Silencio

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Cada vez que cierro los ojos por la noche, hay presente un gran silencio, el pueblo, los animales todo es tan callado que da miedo.

Mi madre siempre nos contaba que por las noches silenciosas escuchaba a una mujer gritar, que su grito era tan escalofriante que le erizaba por completo la piel.

Yo, por supuesto, no creía que esas cosas existieran, estuve fuera del pueblo por mucho tiempo, cuando volví debido a la muerte de mi madre, las cosas eran un poco extrañas.

Las personas contaban acerca de sus experiencias, decían que escuchaban, veían y eran asustadas por una mujer vestida de blanco, con cabellos largos, algunos decían que no podían verle el rostro o los pies, otros decían que era una mujer muy hermosa.

Sinceramente nunca creí en esas cosas, pensé que al estar tanto tiempo en un pueblo las personas comenzaban imaginar cosas.

Pero una noche, mientras dormía, las cosas se pusieron un poco aterradoras, primero escuché un ruido a mitad de la calle, me desperté y levanté para mirar por la ventana.

Unas risas se apoderaron del silencio, un ebrio paso caminando y riendo, camino por la vereda, cuando de pronto una mujer de blanco se paró junto a él.

El borracho le decía bonita, yo no le veía el rostro, además con el sueño que tenía no pude observar bien, de pronto hubo un gran silencio.

Un aterrador grito se escuchó y yo me agache, me sentí nervioso y asustado, luego el silencio se hizo tan intenso que ni siquiera un insepto lograba escucharse.

Desde ese día, supe que las personas del pueblo tenían razón, todos aquí tienen una anécdota que contar.

La LloronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora