidó sus fideos en el microondas. Debatí en acercarme o no, cuando estoy cerca de él mi sistema se descompone y olvido que fuí un temido asesino.

Decidido me acerqué y sonreí ligeramente ante la frase que pronunció.

—Incluso preparar un ramen instantáneo es difícil.

Me atreví a interrumpir sus dilemas. Un hermoso respingo se hizo presente, sonrió nervioso y me golpeé internamente por pensar en lo lindo que se veía haciendo aquello. Señalé mis propios fideos, dándole a entender que prepararía los míos y que me esperara un poco para continuar nuestra plática.

Diablos, cómo odiaba sentirme así de atraído por él. Si en algún momento se llega a enterar de mi pasado, no sabría qué hacer. Necesito con urgencia borrar todo lo que hice en los últimos años, que me da miedo seguirme enamorando de él. Me consume como un cigarrillo a pesar de no estar las 24/7 pegados, ni siquiera sé por qué mi atracción es así de fuerte, parece que él escoge las oportunidades para batear y mandarme lejos de este sistema. Y es entonces cuando recuerdo que tengo a alguien muy dentro de mí, que en cualquier momento puede salir a recordarme lo inhumano que fui, lo inútil que es fingir una vida normal cuando mi alma está manchada de todas las atrocidades que cometí.