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|| SAKURA ||
Durante noche llenas de lágrimas y dolor, sentí que por fin me iría y dejaría todo atrás. Pero no fue así, desperté en una habitación de blanco, mi cuerpo pesaba y no lo podía mover por completo, al elevar mi mano derecha pude notar que tenía jeringuillas pinchando mi piel.
Escuché la voz de Naruto tras la puerta. —Cada noche la eh escuchado llorar y lamentarse por dejarte, ella no quería eso pero no quería dañarte. ¿Que puedo hacer por ella?.— Solloza. — Somos mellizos, pero ella llevá la enfermedad por los dos, ¿Por qué?.
Nuevamente culpandose por eso. Sabía lo que seguía. Esto se convertiría en un adiós definitivo, una historia que quedara en puntos suspensivos. —Naruto, debería dejar de culparte por eso.— Murmuro. —Me hace feliz saber que no tienes que sufrir.
Se acerca a mi y me abraza, sé cuánto le duele verme en este deplorable estado, pero soy feliz de saber que el no tiene que pasar por lo mismo que yo. Cuando se aleja de mi, lo veo. Esta parado sobre el marco de la puerta, sus ojos onix se encuentran llorosos y bajo ellos unas bolsas negras descansan. ¿Has sentido mi dolor?. Realmente sabes todo. Se acerca a mi y no duda en abrazarme. —No te alejes de mi nuevamente.
—Los dejare a solas, necesitan hablar.— Dice Naruto.
Escucho como sostiene el llanto, no lo deja salir, quiere mostrarse fuerte ante mi.
—Sakura, ¿Tu realmente. . . ?
—No tienes que decirlo. No tienes que decir nada.— Susurró en su oído, mientras juego con sus cabellos oscuros. Sus ojos me miran por primera vez y puedo notar que tiene tanto miedo como yo.
—Todo está bien, ahora yo estoy aquí. No llores, no lo hagas frente a mí.— Mi voz se quiebra y es imposible no llorar a su lado.
Sabía lo que pasaría desde un inicio, y lo que dolería el tener que separarnos. Pero esperaba ser fuerte y salir de esto sin siquiera hablarlo, mi final era inevitable. Mi cuerpo tan débil y el tan roto, no debimos ser unos con el otro, pero me di cuenta entonces que no quería un amor a media, quería todo y a la vez nada. Quería irme con el sentimiento de haber experimentado todo junto a el. Y ahora solo quiero pasar un día más a su lado, nada me haría más feliz que eso.
No puedo evitar no llorar, tengo que ser fuerte y no mostrar debilidad ante el, aunque no quiera, quiero darle esa chispa de que todo estará bien y hay esperanzas, aunque no sea así.—No lo guardes, está bien llorar, aveces.— Dice Sasuke.
El se mueve y ahora soy yo quien está recostada en su pecho. Su respiración es calmada, cierro mis ojos lentamente y me dejó caer en los brazos de Morfeo.
Al abrir mis ojos nuevamente, logré ver qué ya era de día, estaba completamente sola. A mí lado una pequeña nota descansa.
“Saldré unos minutos por algo de comer, espero regresar antes de que despiertes.
Sasuke.”
Me vuelvo a recostar en la cama del hospital, esperando su regreso. [. . .]
|| Sasuke ||
Los días pasan rápidamente, al ser temporada de vacaciones no tengo que preocuparme por la escuela. Cada día sin falta visito a mi amada Sakura. Al entrar a su habitación, la veo observando por la ventana el hermoso anochecer. Cada día que pasaba ella mejoraba, su color de piel y cabello habían regresado un poco a su color original. —¿Cómo te encuentras?.— Pregunto. Me acerco a ella y está me mira algunos segundos.
—Me siento mejor.
Noté lo que descansaba en sus cabellos y no dude en preguntar sobre aquello. —Sakura, ¿Que es eso?.— Pregunto. Sus manos se dirigen a la corona de flores y después sonríe.
—Ino y Karin me vinieron a visitar hace algunas horas. Ellas me lo dieron, ¿Es bonito?.
—Lo es si lo llevas puesto tu.
Un sonrojó para nada sutil aparece en sus mejillas. —No me mires.
—¿Por qué?. Me encanta admirar tu belleza.
—Entonces, mírame.— Musita entre risas. —He cambiado tu destino, cada tarde vienes para verme. . . Seguro te pierdes de la diversión, lo lamento.
—Si, pero para ser sincero, me hace feliz el haberte conocido. Sakura soy feliz si estoy a tu lado.
No mentía, el estar con ella me hacía el hombre más feliz, aunque muy en fondo sentía un horrible miedo por perderla. Naruto entra sin siquiera tocar. —Sakura, me han dicho que hoy podrás salir del hospital.— Murmura con una sonrisa. —Papa y mamá ya están en camino para vernos.
Sakura sonríe.
Con el pasar de las horas, Sakura es dada de alta. Insistente en qué conozca a sus padres, asisto a una cena con ellos. Tocó la puerta dos veces y es Sakura quién abre. Se ve radiante, su cabello le llega poco después de los hombros y lleva puesto un lindo vestido rojo que le llega antes de la rodilla.
Entro en su compañía a el comedor, donde ya esperan sus padres, a quien de hecho ya conocía, ahora me alegraba haber dado una buena impresión.—Buenas noches, señor y señora Uzumaki.— Salude.
—Es bueno verte después de tanto tiempo, Sasuke.— Murmura Minato con una sonrisa.
—¿Que tal está Mikoto-chan, Sasuke?.
—Ella está bien, le manda saludos.
—Mama, papá, el es Sasuke como ya sabrán, es mi novio, desde hace un año y aunque quizás sea un poco tarde, queremos su aprobación.
Minato me mira atentamente y yo esperó impaciente su respuesta. —Sabes que si, Sakura. Sasuke me agrada.
—¡Te lo dije Mikoto! Nuestras familias se unirían tarde o temprano.— Exclama Kushina con una gran sonrisa, mientras nos felicitaba a ambos por nuestro noviazgo.
La noche finalizo de maravilla, Sakura y yo damos un pequeño paseo tomados de las manos. Ella eligió su destino “—Incluso si moriré quiero disfrutar de mis últimos días, no quiero morir sin haber conocido el mundo de haya afuera. Ese es mi único deseo.—” Mikoto y Minato la dejaron, puesto que sabían que nada haría más feliz a su hija.
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Nota: Ya en el capítulo siete, me alegra saber que lleva un buen camino la historia y que ya está por acabar, solo quedan tres capítulos y está historia será concluida.
