Capítulo 11: 9 meses atrás.

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9 meses y unos cuántos días antes...

Akihito despertaba en aquella enorme cama caliente, llena de almohadas y frazadas de futón, con sus caderas adoloridas y manos marcadas de forma colorada en ellas. Nuevamente una noche de sexo con su amante, lo dejaba adolorido al día siguiente.

"¿Por qué me dejo llevar tanto pidiendo más si sé que luego no podré moverme sin que me duela hasta la uña?" Se quejó en sus pensamientos, adentrándose al baño para poder ducharse.

-Buen día, Akihito. El agua está caliente por si quieres tomar un baño.-Saludó Asami, mientras se peinaba en el antebaño para irse.
-Buen día, Asami. Gracias, eso haré.-Asintió abriendo las duchas.

Dejó caer la toalla y se metió bajo los chorros de agua caliente, relajándose del todo.

-Oye pervertido, deja de mirarme de forma tan descarada.-Se quejó.
-Si no fuera porque llego tarde, te tomaría ahora mismo.-Se colocó el saco, tratando de controlar aquellos instintos que ese rubio mal portado provocaba en él.
-¿Crees que podrás venir a dormir hoy también?-Casi fue inaudible su pregunta.
-No lo sé, Akihito. Estoy alistando el viaje a Italia para cerrar el negocio que te comenté. Tal vez si todo sale bien, podría irme hoy mismo.
-Entiendo.-Asintió.
-¿Tal vez quieras pasar para cenar algo en la oficina?
-De acuerdo, prepararé algo para llevar.-Asintió, cerrando la ducha y adentrándose en el ofuro que Asami acababa de usar.
-Bien, te espero a las 9pm.
-Que tengas buen día.
-Tu igual.-Y luego de cerrar la puerta, se marchó.

-Akihito suspiró pesadamente...- Después de semanas habían coincidido en la cama, hicieron el amor y durmieron abrazados. -Una electricidad recorría todo su cuerpo luego de recordar aquello- Hacía varías noches que Asami no regresaba a dormir, y él, se sentía irritado. Sus emociones estaban hechos un manojo, no era como si quisiera tenerlo ahí siempre, pero...
¿O sí? Le dolía y cosquilleaba el estómago cada vez que se asomaba a la habitación y no llegaba aún. Se iba a dormir 2 o 3 am todas las noches esperándolo, pero casi nunca llegaba a verlo. No entendía por qué tenía aquella necesidad de tenerlo cerca. Asami era molesto, controlador, abrumante... Pero era protector, caliente, y su piel y su olor calmaban todos sus sentidos. ¿Qué significaba él para Asami? ¿Si quiera recordaba que vivían juntos?
No podía estorbar su camino, la vida del mayor era muy atrajeada. Todos los días atendía asuntos distintos e importantes y él no podía pretender cambiar eso. Tampoco estaba demasiado seguro de lo que pasaba con sus sentimientos. Pero había algo que latía fuerte dentro de él, y aunque no quisiera reconocerlo... Quería permanecer a su lado, y decirle todo aquello que estaba volviéndolo loco, tal vez Asami sintiese lo mismo...

-No puedo ser tan patético.-Bufó, hundiéndose bajo el agua para luego salir.-No puedo pretender que alguien como Asami sienta esas cosas... Menos por mi. Kirishima ya me ha dejado en claro que soy una molestia para él... Sin embargo, ¿Por qué se empeña tanto en mantenerme a su lado?-Se secaba el cabello, hablando con el espejo como venía haciendo cada día desde hacía un tiempo.-Creo que debo reconocer que estoy aquí, porque me siento bien con él, me gusta su calor, y por ahora, eso es suficiente para mi.

El día en su trabajo transcurrió tranquilo, hizo algunas sesiones de niños y otras más para la nueva revista a la que lo habían contratado. Para las 7:30pm ya había finalizado. Se apresuró a llegar a casa y preparó la sopa de arroz que tanto le gustaba a Asami con un pan de carne y nuevamente salió volando hacia la oficina.

-Buenas noches, tengo cita con Asami-sama.-Saludó en la entrada de Sion, tratando de calmar su agitada respiración.
-Buenas noches, joven Akihito. El Señor Asami salió, pero ha dicho que lo espere en su oficina, por favor.
-De acuerdo, gracias.-Asintió y siguió de largo.

Get you back: ¿Recuperarte? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora