Capítulo 21

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Capítulo 21

SELENA

Ya había pasado como una semana desde que Luke se había enterado de la carta de la editorial y desde entonces él estaba actuando muy raro, más distante, no estaba de acuerdo conmigo en casi nada y ya casi no pasábamos tiempo juntos.

No sé qué le pasó, le dije que no me iba a ir. Me había costado mucho abrirme hacia alguien y no me iba a alejar de él.

Era sábado por la mañana, recién regresaba de correr un rato en el parque.

- buenos días Luke – lo saludé entrando a la habitación.

- debemos hablar – dijo en un tono muy serio.

- sí claro ¿Qué pasó? Le pregunté y me senté a su lado en la cama.

- hace unos días estuve con alguien... con otra chica.

No puede estar hablando en serio.

- ya no siento lo mismo por ti y creo que debemos separarnos.

- ¿Qq... ¿qué?

- eso, me di cuenta que te quería solo porque no viniste corriendo a mis pies como todas las chicas lo hacen. Pasamos un buen tiempo juntos y ya.

En ese momento mi corazón se partió en mil pedazos como si de un espejo se tratara.

Sus palabras me dolían...

Había sido usada por un chico... ¿otra vez?

No, Luke no es así, tiene que ser mentira.

- me estás diciendo que siempre fingiste sentir algo por mí? – el solo asintió – te conté mi pasado, mis miedos y hasta me presentaste a tu familia ¿y vas a decirme que todo esto fue un juego para ti?

- tú lo has dicho, solo fue un juego.

- maldito... - logro decir en un susurro.

Sentí como mis ojos se llenaron de lágrimas pero no, no iba a llorar delante de él, no podía.

Cerré la puerta de un portazo y salí del edificio lo más rápido que pude.

Viqui, Liv y Daniel estaban desayunando en la cocina pero no podía seguir estando allí.

Llegué a la residencia y me encerré rápido en mi cuarto, por suerte ayer había traído mi mochila de la universidad y mi computadora del apartamento de Luke.

Rápido abrí mi casilla de correo y le confirmé mi asistencia a la reunión de Anness Books.

No iba a pasar ni un día más en esa ciudad, no quería estar cerca suyo ni de nada que me recuerde a él.

Necesitaba salir de allí. 

Cuatro mesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora