El fruto prohibido

Capitulo 37

Dejamos las maletas en los respectivos cuartos y nos vimos afuera de la casa.

- Oye pero no sé español... -se cruzo de brazos-

- No te preocupes yo te ayudo a traducir... O te enseño... -lo mire y reí-

- T/N, ¿Vas a querer que te cuente? -me hablo Jose-

Voltee a verlo- Cuando lleguemos no creas que te vas a safar de mi si llego y no estás, te iré a buscar a tu trabajo y te haré un escándalo, así que mejor debes de estar aquí cuando regresemos -lo mire se arriba abajo y regrese con Manuel-

- ¿Estás segura que no quieres saber el porqué estás aquí? -me susurro Manuel-

- Me iré antes de las 8:30 PM así que si no llegas puedes hacer lo quieras ya te lo advertí -nos miró y se metió-

- ¡Ashh! Como sea, quiero saber, pero no creo que llegues después de esa hora, vamos rápido antes de que no encontremos lugar de estacionamiento -rei y me subí al carro-

- Está bien, vamos rápido... Pero me traduces -empezo a reír y se subió al carro-

Conducimos o bueno Manuel condujo hasta el centro comercial.

Compramos muchas cosas, me compré un tocador similar al que tenía en New York pero ese me lo iban a llevar hasta mi casa, mucha ropa, zapatos y un teléfono nuevo.

Le compré a Manuel, unos trajes nuevos, corbatas, mancuernillas y una cartera.

- Madison, me has comprado mucho, no deberías de gastar tanto en mi -me miró-

- ¡Shhh! Calla y vámonos ya a la casa -reimos y nos fuimos al carro-

Dejamos las bolsas en la cajuela y nos subimos.

- Muchas gracias por cuidarme y protejerme todos los días -me acerque a el y le di un beso en el cachete-

Se sonrojo y me miró- No tienes nada que agradecer, eres especial para mí y así siempre será -me sonrió y encendió el carro-

- Te quiero mucho Manuel -sonrei y actualicé mi teléfono-

- Gracias Madi... Yo igual te quiero mucho -me sonrió y nos fuimos a la casa-

Le metí los números que yo me sabía... Pero no podía hablar con ellos por WhatsApp... No me dejaba así que se le cumplió el deseo a José, que no hablara con mis contactos de New York, asi que instalé Facebook, Twitter e Instagram.

Empecé a hablar con mis pocos amigos de allá, con Cole hablé muy poco, le dije que me tenía que aislar por un tiempo... Quise arreglar las cosas con Tania pero fue un error, con David no quise hablar, así que ni le mande mensaje.

En cuestión de minutos habíamos llegado, era buen tiempo para hablar con José.

Le ayude a Manuel a bajar las bolsas de la cajuela.

- Si llegara a hacer algo malo... ¿Me perdonarías? -me tomo Manuel del brazo-

Lo mire y me soltó- Claro que sí... Bueno si se que estabas obligado o que no era tu intención... Pues si lo haría -lo mire- No te preocupes por nada... No se porque tienes tanto miedo -sonrei y acaricie su cachete-

- Pronto lo sabrás -tomo mi mano y la beso- Ve con tu padre y dile que te hablé con la verdad -solto mi mano y reímos-

- Eso espero... Nos vemos al rato- busque a José-

- Valla... Pensé que no llegarías, siéntate y vamos a hablar como los adultos que somos -tenia en la mano una copa de vino-

- Quiero la verdad y solo la verdad, no quiero que omitas y nada -me senté y me sirvió una copa de vino-

- Eres mayor de edad así que... -se encogió de hombros- Puedes tomar -tome la copa de vino y le di un sorbo-

Sabe buena, debo admitir que jamas lo había probado.

- Bien ahora quiero la verdad, no eh hablado con nadie de mi vida pasada mas que con Manuel y claro contigo -rodee los ojos-

- Bien te traje aquí porque estar en New York te hacía daño, apesar de que estabas bien con Cole estar en esa escuela te traía malas consecuencias... -movio su copa delicadamente- Por ejemplo lo de Juan... Que mandaste a darle un susto, con estos chicos del bar... ¿Cómo se llaman? ¡Ah si! Robin y Santiago -me miró-

- ¿Tu como sabes eso? -lo mire y dejé la copa a un lado-

- Me lo dijo Juan, eh tenido contacto con el... Bueno tenia, el problema con David y está chica... ¡Tania! -le dio un sorbo a su copa- Y muchos problemas más... Di que no eh corrido a Manuel por el beso que te dio... -me miró e hizo una risa irónica-

- ¿Tu como sabes todo eso? Y quiero la verdad -lo mire con furia-

- ¿Te acuerdas de la chica... Karla? Pues ella me decía todo lo que te pasaba en la escuela -me miró y sonrió-

- ¿Y lo de Manuel? -frunci el ceño y lo mire-

- Ahhh de eso... -tomo de su copa hasta dejarla vacía- Pues tenía cámaras afuera de la casa, ninguno de los dos lo sabían así que no te enojes con Manuel -se sirvió más vino-

- Valla, valla... Eres una caja de sorpresas -tome mi copa, la alcé y me la termine- ¿Cómo me trajiste hasta acá? -deje mi copa en la mesa de centro-

- Pues verás... Le dije a Manuel que te trajera y sabia que no ibas a venir por voluntad propia, ¿Quieres más? -destapo la botella-

- Claro -le acerque mi copa, me sirvió y me la dió- Continúa -deje la copa en la mesa-

- Así que le dije que te buscará y le di un chocolate con... -lo interrumpí-

- Con razón veía la envoltura abierta... Y por eso Manuel todo el día me estaba pidiendo perdón... -tome mi copa y bebí un poco de ella-

- Exacto... Perdón por eso... Pero también lo siento pero no podrás hablar con nadie de allá y mucho menos con tu mamá... Tu teléfono lo deje... Por allá... En algún lugar de New York... Así que tendrás que empezar una nueva vida... Y eso es todo, ¿Algo más? -me miró y tomo de su copa-

- ¿Tendrás cámaras aquí? Esta bien cumpliste tu parte y ahora yo cumpliré la mía... -tome el vino de un sorbo-

- ¿Quieres más? -negue con la cabeza- No, no creo tener cámaras aquí... Si eso es todo me tengo que ir a trabajar llegó mañana en la tarde, adiós -termino su vino, dejo la copa en la mesa y me dio un beso en la frente-

- Gracias por decirme la verdad y por la tarjeta de creído -sonrei-

- De nada hija -salio y se fue-

Subí a mi cuarto y me acoste en mi cama... Llame a Manuel si es que estaba aquí todavía.