Regreso.

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Dejo caer la prueba de embarazo que había hecho hace tres minutos.

Positivo.

Sabía que eso era real, pero aún así siguió haciendo esa prueba una y otra vez.

Se puso de pie.

Su pecho dolía. No sé sentía bien como para tomar un vuelo.

Pero lo haría, no quería ver a Namjoon, pero debía hacer lo correcto.

Debía decirle. Ya habían pasado algunos días desde que se enteró de su situación, no podía seguir ignorando más el hecho de que debía hacer algo.

Se sintió solo un poco mejor al saber que su doctor viajaría a Corea, así podía ir con el cuando tomara una decisión.

Tenía la mente en blanco, ni siquiera estaba poniendo atención a las cosas que terminaba de meter dentro de su maleta.

Sabia que si se iba ahora llegaría a Seúl al anochecer.

Cerro la puerta de su departamento, tardo en apartar su mano de la puerta.

Cuando pudo hacerlo tomó un taxi hasta el aeropuerto. Cuando llegó supo que sería complicado; ya que las personas embarazadas debían tomar precauciones extras.

Pero no quería decirle a nadie, solo lo verían extraño. No quería eso.

Sin decir nada subió al avión esperando que nada saliera mal.

Una parte de él quería bajar y regresar a casa.

•••

El sonido de la puerta ser tocada lo hizo ponerse de pie, sabía quién era.

— Nayeon. — Dijo al abrir la puerta. — Llegas tarde.

Habían quedó en desayunar juntos.

Ella se veía tan brillante como siempre.

— Lo siento, pero estaba viendo un departamento, lo ví y no pude evitar querer tenerlo. Además está en el centro; es complicado conseguir un buen lugar ahí. — Entro. — Me llevarán las cosas hoy.

— Me alegra que ya tengas un departamento. Si necesitas ayuda puedo ayudarte.

— ¿De verdad?

— Claro.

— Sería bueno ayudarme a acomodar mis muebles.

— Saldré muy temprano para poder ayudarte. — Camino a su escritorio y cerro su laptop. — ¿Vamos?

— Si. — Sujeto su brazo. — Llévame al lugar de la otra vez.

— Lo que tú quieras.

Sonrió.

Las cosas iban bien, se sentía bien estando a su lado.

•••

No podía dar un paso, estaba en la salida del aeropuerto mirando los taxis pasar; no tenía la fuerza para levantar la mano y detener uno.

— Maldita sea. — Levantó la mano.

Cuando un taxi se detuvo frente a él dió un paso hacia atrás.

NO ME TENGAS LASTIMA. (NAMGI).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora