Me encontraba solo en el bosque absorto en el fondo de mis pensamientos. Posiblemente, podrían haber pasado aproximadamente cinco, diez o incluso quince minutos desde el encuentro con Jungkook y este decidió marcharse. Aunque no estaba muy seguro.
Mi cabeza no daba crédito a todo lo que había pasado. No podía parar de recrear en mi mente como el azabache se acercaba poco a poco a mi rostro y susurraba en mi oído.
Se me erizan los pelos de todo el cuerpo.
No sé cuánto tiempo más estuve en ese trance maquinando en mis pensamientos, hasta que algo llamó mi atención. Un pequeño objeto brillante relucía entre unos pequeños hierbajos, así que me acerqué con curiosidad a recogerlo.
Es un pequeño anillo.
El objeto era algo simple pero irradiaba gran belleza. Lo agarré, admirandolo por todos los ángulos posibles, dándole vueltas entre mis finos y largos dedos. Era de color negro con unas pequeñas espirales decoradas con tres pequeñas piedras de al parecer diamante que sujetaban una piedra más grande y ovalada de tonos rosaceos y lilas.
En la parte interior del objeto descubrí un sutil grabado en letras cursivas.
𝓙. 𝓙. 𝓚
Genial, lo que me faltaba.
El fugaz pensamiento de probarme esa bonita joya recorrió mi mente. Era algo totalmente trivial, así que decidí colocar el anillo en mi dedo anular sin más.
La pieza adornaba a la perfección mis definidas manos creando un bonito contraste entre el tomo brillante de este y mi piel un tanto bronceada, junto con mis anillos de oro los cuales algunos estaban decorados con un rubí o pequeños diamantes.
Estaba maravillado con esa increíble obra de artesanía. Con mucha delicadeza lo retiré de mi dedo y lo guardé en el bolsillo del pantalón de mi traje, con el fin de emprender mi camino de vuelta al castillo.
~ ☾︎ ☆ ~
Recorrí el mismo camino por el que entré al bosque a diferencia de que ahora en vez de ir dirección a la torre, me dirigí directamente hasta el palacio.
Tras una no muy larga caminata ya me encontraba en la parte lateral trasera de mi hogar, más concretamente escondido detrás de una largas sábanas blancas en el patio donde mis sirvientes dejaban secar todos los ropajes. Trataba de esconderme de uno de los guardias que merodeaba por alrededor.
En uno de sus periódicos paseos, el guardia paró, mirando su reloj con algo de alegría indicando que su turno había acabado y debía tomar el relevo otra persona. Se dirigió a la puerta de metal que daba entrada a los lavaderos abriéndola, por lo que me apresuré a buscar algún objeto con el que poder trabarla.
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7 REINOS || KOOKV~ KOOKTAE
Hayran KurguCuando Dios creó el mundo lo dividió en 7 reinos, pero dos de ellos cometieron una traición desencadenando La Gran Guerra del Equilibrio. La Deidad Suprema Luna custodió a los descendientes de cada reino que fueron enviados a las estrellas, menos a...