Capítulo 10: Si dejas de respirar, dejaré de respirar también

61 4 0
                                    


Narra Frank

Eran casi las 10 de la noche cuando Mikey llamó a mi casa preocupado, me preguntó si Gerard estaba conmigo.

- Pues qué no se supone que tenía cosas que hacer con su mamá. Dime qué pasa Mikey -dudó por unos segundos-

- No Frank, Gee no está con mamá, fue al centro comercial, él quería ... quería comprar unas cosas para una sorpresa que te estaba preparando para navidad, pero ya es muy tarde, no ha regresado, mamá está preocupada

Tuve un mal presentimiento, mi Gee estaba desaparecido, tal vez algo le pudo haber pasado, tal vez lo habían atropellado o golpeado unos delincuentes o tal vez... no, ni siquiera quería pensar nada más, sólo quería encontrarlo, así que llamé a Ray para que me ayudara a buscarlo, llegó a mi casa y nos subimos a mi auto para dirigirnos al centro comercial, donde se supone Gerard pasaría la tarde, según nos contó Mikey.

Estaba algo nervioso, comenzaba a temblar, tenía miedo de que algo le hubiese ocurrido a Gerard.

- Cálmate Frank, ya verás que Gerard está bien

- No sé Ray, tengo un mal presentimiento de todo esto

- Pero qué dices, tal vez sólo se le hizo tarde

- Ray, ya están cerrando el centro comercial, se fue desde antes de las 5 según me dijo Mikey, ¿qué tendría que estar haciendo ahí?

- No sé, tal vez se encontró con un amigo y se fueron a platicar

- Ray, Gee no tiene amigos en esta ciudad, solo nosotros

- Ya Frank, cálmate, qué crees que le pudo haber pasado

- No sé, no quiero pensar lo peor

- Seguro que está bien, te estás preocupando de más

Llegamos al centro comercial, indagamos si alguien había visto a un chico de piel blanca, cabello negro largo, ojos verdes, que llevaba puesta una sudadera verde y un pantalón de mezclilla, pues así nos dijo Mikey que había salido vestido ese día.

Al preguntar a uno de los guardias nos dijo que hace algunas horas había visto a un chico parecido platicando con otro de cabello largo y mechones rojizos, que se habían ido en un vehículo en color rojo rumbo a la carretera.

- Y cómo era el tipo qué estaba con él -le pregunté al guardia-

- No me fijé muy bien, tenía el pelo largo con algunos mechones rojos y...

- Es Bert -dije horrorizado- Bert se llevó a Gee -Ray me abrazó

- Cálmate Frank, vamos a buscarlo, ya verás que lo encontraremos

- Pero ¿y si le hizo algo?

- No pienses lo peor Frank

- Bueno, pues ya no perdamos más tiempo, vamos a buscarlo

Subimos a mi auto, sin embargo no me sentía en condiciones de conducir, un sin fin de escenarios se cruzaban por mi mente, así que le pedí a Ray que él manejara. Nos desplazamos por la carretera con la esperanza de encontrarlo, aunque cómo íbamos a ubicarlo, la única descripción que nos dio el guardia era que se subieron en un vehículo rojo, había millones de vehículos rojos por todos lados, la verdad es que aquello no ayudaba mucho y yo estaba desesperado. Sin darme cuenta había comenzado a comerme las uñas, estaba tan nervioso, tenía miedo que algo malo le hubiera pasado a mi Gee, y como no, si seguramente estaba con ese idiota de Bert.

Yo iba mirando por la ventana por si lograba ver algo, cuando pasamos cerca de un bajo puente. Me llamó la atención una fogata que alcanzaba a verse a lo lejos en aquel lugar.

- Ray para

- ¿Qué pasa Frank?

- Ahí se ve un luz, tal vez esté ahí

- Pero cómo va a estar ahí Frank

- No perdemos nada con indagar

Ray estacionó el auto a la orilla de la carretera y nos dirigimos a aquel lugar, ahí estaba una fogata, sin embargo el lugar se veía desolado. Mientras me acercaba pude ver cosas tiradas en el lugar, como unas velas partidas, algunos sobres de pasta abiertos, pero me llamó la atención cuando vi unos guantes de esqueleto tirados, no sé por qué esos guantes me hicieron acordarme de Gee cada vez que me decía que tenía las manos tan frías.

Seguimos caminando por el lugar, acercándonos a un sillón viejo donde pudimos distinguir una silueta, estábamos aún algo alejados, no se veía muy bien. Nos acercamos un poco más y vi que aquella persona que se encontraba ahí recostada llevaba una sudadera verde, el cabello negro y largo como el de Gee, sin embargo me horrorizó ver que tenía el pantalón abajo y estaba sangrando. Me quedé paralizado, no quería pensar que era él.

- ¿Crees que sea Gee? -Dijo Ray -

- Vamos -le dije con un nudo en la garganta y sintiendo como se me quebraba la voz

Cuando estuvimos a un costado de aquel sillón, tomé el hombro de aquel chico y lo volteé sólo para descubrir que se trataba de mi Gee, estaba inconsciente, con la cara golpeada, llena de sangre. Sentí tanto dolor y tanta ira.

- Mi amor, ¿qué te hicieron? -dije, mientras lo tomaba entre mis brazos – me quité la chamarra que llevaba puesta y lo envolví con ella, su cuerpo se sentía tan frío, quien sabe cuánto tiempo llevaba ahí, así, en esas condiciones.

- Ray, ese maldito de Bert lastimó a mi Gee, lo lastimó -las lágrimas brotaban sin parar, rodando por mis mejillas

- Cálmate Frank, ahora lo importante es llevar a Gee al hospital, hay que subirlo al auto y avisarle a Mikey para que le diga a su mamá

No sé de dónde tomé fuerzas, pero como pude tomé a Gee entre mis brazos y lo llevé hasta el auto. Lo subí en el asiento trasero y me quedé ahí con él, acariciando su rostro, tomando su mano, con la esperanza de que pronto reaccionara.  

The only hope for me is you (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora