14: Algo inesperado (2)

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Courtney:

Todos clavan la vista en mí. La mirada de Delia es severa, la expresión de Hadley es lívida y los ojos de Ian están muy abiertos, como suplicándome que no meta la pata, rogando que se me ocurra algo.

—Ehh, me dejó en casa de Lacey y luego cambió de planes —miento, rezando que mi proceso mental tenga lógica—. Así que decidió salir con los chicos.

—¿Ya ves? —Ian se acerca a su novia, estira el brazo para coger a Hadley del codo, en cambio esta sacude la mano para apartarlo.

—No me hables —le reprende furiosa—. Courtney, vámonos.

Hadley me lanza una mirada de advertencia para que no me niegue, así que lo hago. Ella pasa por al lado de Ian y lo empuja a propósito, camina hacia mí y me coge de la muñeca y me saca de un tirón del salón.

Sentí como Ian nos fulminaba con la mirada a su novia y a mí.

Hadley me arrastra por el vestíbulo y al salir de la casa, y no me da ninguna opción más que la de subirme a su coche.

Y en el segundo en el que se mete en el asiento del conductor y cierra la puerta, se echa a llorar. Es un sollozo tremendo, unde la cara en sus manos y llora sobre el volante. Su pecho sube y baja de una forma errática mientras licha por respirar.

—¿Estás bien? —pregunto, pero enseguida me doy una cachetada mental ante mi estupidez. Es obvio que no está bien. Me giro para mirarla de frente y para mí sorpresa me hallo estirando el brazo para frotarle la espalda de manera consoladora, pero no parece producir ningún efecto.

Aún sigue sollozando cuando levanta la cabeza y se limpia los ojos con los pulgares. Su respiración es irregular cuando pone en marcha el motor y se abrocha el cinturón.

—No te lo vas a creer —gimotea mientras él rímel le deja rastros en la cara—. Lacey y Hellen nos están esperando en mi casa. Sencillamente... necesito desahogarme.

Conducimos en silencio hasta su casa, casa que sólo está a cinco minutos de la mía y le agradezco a todo lo que es sagrado porque no creía que pudiera seguir soportando el sonido de su llanto por más tiempo. De todos modos, estos cinco minutos los he pasado con un nudo en el estómago. Estoy bastante segura que Ian es la razón de esas lágrimas.

Llegamos a una casa muy lujosa, donde los muros son de mármol blanco en los cuales está grabada la letra P dentro de un círculo negro.

La casa tiene tres pisos y está llena de vidrieras. Hadley entra al garage y reconozco el Nissan negro y morado de Lacey y hay un Bugatti rojo cereza que de seguro es de Hellen.

Nos bajamos del Lamborghini de Hadley. Caminamos hacia la entrada de la casa y ví a Hellen y a Lacey sentadas en las tumbonas blancas que dan a la inmensa y gigantesca piscina, tan grande es que tiene hasta un bar dentro.

En cuanto nos ven vienen corriendo hacia nosotros Hellen hacia Hadley y Lacey a mí.

—Ohhhh, Had. ¿Tan mal te fue? —Hellen la rodea con sus brazos, y le da un fuerte estrujón. Hadley empieza a llorar como respuesta.

Ahora sé definitivamente que llora por culpa de Ian, pero no creo que esté así sólo porque Ian haya dicho que salió con sus amigos. Pero eso parece demasiado patético para estar llorando de ese modo. Sin duda alguna es algo peor.

Lacey se queda mirando a Hadley y luego me abraza.

—Pensé que no te vería aquí —le comento. Y es que no es para menos, ella y Hadley se pelearon muy fuerte ayer.

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⏰ Última actualización: Aug 10, 2021 ⏰

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