III

279 35 0
                                    

Mier— me tapé rápido la boca, Tn_ me miró de reojo, apartó su mirada haciendo "shhh''mientras se concentraba en limpiar las heridas de mi abdomen.

Estaba muy seria, muy dentro en sus pensamientos, más que seria molesta.

—Hija de p— puso su dedo entre mis labios en señal que me callara, por primera vez en tanto tiempo me mira directamente, desde que llegó ha estado evitándome, cuando esta Kiri actúa normal, pero cuando estamos solos no me habla ni me presta atención.

Bakugou pon de tu parte casi termina— Eijiro estaba sentado al lado mío —que bueno que viniste, me hubiera costado mucho sin tu ayuda— Tn_ había hecho un curso de primeros auxilios avanzados aparte de que sirvió de asistente a Recovery girl un tiempo.

Y me cuido una vez cuando tuve un accidente, no iba a dejar a esta loca cuidarme porque si, me da  más confianza que Kiri que puede ser algo torpe a veces.

Fue cuando estaba en mi último año, haciendo prácticas me tocó luchar contra un villano y quede hospitalizado, la loca me fue a cuidar, estuvo ahí día y noche, ya era detestable verla en la academia y ahora la tenía 24/7 atenta a mí.

Lo único bueno era cuando llegaba la hora de las visitas y ella tenía que salir mientras me iban a ver.

Un día había un hermoso ramo de rosas a mi lado con una tarjeta que decía ¨te quiero¨ y ella llegó con mi desayuno, me acomodo y me entrego mi desayuno, se sentó en la silla que estaba al lado de mi cama, la mire y le pregunté:

¿Quién trajo las flores?-

Yo las traje— me dio una triste sonrisa.

Fue lindo el detalle, nadie me había llevado flores durante mi estancia en el hospital, no quise quejarme realmente me gustaron las rosas.

Listo— ella se levantó del piso mientras me acomodaba su ropa, moví mi cuello provocando que sonara —dios, estás muy tenso— ella rodio el sofá colocándose detrás de mí, puso sus manos en mis hombros y empezó hacerme un masaje.

Me sentí en el cielo por un momento, tiene las manos de un ángel, cerré mis ojos dejándome llevar por el masaje, hasta que un teléfono sonó.

Perdón es el mío— sacó sus manos de mis hombros, tomó su teléfono y fue a la cocina a contestar.

Desde esa llamada su teléfono no dejó de sonar toda la tarde, se mensajeaba con alguien y no sabía quién, ella sonreía mientras miraba la pantalla, nuevamente me estaba ignorando, en un minuto ella fue al baño dejando su celular en la sala, la pantalla de su teléfono brillo se podía ver la notificación, era un mensaje de Shinsou.

¿Acaso se casó con él?

¿Será él su esposo?

El mensaje decía ¨okey, nos vemos mañana¨, genial otra molestia.

Me basta con tenerla a ella aquí y ahora quiere traer a alguien más.

¿Desde cuándo se llevan tan bien? Digo después de que ella lo dejara plantado no hubo nada más, ¿no?.

Era la graduación, ella no había asistido a la ceremonia principal por lo que pensé que me había salvado, durante la fiesta pusieron una canción lenta. Salí de la pista para acercarme a la mesa de aperitivos.

Deje de mirar la mesa levantando la mirada, ahí estaba ella a unos 3 metros de distancia, llevaba un vestido corto de satín azul con la espalda descubierta, estaba linda, Shinsou  sostenía su cintura acariciando esta y su espalda, ella lo abrazaba del cuello acariciando su cabello.

Ambos rozaban sus narices sin quitar su mirada del otro, ella lo miraba de una manera especial, de la manera en que solía mirarme a mí, no sabía lo que significaba esa mirada hasta que dejó de verme para ver a otro, —solo hazlo— eso es lo que quería decirme, a Shinsou le costó menos descifrarlo y la beso.

Ella correspondió, no me miró en toda la noche, se la paso bailando con su grupo de amigos y Shinsou.

Supuse que ese fue un adiós y que ella me dejaba ir.

Bro ¿estás bien?— Eijiro me había tocado el hombro, Tn_ estaba sentada en la mesa.

Ya era la hora de la cena, había estado pensando en ella toda la tarde, no es la primera vez que pasaba horas pensando en ella pero ¡mierda!.

Me siento como un adolescente hormonal.

Estaba sentada al frente mío de nuevo, llevaba un bralette de encaje que resaltaba su busto y pantalones de jeans, se veía hermosa.

Habían comprado cosas dulces, parece que la hermanita de Eijiro está siendo mimada, ella estaba comiendo el pastel que habían comprado, noto que la estaba mirando, me devolvió la mirada  y me sonrió, mentiría si dijera que nunca me llamo la atención el acercarme a ella, pero probablemente Kirishima se hubiera molestado.

Al verla tan radiante no puede evitar llegar a mi cabeza —así hubiera sido—, vendríamos cada cierto tiempo a visitar a Eijiro, algunas veces a sus madres y otras veces a los míos, ella haría postres para impresionarlos, postres que mi padre no se negaría a comer satisfecho y cada que empezará a discutir con mi madre ella sutilmente tocaría mi brazo, sería una señal entre nosotros, para hacerme saber que debía calmarme.

Durante la semana estaríamos peliando para poder vernos con el horario de trabajo, se escabulliría en la ducha o me enredaría entre las sábanas cuando saliera a trabajar.

Saldríamos juntos mínimo una vez a la semana, no importaba donde ni siquiera sería necesario salir, solo importaría estar con el otro.

Las fantasías de la adolescencia volvían a mi mente, era estupido fantasear de una manera tan infantil, si realmente hubiera querido esa vida ahora mismo la estaría viviendo, pero era egoísta, el siquiera pensar que ella también lo hubiera querido, la rutina le hubiera abrumado —a ambos— hubiera perdido el sentido, seguido del amor y terminaríamos vagando en un ciclo mirando constantemente la puerta hasta que alguno de los dos saliera por ella.

De ninguna manera lo nuestro hubiera funcionado.

I Love You So •[Bakugou y Tú]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora