Sam y Lena regresaban de un club, las calles estaban vacías, pensándolo mejor... quizás debieron pedir un Uber.
- Ups... no, no vamos a pasar por ahí. - Sam detiene a Lena antes de que cruzaran un callejón.
- Pero es sólo un atajo. - Dice Lena, mirando el camino.
- Sí... y es exactamente como mueren las personas en las películas de terror. - Argumenta Sam. - Nop, no en mí guardia.
Lena pone los ojos en blanco y sigue a su amiga, caminando hasta el final de la calle.
Ambas fruncen el ceño con extrañeza al ver a un par de adolescentes corriendo con una caja.
- ¿Puedes cuidarnos esto? - Pregunta uno, apresuradamente entregándole la caja a Sam. Mientras otro le arrojaba una lata a Lena, que ella atrapó por reflejo. - ¡Gracias!
- ¿Qué?
- ¿Por qué?
Ambas se miraron confundidas y miraron los dibujos hechos en la pared... no estaban mal. ¿Siquiera podían considerar vandalismo a algo así?
Una patrulla giraba por la esquina.
Oh mierda.. - Sam lanzó la caja sobre el muro, no es como que supiera que había del otro lado.
La policía hizo sonar levemente su sirena al verlas.
Lena seguía confundida, sosteniendo la lata de pintura.
- Oh por favor, no seas... - Sam le quitó la lata e iba a lanzarla pero...
- Deténgase por favor. - Pidió el oficial.
Sam sonrió, escondiendo la lata tras su espalda. - ¡Hola, Sr. Oficial! Que bueno verlo... acabo de ver a un par de adolescentes por aquí...
El oficial arquea una ceja. - Muestre las manos por favor.
- Hmm... - Sam suspira, enseñando las manos y la lata de pintura. - Esto no es mío...
Lena no podía creer que en serio las iban a llevar por esta estupidez. - En serio, oficial, no fuimos nosotras. Había un grupo de adolescentes que lo hizo.
- Sí, eso es lo que todos dicen. - El oficial señala su patrulla con el pulgar, indicándoles que suban. - Acompañenme, por favor.
- Oh por... - Sam asiente a regañadientes, no ganaban nada con resistirse.
Lena y Sam se sentaron detrás de la patrulla.
- ¿Y qué cargos se supone que va a presentar? - Pregunta Lena, cruzándose de brazos. Tenía que agradecer que por lo menos el oficial Richard no las había esposado al mostrar buena voluntad.
- Vandalismo, destrucción de la vía pública. - Enumera el hombre.
- Ni siquiera fuimos nosotras.
- Las vi deshaciéndose de la evidencia.
Lena pone los ojos en blanco.
Ingresan en la comisaría, muchos oficiales con distintas personas en esposas estaban por ahí, sobre todo los que parecían ser hombres ebrios o con abuso de sustancias. Una oficial rubia las miró como si no perteneciera a ese lugar ...
Tenía razón, no deberían estar aquí.- ¿Tengo derecho a una llamada, cierto? - Lena ya sabía de antemano la respuesta.
El hombre asiente.
- ¿Vas a llamar a Lex? - Cuestiona Sam, esperando que él pudiera ayudarlas.
- No, él me mataría si supiera que acabé aquí porque me distraje y no lancé una estúpida lata de pintura. - Lena se ríe de lo tonta que era la situación. - No te preocupes, saldremos en minutos.
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Sidenotes - [ En otra vida ]
RandomBásicamente historias cortas que se desarrollaron en el pasado o incluso en el futuro de la línea de tiempo en la que transcurre mi otra historia "En otra vida" y "nuestra vida"