Sidenotes - [ En otra vida ]

Samantha Arias

A/n: Wiii
When todo el mundo está tipo: Oh no, Sam.

Y yo en plan: (?-?)? ¿Eh? Era una señal para que la haga malvada ?

What XD

Advertencia: Consumo excesivo de alcohol más o menos.

Disclaimer: Cuando escribo casos como este mi intención nunca es que lo tomen de ejemplo o algo así, el consumo de alcohol en exceso es malo e ilegal si eres menor.
No trato de impulsar el alcoholismo así que por favor no beban en exceso c:

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Las migrañas y dolores de cabeza empezaron a los dieciséis años, nada muy raro a decir verdad, pensó que era el estrés del estudio.

Un dolor eventual aquí, otro por allá, iban y venían, no tenían un período específico.Tomaba una que otra pastilla para el dolor de cabeza y eso era suficiente por un par de horas.

El problema fue que después de un tiempo las pastillas dejaron de hacer efecto y las noches empezaban a sentirse eternas mientras el sueño se le hacía imposible.
Lo peor era que las pocas horas en las que conseguía dormir su cabeza estaba plagada de pesadillas indeseadas que se repetían una y otra vez, muertes, gritos.

Con el paso del tiempo su humor cambiaba, ya no soportaba esto, se molestaba constantemente... no sabía cómo detenerlo, lo odiaba. El doctor le dijo que quizás eran las "hormonas" podía irse al diablo el hombre.

Al cumplir los diecisiete esperaba que mágicamente todas las molestias desaparecieran pero no fue así  y los dolores de cabeza empezaron a transformarse en susurros en medio de la noche.

Una voz la llamaba constantemente y Sam no sabía cómo ignorar eso.

Sam negó repetidamente mientras se arrojaba agua en el rostro. No se estaba volviendo loca, era sólo estrés… sí.

— Tienes una responsabilidad.

Pegó un respingo al oír la voz, miró al espejo frente a ella y vió el momento preciso en el que sus ojos parecían oscurecerse.

Se dió media vuelta y se alejó del baño.

— Creo que mi vista está empezando a empeorar día a día. — Murmuró para sí misma mientras bajaba las escaleras.

Ve a su madre y trata de sonreír, últimamente estaban teniendo desacuerdos cada vez más seguido. — Buenos días.

— Buenos días, cariño. — Su madre le da una sonrisa y mira su rostro detenidamente. — ¿Te sientes bien? Te ves más pálida últimamente.

— Creo que es el cansancio, ya sabes, los estudios. — Responde Sam encogiéndose de hombros.

— Ustedes son cada vez más frágiles lo juro, en mis tiempos trabajábamos y estudiábamos al mismo tiempo. No había nada como el "estrés" — Murmuraba la Sra. Arias.

— Que no usaran el término estrés no significa que no existiera… sabes que… olvídalo, estoy bien. —  Sam puso los ojos en blanco ¿Para que se molestaba?

— Recuerda que tengo una reunión con Gladys esta noche. — Le dice su madre.

— Sí, sí. — Sam asiente y se va al colegio.

En medio del descanso sus amigas estaban hablando y de repente se mencionan los planes de esta noche.

— Sam, habrá una fiesta hoy. ¿Vienes? — Pregunta una de las chicas.

— No lo sé, estoy cansada y me duele la cabeza, quizás otro día. — Se excusa Sam, aunque no es como si fuera mentira.

— ¿Sabes qué es eso? — Otra de sus amigas la abraza por los hombros. — Demasiado estudio. Te lo digo Sam, necesitas divertirte más.