Lazos

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A/n:

Jeju= madre
Ukr = Padre

Azufre (S) Uranio (U) Fósforo (P) Erbio (Er)

___________

Kara es pequeña y transita por su casa hasta detenerse frente al gran retrato de sus padres. Una pregunta surge en su mente.

Su madre la encuentra en ese lugar y se para a su lado.

— Jeju ¿Tú y Ukr, se aman? — Pregunta Kara, llena de curiosidad.

— Amo a Zor-El, de eso no tengo dudas. Pero no sé si nos estamos refiriendo al mismo tipo de amor. — Responde su madre.

Kara asimila las palabras de su madre. — Así como el Tío Jor-El y la tía Lara, parece que se aman mucho.

Su madre tiene esa mirada pensativa. — La vida es difícil Kara, tenemos tantas costumbres y tradiciones. La diferencia entre tus tíos y nosotros son las demostraciones de afecto... por así decirlo. Estamos acostumbrados a ser más reservados y poco demostrativos, más enfocados en lo lógico que en lo emocional. Tus tíos en cambio… piensan diferente.

— ¿Eso es malo? — Pregunta Kara, inclinando la cabeza de lado.

— Por supuesto que no. — Responde su madre tomando su mano para que pudieran sentarse. — Creo que es hermoso. Es lo que deseo para ti, que puedas crecer como una persona rodeada de afecto y lo des libremente también. Querida hija, lo que deseo para tí es que encuentres el amor y no sólo del tipo romántico.

Kara miraba a su madre con atención, no comprendía del todo pero seguro su madre le explicaría.

— Existe una vieja historia. — Explica su madre. — Dice que la gente está destinada a crear lazos, relaciones, que te unirán a un montón de gente, serán como tu  familia.

— Pero ustedes son mi familia. — Replica Kara, confundida.

— La familia no está hecha solo por la sangre, cariño. — Le dice su madre con una sonrisa. — Espero que tú tengas muchos pero muchos de esos, que generes lazos fuertes con personas de corazón amable y bondadoso.

Kara asiente.

— Dentro de esas relaciones, en algún momento, encontrarás a alguien que es para tí. — Alura señala el corazón de Kara.

— ¿Además de mi otra familia? — Pregunta Kara.

— Sí, esta persona va a ser diferente, pero lo sabrás de inmediato. — Alura chasquea los dedos, para enfatizar que es así de rápido. — Kara, esa es la persona que estará destinada a estar contigo, no todos pueden encontrar a la suya. Pero espero que tú sí.

— ¿Cómo será? — Kara mira a su madre, tenía muchas más preguntas que antes.

— No lo sé exactamente amor, se dice que te robará el aliento al encontrarla, que podrás escucharla cuando sea y dónde sea. Y que en los momentos de desesperación podrás sentir sus emociones.

— ¿Eso es bueno? — Kara frunce el ceño confundida.

— Hmm supongo que depende de la situación. — Responde Alura.

— Pero son sólo historias… ¿O no, Jeju? — Kara se sentía confundida con toda la historia, entonces ¿Iba a tener dos familia y una persona especial o quizás más de una persona especial?

— Las historias a veces nacen de algo que es real. — Responde Alura, sonriéndole a su hija. — Quizás... con algunas alteraciones, no se sabe.

— Hmm. — Kara tararea pensando en la historia.

— Espero que seas feliz, hija. — Su madre le acaricia el pelo con cuidado. — Incluso si no estoy ahí para verlo.

— ¿De qué hablas, Jeju? ¿Por qué no lo estarías? — Kara se ríe, a veces su Jeju decía cosas raras.

Ambas se miran por un momento y la sonrisa de Alura decae.

Kara iba a volver a hablar pero el rostro de su madre se empieza a volver ceniza, desvaneciéndose en el aire...

— ¡Jeju! ¡Jeju, vuelve!

— Por favor… no quiero estar sola a-

Kara se despierta con la respiración agitada, sus manos se posan en su pecho sintiendo su corazón agitado.
Puede sentir el sudor frío cubriendo su espalda y las lágrimas cayendo por sus mejillas.

Mira a su mesita de noche donde su teléfono suena, ese había sido el responsable de que despertara, normalmente los sueños de ese tipo eran más largos.

Ella agarra el teléfono y contesta. — ¿Hola?

— ¿Kara? ¿Estás bien? — Pregunta la voz de Lena desde el otro lado.

— Hmm … ¿Eh? — Kara está algo confundida, quizás por apenas despertar, quizás por ese sueño. Sacude la cabeza y responde la pregunta de Lena. — Sí… algo así.

— Bien, lo siento, es raro. — Len suspira. — Simplemente tuve una horrible sensación, como si algo malo estuviera pasando. Sólo quería verificar, lamento molestar tan temprano.

Kara se queda en silencio, pensando.

— Entonces… — Lena rompe el silencio, sintiendo que debía decir algo. — ¿Almuerzo por la tarde?

Kara mira su reloj, eran las 6 am, normalmente se despertaba a las 7:30. — En realidad ¿Qué estás haciendo ahora?

— Estoy en mi sofá, firmando un par de peticiones para algunos sectores de L-Corp.

— ¿Puedo ir a verte? — Pregunta Kara, jugando con el borde de su sábana para no sentirse tan nerviosa al preguntar.

— Me encantaría. — La voz de Lena es suave en sus oídos y sabe que está sonriendo.

Kara sonríe y salta dirigiéndose a su baño. — Estaré ahí antes de que digas Azufre, Uranio, Fósforo, Erbio.

La llamada termina y Lena mira el teléfono confundida. — Azufre? U… SUPER.

— Casi. — Murmura Kara, entrando por la puerta del balcón.

Lena da un respingo al escuchar la voz detrás de ella. — Buenos días, "Srta. Me sé la tabla periódica".

Buenos días, a ti también. — Kara sonríe y se acuesta en el sofá, usando el regazo de Lena como almohada.  — Aaah... quizás me duerma aquí, es cómodo.

— Mientras estés feliz. — Lena ríe entre dientes y  se rinde. Ya que no va a poder firmar papeles en esta posición, así que simplemente desliza sus dedos entre el cabello rubio.

Kara se gira levemente para mirarla a los ojos con una sonrisa que hace que Lena se enamore más de ella.

— Lo estoy.

Sidenotes  - [ En otra vida ]Where stories live. Discover now