3: Bienvenida a Los Ángeles, California

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Courtney:

—Pasajeros con destino a Los Ángeles, California, el avión saldrá dentro de 30 minutos, por favor de abordar —nos informó la mujer a los pasajeros del vuelo 45BL05.

—Creo que ya es hora de irme —dije con lágrimas en los ojos.

—Princesa sabes que te amamos muchísimo, prométeme que te vas a cuidar —asentí—, si te sucede algo no dudes en llamarnos —me abrazó mamá—. Te amo mucho pequeña.

—Yo también te amo mamá —respondí, y a la vez rompiendo el abrazo.

—Papá, cuídame mucho a mamá —lo abracé, para luego decirle: —Te amo mucho.

—Yo también te amo mi niña. Y tranquila que tu mamá está en buenas manos.

—No quiero hacer esto más difícil, como dijimos en el auto cada uno contará hasta 3, daremos media vuelta y nos marcharemos ¿okey? —ellos enseguida asintieron.

Mamá respiró hondo y comenzó:

—1.
—2 —le siguió papá.
—Y 3 —concluí, dí media vuelta y caminé  hacia la salida, para poder abordar el avión.

Que difícil es, yo nunca me he separado de ellos, es decir... todos nos estábamos preparando psicológicamente para cuando me marchase a la universidad, pero este viaje nos ha caído como una bomba sorpresa para los tres.

En estos momentos siento unos nudos en la garganta que duelen más que como si me estuvieran ahorcando. Cuantas ganas tengo de dar la vuelta para darles un último, pero no quiero hacer las cosas más complejas.

Hice los típicos chequeos de carnet, pasaporte y pasar por los caninos para que la aduana supiese si traía droga o no, cosa que jamás se me ocurriría, y además no tengo ningún vicio.

Esta no iba a ser mi primera vez montada en un avión, al contrario, cuando mis padres se casaron hace 4 años nos fuimos de vacaciones al Caribe por su Luna de Miel, pero esta vez iba a ser diferente porque iba a estar viajando en primera clase.

Me sentía como pez fuera del agua mientras buscaba mi asiento, sentía que mi cabello rubio suelto, mi corto y holgado vestido blanco con dibujitos de ángeles y mis Converses blancos no estaban a la altura de los vestidos Dior de todas las señoras que estaban presente.

Lo único que sé de la persona que ayudó a crearme es que además de que tiene muchas ganas de gastar dinero, se fue a vivir a los Estados Unidos con su amante y sus hijos, y que también estaba dirigiendo la estación de radio más reconocida de su nuevo país, por lo visto le está yendo muy bien porque comprar un pasaje en primera clase a de ser bastante costoso.

Me coloqué mis audífonos, busqué la carpeta de música que había creado horas antes de abordar el avión debido a que iba a estar un buen tiempo en el aire antes de pisar tierras norteamericanas. Miré a través de mi ventana la vista del paisaje de las nubes tocando el ala del avión y el color potente del sol, la vista que tenía era preciosa, perfecta para dibujarla.

Poco a poco iba sintiendo como los párpados me pesaban y la canción de Selena Gómez me tentaba a dormir.

***

Pasar 10 horas y 15 minutos en el aire es como si el tiempo se hiciera eterno, solamente abría mis ojos cuando tenía ganas de ir al baño o cuando tenía un poco de hambre, fuera de eso todo lo demás me la pasé durmiendo.

A pesar de ir escuchando música todo a mi alrededor era muy aburrido y cansino. La fila de espera para recoger el equipaje de todos los del vuelo era interminable, se podía escuchar los insultos de las personas, todo ese mal ambiente me ponía nerviosa, hasta que por fin llegaron mis maletas de color celeste con pegatinas de girasoles y las etiquetas con mi nombre Courtney Wilson, me coloqué en un sitio donde pudiera sacarlas cómodamente de la cinta transbordadora.

Juntos hasta el final ✓ (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora