Capitulo 1

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Rhodey suspiró cansado. Ya era la quinta caja que había traído de su coche, y para su fortuna, está había sido la última.
Odiaba cargar cajas, y más si estás eran las de su mejor amigo. Él siempre le sobrecargaba de cosas, incluso aunque le digiera que no lo hiciera.

Él moreno se pasó una mano por el cuello, sobándolo mientras miraba aquellas cajas con curiosidad y melancolía, ¿Quién hubiera dicho que las caja de su amigo aparecerían en una bodega abandona? Aún se preguntaba qué demonios hacían allá o cómo habían acabado ahí, aunque claro, tenía una palabra "mágica" que podría responder todas sus preguntas y esa era, Howard.

—Señor Rhodes—saludo Peter mientras entraba junto con Bruce y otros miembros del equipo—. ¿Qué trae ahí?

—Unas cajas de Tony—respondió con simpleza—. Fueron encontradas en una bodega por el gobierno, y supieron que le pertenecía a Tony por que decían "industrias Stark", así que me mandaron a recogerlas.

—¿Y cómo está seguro que son del señor Stark?

—Sólo Tony llena de tal forma una caja a pesar de que se le da otra indicación—suspiró mirando las cajas—. Debo dárselas a Tony, ¿sabes dónde está?

—Había salido—comentó Bruce metiéndose en la conversación—. Creó que fue al santuario de Strange a preguntarle algunas cosas.

—¡lo que faltaba!—exclamó cansado.

—Puede dejarlas en el taller—comentó Peter animándolo—. Ahí sólo las vería el señor Stark.

—Buena idea Peter—afirmó Rhodey—. ¿Me ayudas?

—Claro.

—Yo también los ayudo—aportó Banner acercándose para ayudarlos.

—Nosotros también los ayudamos—declaró Steve y Barton, a lo que el coronel se quiso negar por la mala relación que tenían ellos con su amigo; sin embargo, recordó como Anthony le dijo que Fury le pidió que se comportará mejor con ellos. Así que él también debía intentar ser más amable, aunque le costará.

—Esta bien—murmuró mientras Peter se apresuraba a tomar una de las cajas y correr con ella hacía el taller para poder ingresar la contraseña y entrar.

Todos bajaron las escaleras de la habitación, caminando por la pequeña sala de lugar, hasta llegar donde había una gran mesa de metal que estaba llena de herramientas, hierro y cables, simplemente, hecha un desastre como todo lo que acostumbraba a tener el genio.

Todos dejaron las cajas al lado de la mesa, a excepción de Parker, que la subió en la mesa, mirándola con curiosidad.

—Señor Rhodes, ¿Qué hay aquí?

—No lo sé—contestó encogiéndose de hombros, caminando hacía él menor —. Deben de estar los primeros planos de Tony, herramientas y cosas por el estilo.

—¿Puedo abrirlo?

—Supongo que sí eres tú no debería haber tanto problema—murmuró confuso, provocando que él chico ni siquiera dudará de aprovechar su posición de pupilo para ver los primeros inventos de su mentor.

Emocionado y expectante, retiró la cinta y abrió la caja, esperando junto con el resto, encontrar planos despedazados y demás cosas, sin embargo, grande fue la sorpresa del chico al encontrar una flor seca, sobre unas fotos enmarcadas y otros papeles tirados.

Tomó la flor con cuidado y miró cómo está prácticamente estaba marchita, seca y vieja, pero extrañamente no tanto cómo debería de serlo, ya que no se despedazaba al tocarla.

El primer amor nunca se olvida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora