El trato

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POV LUZ

Ahh... como quisiera ser como Alura y poder luchar contra hechiceros, mounstros, tal vez piratas o no sé, poder salvar a un pueblo, conocer a un principe guapo. Pero creo que eso jamás pasará en está misera dimensión. Aquí solo hay alfas, betas y los omegas .

Sinceramente no sé porque tenemos que vivir bajo este régimen de clases. Claro no me quejo de como me trata la vida, soy un alfa y de una buena familia a nivel nacional, pero el como he visto que tratan a los omegas no es de mi agrado en lo absoluto, talvez por eso me he metido en demasiados problemas y tenemos que mudarnos frecuentemente, por defender a los omegas y tratarlos como mis iguales.

Ya no importa eso, en este mismo instante nos dirigimos a una nueva ciudad, no por mi culpa esta vez, sino de mi madre adoptiva Edalyn Clawthorne una de las mujeres más poderosas de nuestras sociedad, pero igualmente rechazada por su ideología de igualdad y ser defensora de los derechos de los betas y omegas, ah, se me olvidaba, también por ser la dueña de empresas fantasmas, lavado de dinero y ventas de drogas.

-Luz, querida ¿estás lista para tu nueva escuela?- preguntó Eda mientras conducía rumbo a nuestra nueva casa, sacándome de mis pensamientos y lectura.

- Sí Eda, solo espero no tener problemas con mis nuevos compañeros y que no sean unos patanes los pocos alfas que estén ahí- dije mientras observaba el paisaje boscoso a nuestro alrededor y oliendo el aire limpio sin feromonas por todos lados como en las ciudades.

-Ah niña, creo que eso sería pedir un milagro. Todos los chicos están influenciados por sus padres-dijo mirándome por el retrovisor del auto y dando la vuelta en un camino de terracería.

Suspiré pesadamente, sabiendo que lo que decía mi madre era cierto y que tendría que lidiar con todo eso otra vez en la nueva escuela.

A lo lejos logré visualizar una reja negra que se abría dándonos paso a una casa blanca, con una fachada hermosa que combinaba a la perfección con el alrededor lleno de bosque. En la entrada se encontraba un hombre vestido con un traje, que me imagino es el nuevo guardaespaldas de mi madre. Bajamos del auto y mi madre saludó al guardaespaldas.

-Hola Hooty, ¿como te ha ido?- preguntó con una voz fría y distante como siempre.

-Muy bien señora- respondió amable- buenas tardes, señorita Noceda.

-Buenas tardes Hooty- salude cortésmente mientras le sacaba mi equipaje y iba a despertar a mi hermanito King, para entrar a mi nueva casa. La verdad me sentía agotada por el viaje y todo lo que conlleva y eso, sobretodo porque mi madre Camila no estaba en el país, por negocios, y tuve que hacer todas las maletas de los cuatro sola. Así que subí rápido a mi habitación, preparé mi pijama antes de entrar a darme una ducha y recostarme a leer las aventuras de Alura hasta la hora de la cena.

-Hey King, tranquilo, mamá vendrá en unos días- mientras bajaba las escaleras oí como Eda trataba de calmar a mi hermanito de 8 años.

-P-pero Eda,-a Eda nunca le ha gustado que le digamos madre o mamá, prefiere que la llamemos por su nombre- la extraño y quiero verla- lloriqueaba negándose a cenar.

-Cariño, solo tienes que esperar unos días- levantó la mirada Eda y me pidió ayuda con la situación.

-Hola enano, ¿ya cenaste?- tomé asiento a un lado de él y me dispuse a mandarle mensaje a mi madre, para ver si le era posible hacer una video-llamada.

-Luz, q-quiero ver a mamá...- sus ojitos estaban llenos de tristeza. Afortunadamente mi madre tenía un descanso y aceptó hacer la llamada. Sonó una y otra vez, hasta que respondió mi madre que vestía su uniforme de enfermera.

UN TRATO COVENIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora