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KIM JUNMYEON


LuHan quiere verte lo antes posible —DongHae había llamado a medio día—. No sé qué esté planeando, pero debes tomar la decisión lo antes posible.

Suspiré ante sus palabras, el día anterior había tenido la mejor experiencia de mi vida y pensar sobre lo que debía hacer me tenía con la cabeza a punto de estallar. Cerré mis ojos aún acostado en la cama. Medite un rato antes de contestarle a DongHae. El hombre había sido mi entrenador y después, se convirtió en mi más fiel amigo. Sabía de sobra las razones por las cuales había dejado la organización, las razones por las que ahora quería salir de una vez de ahí.

—Lo sé —atiné a decir, ante el carraspeo inconforme de DongHae, continué—. Si me ha pedido verlo, será para hablar respecto a esa investigación. Hablaré de una vez por todas y le diré que estoy fuera.

¿Comentarás algo respecto a vivir junto a todos tus hermanos?

—Sí —confirmé, suspirando después con los ojos aún cerrados y la cabeza llena de dudas todavía—, espero esté bien con eso o, solamente me alejaré de todos.

Ni se te ocurra hacerlo —regañó con tono severo DongHae—, estoy aquí y no pienso dejarte ir.

Reí ante sus palabras, DongHae era un excelente amigo. Animaba mi triste corazón. Después de un rato platicando trivialidades, DongHae colgó la llamada. Aún acostado pensaba en si era buena idea ir a hablar sobre mis deseos con LuHan, debía estar completamente loco si esperaba que todo saliera bien, que nos dejara en paz a partir de hoy. Rasqué un poco indeciso la parte trasera de mi oreja derecha, no estaba confiado, pero debía intentarlo.

Me levanté dispuesto y decidido. Me arregle lo más rápido posible y salí de mi habitación. Tao tenía listo dos tazas de café amargo. Me vendría bien un poco ahora, le sonreí cuando sus ojos chocolate se posaron en mi. Con un agradable gesto me invitó a sentarme en la barra de la cocina.

—DongHae me mandó un mensaje, dijo que irías a hablar con nuestro Padre.

Asentí tomando un sorbo del exquisito café. Cerré los ojos gustoso, el café de Tao siempre sería la gloria.

—Ten cuidado con él, ¿de acuerdo? —el tono que había usado me preocupó un poco. Sin embargo no le di importancia y nuevamente asentí—. JunMyeon...

Levanté mi mirada en su dirección, sus ojos estaban cansados, posiblemente no pudo dormir en toda la noche. No era para menos, Tao solía tener pesadillas de aquel día, donde SuHo desgració la vida de uno de sus hermanos y si fuera poco, Tao también había presenciado desagradablemente las insinuaciones de LuHan para con mi persona.

—Le diré a DongHae que pase conmigo, de acuerdo —sonrió insatisfecho—, Tao, él no volverá a insinuarse.

—¿Estás completamente seguro?

—No —respondí con una sonrisa—, pero no dejaré que lo haga. Ambos pasamos desagradables experiencias respecto a eso.

El resto del pequeño tiempo de nuestro desayuno, Tao comentaba respecto a que sería buena idea entablar una amistad con los vecinos. Invitar más seguido a nuestros hermanos y quizá, convencerlos de vivir todos juntos en este viejo edificio. No era mala idea y tenía ese plan en mente, hablar con LuHan y finalmente darle fin a tanta estupidez que protagonicé.

Ambos terminamos nuestros cafés al mismo tiempo, en sincronía nos levantamos y llevamos las tazas al fregadero. Con una sonrisa Tao me despidió de la cocina, argumentando que debía apurarme y no hacer esperar a nuestro Padre.

SHEEP I [SuLay] *EN PAUSA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora