Capítulo 03.

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— Eres una celebridad en las noticias de todo el mundo, ¿Qué puedes decir al respecto? — Le preguntó el oficial cuando en la computadora le dio click a un vídeo de las noticias actuales.

Era ella luchando contra ambos ladrones, y luego de haberlos derrotado, se acercaba al niño para preguntarle si estaba bien. Repetían una, y otra vez en la forma en la que ella se había defendido, y como le había lanzado la pala hacia el hombre, y había esquivado las balas.

Madelaine ni siquiera se había dado cuenta en la forma que había actuado en la tienda. Había tardado menos de cinco minutos. La adrenalina la había dominado por completo.

O ella la había dominado.

Lo único malo de todo es que el título de todos vídeos eran los mismos; "¡¡Enferma mental derrota a dos criminales, y logra salvar a dos rehenes!!"

— Estoy asombrada con el título tan creativo que escogieron.

El oficial rió sin gracia, y Madelaine se asustó por lo grave que su risa era.

Era un hombre de cuarenta, y cinco años, aparentemente divorciado, y con poca importancia de su apariencia.

— Sí, digamos que los noticieros se están quedando cortos con los títulos — El oficial se enderezó en la silla, y abrió la carpeta en la cual Madelaine supuso que eran sus antecedentes. Sus cejas se alzaron con sorpresa — Se nota que adoras llamar la atención, Madelaine.

— A eso me dedico.

— Al parecer no es la primera vez que te defiendes de esa forma, ¿O sí? — Le mostró la hoja en la cual ella había sido arrestada por haber atacado a varios chicos en su escuela secundaria.

Su memoria solía engañarla.

Pero estaba segura que si recordaba aquel día.

Fue el 22 de septiembre, estaba en junior year. Comía tranquilamente en una de las mesas de la cafetería, cuando varios chicos se acercaron a ella, y comenzaron acosarla. Diciéndole cosas horribles como "Psicópata", "Esquizofrénica", "Enferma asquerosa", entre otras cosas. Madelaine se mantuvo quieta, escuchando todos los insultos que ellos tenían para ella. No hacía nada. No se defendía porque sabía que después no podría controlarse.

Pero toda su paciencia se esfumó cuando uno de ellos agarró su bebida, y se la derramó en la cara diciendo: "— Mírame cuando te hablo maldita perra—". Madelaine realizó que ella por más que intentara encajar con los demás, nunca lo haría.

Ella nunca podría encajar solo por su salud mental. La gente sin conocerla la juzgaba. La rechazaban.

Ella era alguien que valía la pena conocer. Pero ellos simplemente no la apreciaban.

Madelaine asesinó con la mirada al chico, y él se dio cuenta demasiado tarde de lo que había hecho. Madelaine le estrelló la bandeja en la cara, y el chico se desmayó.

Otro chico fue a atacarla, y Madelaine lo golpeó con la bandeja en el pecho, y le pateó el estómago. Todos se echaron encima de ella, y Madelaine empezó a pelear contra todos.

Parecían cavernícolas intentando derribarla.

Pero ni uno lo logró.

Se perdió en sí misma, y de alguna manera acabó con todos.

Todos terminaron tirados en el suelo con la cara sangrando.

Ese mismo día fue cuando escuchó a su madre llorando, confesándole a su esposo que tenía miedo de su propia hija.

— Fue en defensa propia.

— Siempre lo es. También en tu primer trabajo, ¿Lo recuerdas?

Madelaine rodó los ojos. Por supuesto que lo recordaba, solo duró trabajando un día de mesera en ese restaurante.

𝗕𝗘𝗟𝗜𝗘𝗩𝗘𝗥𝗦 ❪𝘏𝘦𝘪𝘯𝘳𝘪𝘤𝘩 𝘛𝘳𝘦𝘢𝘥𝘸𝘢𝘺❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora