13.

782 73 2
                                    

El bullicio de las voces disminuyo cuando la puerta de la sala común se abrió.

Ginny se puso de pie inmediatamente para acercarse a su hermano, pero Harry la detuvo con preocupación. El rostro de Ronald reflejaba la ira que contenía, y conociéndolo no resultaría nada bueno si lo presionaban.

-¿Qué demonios están viendo? –Exclamo, pasando a través del lugar sin mirarlos más.

Los pequeños grupos empezaron a disiparse al notar que nadie hablaría del tema protagonizado por Ronald y Hermione.

-Harry.

La voz baja y temblorosa de Ginny provoco que el chico asintiera.

-Hablare con él. Tranquila.

Con paso lento pero firme, Harry ingreso a la habitación que compartía con Ronald y otros. Las cortinas de la cama estaban cerradas con firmeza, en señal de que el chico no quería que nadie lo molestara.

-Ron, ¿podemos hablar?

El pelirrojo permaneció en silencio pero aun así decidió continuar. No solo para ofrecerle su apoyo, sino para ayudarlo a recapacitar. Lo último que Harry hubiera deseado es que sus amigos terminaran en una disputa como la que protagonizaron.

No iba a negar que había sido extraño cuando Hermione comenzó a comportarse de forma diferente, dejando atrás uno que otro habito toxico y cuando descubrió porque, o mejor dicho; por quien, poco a poco lo asimiló, teniendo en cuenta que lo importante era la felicidad de su amiga.

Pero Ron era distinto, de hecho, era totalmente opuesto a  la chica. Pero muy en el fondo sabía que tarde o temprano reflexionaría sobre lo sucedido.

-No logro comprender por qué actuaste como lo hiciste. Hermione y tú siempre han estado juntos en muchas cosas, no entiendo porque esta vez es diferente.

Una risa amarga provino del otro lado.

-Solo di que estas de su lado y déjame en paz.

-No estoy de un lado u otro, Ron. Los dos mis amigos y me siento impotente por no saber que hacer para ayudarlos. –Replico Harry con molestia.- Sé que Hermione conoció a alguien y creo que deberíamos respetar eso. No tenemos derecho alguno para evitarlo si ella está feliz.

Las cortinas se abrieron con un movimiento brusco, revelando el rostro serio del pelirrojo.

-¿Desde cuándo lo sabías? ¿Por qué demonios no me lo dijiste?

-¿Es realmente importante, Ron? –Espeto el chico manteniendo el contacto visual acusatorio. - ¿Cambiaría algo si Hermione te lo hubiera dicho antes?

-¡Solo responde!

Harry se mantuvo tranquilo ante el arrebato de su compañero. Un movimiento en falso y podría estallar de nuevo una bomba entre ellos.

-Las señales siempre estuvieron desde el principio del año, pero nadie se molestó en investigar más allá. Ni siquiera yo, hasta que un día Fleur se acercó a nosotros solicitando hablar con Hermione. Yo pude haberla cuestionado en ese momento, pero no era mi lugar para hacerlo. No cuando pude notar la preocupación genuina de Fleur por Hermione.

-¿Preocupación? ¿Por qué demonios Fleur se sentiría así? Olvidas que somos nosotros los que la atormentamos cada día desde hace años.

-No generalices, Ronald. –Resoplo Harry cruzándose de brazos. – Hermione y yo hemos sido testigos de cómo el resto y tú la han acosado, sí; pero nunca hemos hecho nada para lastimarla o agredirla.

El pelirrojo apretó la mandíbula mientras se ponía de pie. La necesidad de contener sus impulsos lo incito a caminar o moverse.

-Haber callado y reído nos hace cómplices de ustedes. Pero ya no más.

Entre tú y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora