1. Trillizas

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-Kirari, ¿eres feliz?

-Si por fin te gano, lo seré, tu turno

-Alfil a D4- escucho como mueve la pieza al lugar dictado y yo sigo observando a los alumnos que caminan por el jardín- yo creo, que aún teniendo a la academia y a la familia a tus pies... no eres feliz, he estado leyendo sobre psicología y creo que tu necesidad de adrenalina al apostar, es tu cuerpo tratando de crear serotonina y estimulantes de forma desesperada- doy otro sorbo a mi té, la taza es linda, se ve que es cara.

-Vaya, que interesante, tu turno.

-Torre G5 a G2, ¿qué crees que se necesite para ser feliz?

-Akira, si sigues hablando de esa mantra tomaré tu charla como tu premio, si es que ganas.

- No me molestaría, después de todo, ¿que más te podría pedir a cambio?

-No lo sé, tu turno.

Volteo ligeramente para ver que efectivamente se ha comido a la torre.

Que predecible Kirari.

-Caballo C3 a B1, de acuerdo, ya no te fastidio, entonces hablemos de como te ha ido con la academia, ¿algo nuevo?

-Todo aburrido como siempre, aunque tengo la sensación de que algo vendrá a alborotar las aguas. Oh, y también conseguí el ojo de una loca, perdió una apuesta y ese fue mi pago ¿Quieres verlo?- el corazón de Kirari se aceleró al ver una posible victoria- Jaque.

-Por supuesto que quiero, Reina D1 a 6D,  jaque mate. Buen partido Kirari, cada día me retas por más tiempo, eso es un gran avance, ahora, mi premio... ¿Que tal el puesto de líder de la familia?

Aún cuando su hermana sabía que no era cierto pues ella varias veces había aclarado que no le llamaba, se preocupó al ver los ojos tan pasivos y amables de su hermana menor, expresando nada como siempre. Una risa delicada hizo que la perdedora volviera a la realidad.

- Bromeo Kirari. Al parecer te preocupaste, tranquila, que tal... bueno, me conformaré con ver el ojo.

-Claro.

La secretaria de la presidenta trajo el frasco

-Gracias Sayaka- me es impresionante su vinculo, siempre he visto una rara conexión entre ellas, y lo que más me sorprende es que Sayaka es feliz, feliz sirviendo a mi hermana.

- ¿Está en agua?

-Así es.

-Te traeré formol para que se conserve mejor, espera, ¿puedo tocarlo?

-Sin problema.

De mi maletín de cuero saco guantes de nitrilo que sustituyen mis guantes negros y despues de que Sayaka quita la tapa, lo agarro. También saco mi lupa de bolsillo y empiezo a examinar el ojo.

-Jugaron el martes.

- ¿Como lo supiste?

- Por la cantidad de tejidos que flotan en el agua, el color del nervio óptico y de la esclerótica, está un poco transparente, como de  4 días.

-Veo que no has abandonado la medicina, ni el resolver casos, ¿cierto?

- Cierto, hablando de eso, no se si escuchaste sobre el asesino en serie Nakamura, bueno, yo ayudé a que lo atraparan.

-No presumas hermanita.

Después de un rato jugando con el ojo en mi mano checo la hora con mi reloj de bolsillo.

- Bueno Kirari, creo que con esto finaliza mi visita semanal, te veo el siguiente viernes hermanita-me quito los guantes y los tiro, guardo mi lupa y cierro bien mi maletín.

- Recuerda que tú eres la menor. Sayaka, llévala a la puerta y asegúrate que nadie la vea.

- Si, presidenta, acompáñeme señorita Akira.

-Que amable Sayaka- Antes de cruzar la puerta abierta por la secretaria me volteo cruzando miradas con mi hermana- Salúdame a Ririka, oh, y trata de no apostar tu vida ¿quieres? y si lo haces, avísame.

-Adiós Akira

Después de darle una sonrisa que no me fue devuelta, salgo y voy detrás de Sayaka que se asegura que nadie me vea. Entro a la limosina que me esperaba y la azabache cierra la puerta por mi. Me quedo unos minutos pensando; tal vez debí llevarme el ojo, era mi premio. Decidí bajarme de la limosina para hablar con Sayaka pero no hay nadie, ni siquiera en el jardín donde antes habían estudiantes

Que extraño

Entro otra vez al carro y bajo la pared de la limosina que me separa con el chofer pero tampoco está, ¿que pasa?

Busqué y busqué por los jardines de la academia, incluso corrí por los pasillos y regresé al cuarto donde antes jugué con Kirari, pero no hay nadie en ningún lugar

Estoy sola

The White QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora