7 REINOS || KOOKV~ KOOKTAE

🥀 Capítulo 7

— Taehyung-ie, ¿estás seguro de esto? Yo te apoyo profundamente, pero ¿no quieres que te acompañe dentro? —

Nos encontrábamos frente al castillo del Reino Demonio. A pesar de las altas horas de la noche, Jimin se había ofrecido a acompañarme hasta allí. Este se encontraba bastante temeroso, debido al aura de oscuridad y soledad que desprendía ese sitio.

El Reino Demonio siempre había sido de los más sombríos pero no al nivel de respirar maldad en el aire.

— Jimin está todo bien. Ya puedes irte a casa enserio. — El nombrado se encontraba tan abrazado a mí que casi se me hacía difícil respirar. — Me encantan tus abrazos ¿pero puedes soltarme por favor? Voy a morir asfixiado como sigas así. — Reí levemente y se separó.

— Vale está bien, me iré. Pero como se le ocurra ponerte una mano encima juro por la Diosa Luna que yo mismo vendré a por él, lo haré picadillo y se lo daré de comer a los unicornios. — Mis ojos se abrieron como platos, junto con mi cara llena de terror por imaginar tal desagradable situación.

— Bueno… será mejor que me vaya. — Dijo algo avergonzado.

Nos despedimos con un fraternal abrazo y un «Mucho cuidado» por su parte.

Emprendí mi caminar hasta unas escaleras que daban al portón principal. Mientras subía por ellas me percaté de la falta de personal corriendo por todos lados o de unos simples guardias que custodiaran entradas y esquinas para evitar que nadie indeseable se colara en el palacio.

Di tres fuerte golpes en el portón, no hubo respuesta. Volví a repetir la acción y la puerta cedió dejando ver un poco el interior. Entré poco a poco mientras la empujaba,merodeando con curiosidad el interior.

Dos caballeros vestidos con una negra armadura y grandes alas que se encontraban al inicio de la inmensa escalera, me recibieron en la penumbra del castillo.

— ¿Quién osa a entrar en el Castillo Demonio sin permiso? — Una voz grave y muy potente se dirigió a mí. Me asusté un poco, pero tenía que mostrarme valiente.

— Soy Kim Taehyung, rey de los druidas. — Me presenté. — Busco a su Majestad Jeon Jungkook, quisiera hablar con él. —

— No puede habl… — El guardia fue interrumpido.

— Dejadlo pasar. — Demandó el azabache situado en la barandilla en la parte superior de la escalera. — Marchaos, inmediatamente. — Ambos asintieron dejándonos solos.

El demonio bajó hasta quedar en el último tramo de escalera y sentarse. Sentí que mi barbilla casi llega al suelo.

¡No tiene alas!

La otra noche estaba todo tan oscuro y tenía los nervios por los cielos que ni siquiera me percaté de ello.

— Volvemos a vernos Majestad. ¿Qué le trae por mi humilde morada? — Su rostro poseía una socarrona sonrisa.

— Lo primero de todo, buenas noches.- Dije con seriedad, no iba a dejar que su belleza me pusiera nervioso. ¿Qué estoy diciendo? Me estoy volviendo loco.

- Ah… Siempre tan educado Taehyung-shi. — Se puso serio — Continúa.— Demandó.

— Como ya sabes, hoy tuvimos una reunión a la que te negaste a ir rotundamente, lo que me parece una total falta de respeto por tu parte. Así que estoy aquí, para explicarte la única cosa que se te asignó. - Explicaba completamente serio para que tomara la situación con la seriedad que merecía. Por  otra parte, Jungkook volvió a plasmar esa sonrisa que me ponía los pelos de punta.
— Solo tienes que hacer desaparecer esos nubarrones negros y mantener a todas esas almas oscuras lejos de este mundo. No paran de atacar a la gente y a los animales, así no podemos mantener al pueblo a salvo. —