IV PARTE

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Gulf nunca creyó en el amor a primera vista y tampoco lo hizo, en realidad, Mew nunca fue su amor a primera vista. Se conocían de la universidad y por "recomendaciones" de sus amistades era mejor solo mantener al pelinegro como un conocido. En aquellos tiempos Mew tenía novia y es ahí donde sintió los celos. La manera en cómo la trataba y le obsequiaba detalles cada que podía; se dio cuenta que Mew era atractivo y que su fama y su ancha espalda le atraía tanto. Se imaginaba a él bajo su cuerpo follándolo, era muy masculino.

Puede sonar malvado y egoísta de su parte, pero fue con ayuda de Art y Tharan que pudo arrebatarle a Mew de las manos de aquella molestosa chica que no recordaba su nombre más que por el apodo "la oxigenada" porque lo que Mew quería, lo obtenía y eso gracias a su intelectual y físico que atraía a cientos. Muchos hablaban de Gulf y concluían que era un chico inteligente, todos aseguraban que sería uno de los alumnos que se graduarían con honores acabando la universidad y lo hizo si. Algunos planean su futuro y buscan llegar a su metas; para Gulf todo ello era incierto claro le gustaba verse en el buffet de abogados en un futuro pero todo lo hacía depende a sus méritos y donde lo llevasen. Acabó en una empresa que aunque sea pequeña era familiar en donde no tenía que cumplir órdenes y mandatos por altos jefes y que tenía que ser un "chupamedias" para que no le corran del trabajo, exactamente como es su esposo al tener que aguantar la sobreexplotación de trabajo sin reconocer sus horas extras. Como odiaba a ese viejo flojo.

Luego de aquel suceso semanas anteriores buscaron ayuda de sus padres quienes consternados por la noticia y preocupados por su salud y el bienestar del bebé no se objetaron en ayudarlos. Ambos aportaron económicamente así como el hermano de Gulf y la hermana de Mew. Así es como poco a poco su hogar se fue amueblando nuevamente, no lograron capturar ni dar con los responsables y se habían rendido en lo absoluto, debían solo dejarlo atrás y seguir con sus vidas como se lo repetía el menor cada que identificaba a su esposo frustrado. El trabajo y los gastos lo tenían completamente tenso a Mew, ambos generaban ingresos fijos en el hogar pero la diferencia es que Gulf tenía licencia médica. Si bien algunos deciden trabajar en ese estado pero con el vientre de su novio cualquiera pensaría que estaría ya en los últimas semanas y es que aún faltaban dos meses y medio y su Alexande requería de mucho espacio. No entendía cómo es que el estómago de Gulf pasó de ser un poco rechoncho a terriblemente grande como si se colocara esa pelota de Pilates que había pedido por internet. Para ser su primera vez experimentando el proceso de embarazo, no le gustaba para nada. Tal vez en ciertas ocasiones le gustaría ser el restante así se ahorraba las largas colas para pagar, el ir a trabajar, el ser engreído pero también tenía sus contras como los dolores y los retorcijones en las madrugadas, los dolores de espalda y los lloriqueos. Ahora que lo pensaba, prefería mantenerse neutro ante la elección.

— ¡MEW, VEN AQUÍ! ¡RÁPIDO RÁPIDO!

Los gritos desesperados de su pareja le había desconcentrado del trabajo del todo. Había llevado un poco de trabajo a casa, ya no soportaba estar en cuatro paredes en un ares tan reducida con los teléfonos sonando y el bullicio de sus compañeros; prefería estar en casa con la tranquilidad de su esposo. Eso y que también le pidió a su jefe ese favor luego del suceso; no quería que ocurriese otra ve y menos estando Gulf solo en casa.
Pensó que estar en casa con solo una persona sería paz y tranquilidad del todo, claro no era así y menos con el menor embarazado.
Llevaba ya una semana trabajando remotamente y no había día en que Gulf le llamase cada que el pequeño Alexander pateaba su pancita o cada que quería que le alcance algo que le era difícil estirarse con tan enorme bulto. Le fascinó ver las pequeñas pataditas de su hijo, en como su manito se formaba bajo la carne de su esposo; fue un momento enternecedor en donde afirmó que al fin formaba una familia con el amor de su vida, su pequeño Gulf y su pequeño Alexander.

Detuvo por completo sus actividades y salió de la oficina hacia la sala en donde se encontraba su pareja con la polera en alto notando su vientre.

Primerizos || (MEWGULF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora