Demonios.

5.9K 786 137
                                    

— ¡Ah! ¡uhg!

Aumento la fuerza y velocidad de sus penetraciónes.

— ¡Ah duele!

Se acercó a su rostro para besar sus labios. Era tan excitante el sentir su trasero apretarse.

— ¿Quieres que me detenga?

Lo miro con lágrimas en sus ojos.

— N-No... — ¿Por qué se sentía tan bien? — No te detengas.

Sonrió para después penetrarlo totalmente haciendo qué arquera su espalda y gritara con placer y dolor.

Jamás había tenido un pene dentro de él, así que eso dolía. Pero él sabía cómo hacerlo sentir mejor.

— ¡Aaah! ¡Espera!

Sujetó sus manos y abrió aún más sus piernas.

Estaba al límite. Los dos lo estaban.

— ¡Ya no lo soporto! — ¿Cómo era posible que se viniera de ese modo cuando ni siquiera había tocado su pene?

— Solo un poco más. — Sujeto con más fuerza su cadera.

— ¡Uhg! ¡Ah!

Todo el semen tibio se vacío dentro de él mientras el suyo se regaba sobre su abdomen.

Su respiración era agitada y entrecortada.

— Ah... Ah... — Trato de procesar lo que había pasado.

Se acercó a su rostro y miro fijamente a sus ojos. Se miraron por unos minutos en total silencio.

— Yo... — Era tan lindo. — Quiero hacerlo de nuevo.

— ¿Q-Qué?

Lo penetró rápidamente haciendo qué le fuera imposible detenerlo.

— ¡Namjoon!

Pero se sentía tan bien.

— Yoongi.

¿Cómo habían llegado a esa situación?

¿Cómo?

~ Tres horas antes. ~

Caminaban tambaleándose por el pasillo del departamento de Yoongi.

Reían tanto que no podían ver bien por dónde iban.

— Es aquí. — Señaló a la puerta.

— Te llevaré a la cama, debes dormír. — Entraron. — Mañana tienes un vuelo.

— Mmm no quiero.

— Vamos. — Lo acerco a la cama pero Yoongi no lo soltó. — Creo que tomaste demasiado.

— Lo mismo que tú.

— Si, y eso fue demasiado.

Lo intento recostar pero Yoongi se puso tan pesado.

Lo dejo caer en la cama pero él también lo hizo ya que Yoongi no lo soltó.

Quedó sobre él mirando su rostro.

Él olía a alcohol, pero también tenía un aroma dulce.

Muy dulce.

— Tengo que irme.

Se Intento levantar pero Yoongi sujeto sus hombros.

Namjoon lo miro confundido.

— Me siento extraño.

— Es porque estás ebrio.

— No. — Lo sujeto con más fuerza. — No es eso, no estoy tan ebrio como para no saber lo que estoy haciendo. — Miraban sus ojos. — Mi cuerpo se siente caliente, y no es por el alcohol.

— ¿Estás entrando en celo?

— No, esto es diferente. — Sus manos lo estaban apretando demasiado. — Ya había pasado antes, pero solo cuando estás cerca de mi.

— Yoongi...

Ni siquiera se habían dado cuenta de que sus labios estaban tan cerca.

Yoongi se acerco cortando con los pocos centímetros que separaban sus labios.

Sus labios eran muy suaves.

Sus besos eran tibios y húmedos.

— Creo que sí estoy muy ebrio. — Su cuerpo estaban tan desesperados.

Volvió a besarlo, lo beso como si fuera a comerse sus labios.

Después de eso todo se volvió borroso.

~ La mañana siguiente ~

Sus piernas estaban entrelazadas, la cabeza de Yoongi estaba recostada en su brazo izquierdo.

No parecían estar muy dormidos, pero el sonido de una alarma los hizo moverse un poco.

Namjoon abrazo a Yoongi, ahora su frente pegaba con su pecho.

Una vez más la alarma sonó.

— Mmm. — Ambos se quejaron.

Fue entonces que abrieron los ojos. Pero cuando se vieron sus cuerpos se separaron bruscamente.

— ¿Q-Qué? — Vio su cuerpo desnudo. Su trasero dolía demasiado. — ¿Qué demonios?

Namjoon se quedó callado tratando de recordar lo que había pasado.

— Yoongi. — Se puso de pie cubriéndose con la sabana. — Nosotros...

No fue necesario terminar, la cara de Yoongi dejo ver qué había recordado.

Iba a decir algo pero una tercera vez la alarma sonó.

— Oh no. — Cayó en cuenta de algo. — Mi vuelo.

Busco su ropa.

— Oye, Yoongi. — Necesitaba hablar de lo que había pasado pero él estaba muy apurado buscando cosas por toda la habitación. — Yoongi. — Sujeto su brazo. — Necesitamos hablar.

— ¿De qué? — Jalo su brazo. — Es obvio que estábamos ebrios, así que no es necesario hablar de ello.

Namjoon lo miro en silencio. Su teléfono empezó a sonar.

Estaba en el suelo cuando lo tomo pudo ver que era su padre.

Él también había olvidado que tenía algo importante esa mañana.

— Escucha. — Se puso una camisa. — Yo me iré hoy, y tú tienes cosas que hacer. Así que solo hagamos como si nada de esto hubiera sucedido.

Su teléfono siguió sonando por las llamadas de su padre.

— ¿Vas a regresar?

Nunca había querido que se fuera, y ahora menos que nunca quería eso.

— No lo sé. — Le dió la espalda. — Tengo que darme prisa. Vete.

— Esta bien.

Se puso su ropa y salió de la habitación no sin antes ver la espalda de Yoongi.

Cuando la puerta se cerró Yoongi se dió la vuelta. Miro la puerta y suspiro con cansancio.

— Demonios. — Reviso la hora, era tarde.

Tenía que darse prisa.

Tenía que irse.

NO ME TENGAS LASTIMA. (NAMGI).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora