Estaba comparando en qué le estaba costando más. Pedir la mano de Gulf a sus padres o tener una cena con ellos y sus padres para darles la buena noticia de que tendrán un nieto. En fin, cualquiera de los dos es un grano en el culo. Gulf se estaba esforzando tanto con la cena que decidió hacer ravioles de carne y le fue imposible no echarse bocados cada que podía a pesar de las llamadas de atención por parte del pelinegro. Había invitado a cenar a ambos padres a petición de su pequeño ya que quería algo diferente según él. Por suerte era sábado y podía ayudar en casa además de estar atento en Gulf y que no termine por comerse la cena.
Al tener todo listo, ambos tomaron una ducha y se vistieron esperando a la llegada de sus invitados.
— ¿Se los dirás tú o yo? — Preguntó Gulf sentado en el sofá mientras jugaba con sus propias manos.
— Ni tú, ni yo. Es muy obvio que estás en cinta — Señaló su vientre ya crecido.
Efectivamente era correcto, su vientre sobresalía de su ropa y era notoria. El azabache holgó su camisón.
— Ayer me pesé y subí dos kilos en una semana.
El timbre de la casa sonó haciendo sobresaltar a ambos y que observaran hacia dónde provenía el ruido. Se colocaron de pie caminando hacia la puerta. Antes de abrirla, se echaron una mirada entre sí.
La idea de Gulf en realidad había sido prospera. Era un momento en donde tanto los padres de Mew como los del ajeno compartían que era muy escaso ver hoy en día. Ambos se llevaban bien y mantenían el ambiente tranquilo con sus temas de conversaciones, la noticia del embarazo de Gulf fue uno de ellos, el bebé fue el centro de atención durante toda la cena. No fue mala idea, porque a Mew le enterneció ver a su madre abrazar a su pareja y felicitándole mientras que su padre le extendía su mano y le deseaba el bien. En cuanto a los señores Gulf fue algo similar, ambos felicitaron a Mew con un abrazo. Alabaron la comida preparada por su pequeño y en lo exquisito que le quedó la pasta.
Al estar la casa limpia con ayuda de sus madres, ambos padres se retiraron quedando nuevamente solos en casa, agotados y con un peso menos de encima. Al final del día decidieron darse un baño en la ducha que fue más allá que solo eso luego de que Gulf rozara sus glúteos accidentalmente con la pelvis de su pareja y terminarán a horcajadas del inodoro con el menor encima suyo y brincando con sumo cuidado.
Se escabulleron en la cama bajo las sábanas mientras Mew colocaba alguna película en el televisor.— Mew, ¿Podrías traerme el helado que está en el refrigerador? — Preguntó infantilmente el menor mientras le observaba.
— ¿Helado de noche?, es malo — Refunfuñó negándose a pararse.
— Solo un poco, te invitaré, lo prometo — Canturreó removiendo al mayor — Comeré un poquito.
Era inevitable negarse a las peticiones de Gulf últimamente, su carita regordeta se lo impedía. Dándose por vencido, fue hacia la cocina sacando el recipiente con helado de chocolate graneado que había comprado luego de que Gulf le implorara comprarlo y que no se lo acabaría tan rápido, claro estaba mintiendo. El azabache no estaba teniendo control en cuanto a la comida, le sorprendía su cambio radical. Antes, Gulf era muy soso en cuanto al alimento pero ahora cualquier cosa que encontraba en la refrigerador iba directamente a su boca sin preguntar quién era el dueño. Como el caso del pie de limón de a Mew que había llevado a casa para poder congelarlo y comerlo a gusto, pero no fue así debido a que a Gulf se lo había arrebatado sin si quiera pedir su permiso. Claro que le había molestado en lo absoluto que lo haya tomado sin su permiso, pero no volvería a verlo llorar por un pedazo de postre que puede volver a comprarse. Así que lo dejó pasar por alto.
Nuevamente se escabulló entre las sábanas con un ahora Gulf feliz y comiendo su helado. De vez en cuando le extendía de su cuchara obligándolo a comer a estar de no agradarle el sabor del chocolate aunque le enternecía la acción de su pareja.
— Gulf, te terminaste el helado.
— Ya terminamos el helado, tú también comiste — Se excusó apoyando ambas manos en la cama y alzarse para observarlo.
— Apenas me diste cuatro cucharadas y esto es — Se quejó dejando a un lado el recipiente — No quiero que luego me pidas que compre helado.
— Pero Mew...
— Puedes resfriarte y es lo que menos queremos durante estos meses — Suavizó su voz tomando de las mejillas de su menor y besando sus labios abultados — No queremos que el bebé se enferme y haya complicaciones ¿correcto? — Gulf asintió — Entonces tendremos que dejar de lado las comidas heladas.
Sus pulgares acariciaron las tersas mejillas del azabache. Sus rostros estaban muy de cerca al punto de golpear su respiración contra sus labios. Pasó su lengua por sus belfos para luego juntarlos en un beso lento donde únicamente sus labios se movían de manera lenta. Le encantaba los labios de Gulf, eran finos pero eran blandos y carnosos y sabían tan bien que lo llevaba a la propia locura. Ahora estaba helados y solo buscaba mantenerlos calientes.
— Detente, no — Se negó el azabache en medio del beso tratando de detener las acciones de su marido — Despertará... no.
— ¿Acaso eso importa? Podemos atenderlo — Calló Mew acomodando su cuerpo encima del ajeno, con sumo cuidado de no aplastar su vientre. Atrajo su cintura pegando su pelvis a la ajena confirmando lo que había dicho.
— A-acabamos de hacerlo en el baño... — Musitó con vergüenza Gulf ocultando su rostro en su pecho.
— Nunca ha sido un problema para nosotros.
Sin más que agregar, el pelinegro volvió a sus acciones, prestando atención a la pelvis de su pareja y cómo está endurecía mientras se frotaban entre sí. Gemidos hiposos provenían de la boca de su pequeño, se mantenía mordiendo su muñeca para no hacer tanto ruido.
Llevaban una vida sexual activa, nunca se apagaba la llama en ambos a pesar de conocer cada rincón de su cuerpo, nunca se cansaba de hacerlo y de recorrer cada punto con cada tacto porque admitía que su Gulf tenía un buen físico a pesar de no ser fan de los ejercicios, tal vez sea fisiológico pero a diferencia de él, Mew tuvo que realizar ejercicio físico para obtener el cuerpo que ahora posee y que a Gulf le vuelve loco sus pectorales bien pronunciados al igual que sus brazos.
Sus manos tomaron las esquinas de su pantalón junto a su ropa interior y bajarla de un tirón sonrojando aún más a Gulf ante su agresivo accionar. Quitó por completo sus prendas inferiores arrojándolas fuera de la cama, los ojos de Mew estaban completamente oscuros y sus movimientos eran bruscos derritiendo por completo a Gulf quien se mantenía a su merced y se vio obligado a separar sus piernas con ayuda de las grandes manos de su esposo.Mew arrodillado, flexionó las piernas del menor como gelatina y se posicionó entre ellas dirigiendo su pene hacia la separación de sus glúteos.
— Acabamos de hacerlo hace un rato, pero estoy loco por estar dentro tuyo en este momento y hacerte gritar por más — Las palabras sensibilizaron a Gulf escuchando un gemido como consecuencia. Le abochornaba y le calentaba a la vez lo sucio que podía salir de la boca de su pareja.
Sin hacerlo esperar un segundo más, empujó su miembro con ayuda de su diestra siendo recibido por las paredes anales de su pareja hasta entrar por completo. Gulf tuvo un espasmo en consecuencia retorciéndose bajo el gran cuerpo de Mew. Con sus falanges alrededor de su cintura inició un vaivén de atrás hacia delante golpeando una y otra vez su interior, el sonido de sus testículos golpeando sus glúteos, la cama rechinando y los jadeos de Gulf inundaron la habitación. Si alguna otra cosa le gustaba del azabache es que tenía cierto concepto liberal en cuanto al sexo. Gulf no se contenía en cuanto al ruido, desde la primera vez fue ruidoso y es lo que le fascinaba a Mew, le encantaba tener la idea de lo que disfrutaba sinceramente. Gulf siempre estaba dispuesto a probar cosas nuevas como la primera vez que lo hicieron en el baño de los padres del primero.
ESPERO QUE LES GUSTE EL CAP ME ENCANTA ESTA HISTORIA ESPERO QUE AUSTEDES TAMBIEN NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR Y DARLE SU APOYO
ESTÁS LEYENDO
Primerizos || (MEWGULF)
FanfictionGulf está muy emocionado al enterarse que existe un brote de amor en su vientre, a diferencia de Mew quien se encuentra nervioso y no tiene idea de qué es ser padre. esta historia le pertenece a @vnusx_ yo solo la estoy adaptando todo los derecho a...