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Había pasado ya una semana desde el día que partí, prometiendo a Sakura que regresaría tan rápido como pudiese, ella pareció entenderlo. Y justo como lo dije, ya estaba de regreso.
Había viajado a Estados Unidos por la razón de que mi padre insistió en verme a mi e Itachi, sin más acepte, gracias a Kami hoy estaba de regreso, hacía unas horas que había subido el avión y ya no tardaba en aterrizar. Mandé algunos mensajes a Sakura los cuales no fueron contestados hasta después de algunas horas. «Sasuke, soy Naruto. Sakura está enferma».
Pregunté por su estado y respondió con un simple «Estará bien».
Horas más tarde ya estaba de nuevo en la pequeña ciudad que se situaba en Tokyo, Japón. Eran aproximadamente las siete de la mañana en sábado, me dirigí a la casa de los Uzumaki y quién abrió fue Naruto, parecía estar despierto desde hace ya horas. —¡Teme!.
—Naruto, ¿Cómo está Sakura?.
—¡Oh! Ella está bien, algo cansada pero nada fuera de lo común.—Se apresuró a decir. —Puedes subir, aunque seguro aún está dormida.
Subí la escaleras y antes de entrar a su habitación escuché pequeños pero audibles sollozos. Toque dos veces y después entre.
Sus ojos estaban rojos y me miraban con sorpresa. —¡Sa-Sasuke-kun!.
—¿Estás bien?.— Cuestioné rápidamente y ella asintió. —¿Que sucedió?.
—No pienses de más, solo es preocupación y seguro que no es nada importante.
—Si te sucede a ti, lo es. Me importas, ¿Que es lo que sucedió?.
Mordió su labio inferior con nerviosismo, de sus ojos verdes salieron pequeñas lágrimas. Me acerque a ella y la abracé fuertemente. —Todo estará bien, ya no llores.
Al cabo de algunos minutos cayó dormida en mi regazo. La admiré unos minutos, mientras acariciaba sus cabellos rosados. La conozco, sus ojos me dicen que algo anda mal y aunque no se que es, estaré en todo momento para ellas por siempre y para siempre.
Baje las escaleras y me encontré con Naruto, quién bebía un poco de cerveza. —¿Que sucedió?. Parece muy afectada.
—Tsk, no es nada, Sasuke.— Exclamó con enojó. —Lo siento, no quería gritarte.
—No importa, ¿Que es lo que sucede?.
—Ella decidirá si decírtelo o no. Yo no puedo hacer más y creo que me iré a dormir.
