Parte 9: Festival

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Festival

Cálidos vientos soplaban desde el norte en el Valle de Paz, las hojas de los árboles caían y sus frutos por igual adornando con sus diferente aromas. Así pues Tigresa estaba sentada meditando en el patio de entrenamientos tras salir de su habitación.

—¿Qué haces aquí? —preguntó a sus espaldas el grandulón panda, quien vestía sus mejores pantalones y unos brazales cafés en sus antebrazos. La sombra del árbol del patio, ayudada por la oscuridad de la ahora noche no dejaba ver bien a la felina, más que su cola jugando con una hoja de éste. —¿estás bien?

—Debería preguntar lo mismo ¿No?. ¿Qué haces aquí y no en el valle?

—Yo...

—Shifu mando a buscarme. Víbora insinuó donde estaría. Los chicos dijeron que vinieras. —dijo dando opciones.

—No. —dijo tajante, hizo que Tigresa volteara y dejara ver su mirada Ámbar en las sombras. —Llevo un rato buscándote, para ir juntos al Festival. —Vuelve su mirada al frente Tigresa. —Se que arruino los momentos sobre todo en los que debo ser tu amigo.

—¿Por qué debes ser el único en decir eso? —dijo con una voz más apagada.

—Yo... Quería disculparme. Desde aquel día... La verdad si he estado con un resentimiento hacia ti, que debo dejar.

—El pelo de tu espalda...

—¡Ya creció!

—Po yo estoy confusa sobre muchas cosas, desde ese día. —dijo apretando los puños.

—Lo sé. Yo si lo tengo claro... El otro lo vi claro en nuestra... Amm...

—¿Cita? Drogada con bambú...—Po toma aire y exhala

—Si. Comprendo que los efectos del bambú son dañinos...

—Po...

—Um.. —trago grueso parando de hablar.

—Meditando me di cuenta que lo que dije ese día no era del todo provocado por el bambú... — se pone de pie

—No tienes que decir nada. —dijo agitando las manos.

—Idiota. —Po se pone serio —... Si no lo digo nunca tendré Paz, paz interior...  —dijo cerrando los ojos respirando hondo. 

—Yo...

—Si... Me-me gus... Me gustas. —Ella sale de entre las sombras. Vestía un pantalón negro y con el un fino y nuevo traje de mangas largas, dorado adornado por hojas y una gran flor de loto hasta su pecho. Po se sintió intimidado por el cambio y abrió los ojos de par en par.

—Tigresa... — ella cierra los ojos con fuerza, no podía verle a los ojos de lo apenada que se sentía.

—Esta vez lo digo en serio. No lo digo por lástima. No lo digo por culpa. Mi corazón lo dijo por mi. — al decirlo sintió de nuevo sus brazos rodearla con fuerza.

—Se suponía que debía decirlo yo. También medite y sólo negaba lo que de verdad quería. Eras tú, también me gustas, es un sentimiento que se forjó con los años de conocerte — dijo separándola y tomándola de los hombros mientras la miraba a los ojos, cristalinos de una guerrera fuerte, pero temerosa del momento. —Perdón por actuar como un idiota contigo por un simple tropiezo.

—Yo debería pedir perdón por no ser sincera... — toma sus brazos y los quita de sus hombros hacia su espalda para caer de nuevo en un abrazo, esta vez dado por ella.

—¿Qué hay del festival? — pregunta suave mientras huele su perfume en aquel abrazo.

—Estoy teniendo mi festival en este momento. — en eso el cielo y ellos son alumbrados por los juegos artificiales, que dan comienzo al festival. Lo abraza con más fuerza, el hace lo mismo.

Historias: Po&TigresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora