Hagamos esto.

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Corrió lo más rápido que pudo hasta el mostrador.

— Buen día, necesito Información sobre un paciente. — Estaba alterado.

Nayeon sujeto su brazo para intentar tranquilizarlo.

— ¿Cuál es su nombre?

— Kim Ji hu. Es mi padre.

— Si aquí está, llamaré a su doctor y él les dará información. Pueden esperar sentados.— Se dió la vuelta.

— Gracias.

Se hizo hacia atrás y camino hasta los asientos.

Nayeon lo ayudo a sentarse, después se sentó a su lado.

— Él estará bien.

— Eso espero, su secretaria dijo que le dolía él pecho. Él jamás me dijo algo.

— ¿Tu madre sabe sobre esto?

— No, y no le diré hasta que sepa cómo está, no quiero preocuparla.

— Está bien. Yo estoy contigo.

Sujeto la mano de Namjoon.

Él la miro con preocupación.

— ¿Señor Kim?

La Alfa de largo cabello negro se puso frente a él.

— Si, si soy yo. — Se puso de pie. — ¿Qué fue lo que pasó?

— Venga conmigo, le explicaré en el camino.

— Si.

Comenzaron a caminar por los pasillos, se dirigían hasta la habitación de su padre.

— Lo que le pasó a su padre fue un preinfarto.

— ¿Qué?

— No se preocupe, él está bien, pero está muy débil.

— ¿Por qué le pasó eso?

— Pueden ser muchas razones, su padre no sufre ninguna enfermedad, así que puede ser por el estrés, la edad. Tendremos que hacer más estudios. ¿Está de acuerdo?

— Si lo que necesite.

Se detuvieron.

— Su habitación es está. Pueden verlo, está dormido así que hay que dejarlo descansar.

— Gracias. — Hizo una reverencia.

— Volveré.

Namjoon miro por la ventanilla de la puerta.

— ¿Entrarás?

— No, necesito tomar café primero...

A veces eso lo calmaba.

— ¿Quieres que vaya?

— No iré yo. — Acarició su cabeza. — Quédate con él.

— Porsupuesto.

Necesitaba despejarse un poco, quería conseguir un café, pero no sabía hacia donde dirigirse. No recordaba el camino por dónde había llegado ya que no estaba prestando atención.

Supo que estaba llendo por el camino equivocado cuando comenzó a ver a personas embarazadas por todos lados.

— Creo que me estoy llendo muy lejos. — Pensó mientras se daba la vuelta.

Pero se detuvo al sentir algo extraño.

Era una sensación tranquila y relajante. Su cuerpo se sintió liviano, cerro los ojos y suspiro con tranquilidad.

NO ME TENGAS LASTIMA. (NAMGI).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora