7:Respira

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Narración de Jungkook

Estaba atrapado de nuevo en aquella habitación negra, al menos esta vez no llegue a ella cayendo de un cielo imaginario.

Toda la sangre que perdí en mi visita pasada seguía adornando el bonito piso negro, pero está vez ya estaba seca.

—M-mierda—pronuncie.

Mi voz hizo eco por todo el lugar y aumentaba su volumen con el paso de cada segundo, taladrando mis oídos en el proceso.

Me senté en el suelo, sabía que no iba a salir de este lugar hasta que la bestia me tragara.

Unas risitas pequeñas me hicieron voltear la cabeza para poder observar cualquier cosa espeluznante con la que moriría hoy, tal vez podría defenderme y salir victorioso en este sueño.

—Ni lo pienses— otra carcajada resonó, mas sin embargo, esta se escuchó justo a lado mi oreja—. Fifi ni ningún monstruo es lo suficientemente bueno como para que me recuerdes, a excepción de mi.

¿Si tenía miedo? Claro que sí, es un sueño pero no evitaba que quisiera cagarme del susto ante una voz tan grave.

—Eres lindo cariño, pero te lo advertí no es así?

Seguía asustado y esa voz solo aumentaba su burla.

—Te desesperas mucho, pequeño, y demasiado rápido— un bufido sarcástico salió de los labios de la persona la cual me resulta familiar— Te pone nervioso no poder verme, verdad? Mueres de curiosidad por saber quién soy.

Me mantuve callado y asentí con miedo, las afirmaciones eran perfectamente correctas.

«¿Por qué parece que puede leer mi mente?»

—Tal vez podría ser porque lo hago.

—D-deja de hacerlo, quieres?— hable.

—Por qué debería? Me divierte ver como me deseas tanto.

— Se llama respeto a la privacidad— respondí serio con una respuesta totalmente ridícula.

Una carcajada nasal junto a unas palmadas hacía eco en mi cabeza.

—En verdad crees que voy a respetar tu supuesta privacidad? 

—Sí, es lo menos que puedes hacer— una mezcla de furia y miedo me consumía—. Es mi cabeza después de todo. 

Alguien apareció de una puerta imaginaria y ese alguien no era ni más ni menos que el doctor de la tiendita rara.

Aún procesando este terrible sueño de mala calidad, el pelirrojo se me acerco con una sonrisa arrogante.

—Cariño, desde que cruzaste la puerta de mi puestito te has convertido en mi perra— toco suavemente mi mentón—. Lo tuyo es mío, así que tu cabeza ahora me pertenece.

—No te pertenezco, solo eres un estú...— la dolorosa cachetada que me brindo me hizo callar.

— Si te digo que saltes, tú saltas como una puta rana— su mano seguía en mi mentón y sus uñas se enterraban en este—. Si te digo que bailes, vas a bailar hasta que no sientas los malditos pies— sus facciones derrochaban superioridad, se veía atractivo a decir verdad, mas el dolor en mi cara no me permitía enfocarme en ello—. Si te digo que eres mi puta, lo vas a ser— él seguía teniendo ese toque de diversión—. Aquí mando yo, angel, que no se te olvide.

Me removí bajo su tacto, me incomodaba.

—A quien le perteneces?

—No soy de nadie, ni mucho menos de ti— jadee cuando volví a sentir su mano golpearme.

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⏰ Última actualización: Oct 28, 2021 ⏰

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