UN TRATO COVENIENTE

Compras

POV AMITY

Ahora tiene sentido que haya pedido el combo para niño. No me creí la tontería de que fuera para ella.

-Hola King, el gusto es mío- apreté su mano en muestra de cortesía. Me impresiona la caballerosidad que tiene la la edad que tiene- ¿qué edad tienes?- no sabía cual era y para no cometer algún erro es mejor que pregunte.

-Tengo 11 años- vaya, es impresionante la forma en la que dice todo como una formalidad que maravilla al oído.

-Wow, eres todo un caballero, ¿tienes hambre, king?- para no hacer más grande la conversación y también para que Luz dejará de verme, propuse indirectamente que vayamos a comer. También porque ya tengo hambre.

-SÍ, vamos a comer Luz, que hoy mamá no me dio dinero para comprar algo en la escuela y muero de hambre- jaja, cuando se dirige a Luz, su tono de voz y postura corporal cambia radicalmente a una más relajada. Se nota la confianza entre ellos.

-Lo sé enano, por eso te traje tu combo de hamburguesa del lugar que te había hablado mamá.

La carita de King se iluminó viendo en dirección nuestra.

-MAMÁ, LLEGASTE- ¿MAMÁ?. Luz dijo que no iba a estar su madre...

-Hola cariño, te extrañé muchísimo- la voz que oí no era la de Eda, era la de otra persona y volteé para encontrarme a una señora que se parecía mucho a Luz físicamente, venía vestida con ropa ligera y tenía unos lentes característicos color rojo.- ¿Y no me vas a saludar tú o qué?- se dirigió a Luz que de inmediato corrió a abrazar a su madre y darle un tierno beso en la mejilla. Y por alguna loca razón me sonrojé, mierda recordé la sensación de los labios de Luz sobre los míos. ¿COMÓ MIERDA PUEDO ESTAR RECORDANDO ESO, MIENTRAS ESTÁ AQUÍ LA MADRE DE LUZ?.

-Mamá, ella es Amity Blight, mi omega.- la señora me vio detenidamente, hasta que pude divisar una cálida sonrisa en su rostro.

-Vaya, me voy unos días y consigues omega. Hola cariño un gusto conocerte, Camila Noceda.

-H-hola, el gusto es mío- Luz notó mi nerviosismo, así que se acerco a mi lado y pasó su brazo al rededor de mi cintura. Lo cual no ayudó en nada y solo me puso más nerviosa de lo que ya estaba.

-Pues bueno, vamos a comer. Me estoy muriendo de hambre- Eda es como Luz con respecto a la comida. Hoy en el desayuno hizo un pequeño drama solo porque había pasado unos minutos sin haber comido.

-Si, compré las hamburguesas dónde me dijiste que las comias en tu juventud.

-Oye niña, sigo siendo joven- caminamos todos al comedor, donde ya estaba lista la mesa.

-Claro cariño, dile eso a tus rodillas- comentó la señora Camila y causó un poco de gracia.

-Bueno, bueno ya dejemos de hablar de mis rodillas y vamos a comer con King, porque por lo que veo el jovencito no nos esperará más. ¿Verdad King?- le preguntó al pequeño que ya se encontraba sentado a la cabeza de la mesa.

-Perdón madre, pero muero de hambre. No me diste dinero para el almuerzo.

Ay Dios, la señora Camila va a matar con la mirada a Eda. Se parece un poco a como es la mira de Luz, aunque la de ella es más fría y siniestra a comparación de su madre.

-¡Luz!, ¿y que tal te fue hoy en la escuela?- es obvio que quiere evitar que la reprende su esposa.

-Muy bien, es muy parecido a la escuela pasada, sobre todo por los idiotas de los alfas que se creen lo mejor del mundo.

-Luz, malas palabras en la mesa no por favor.

-Perdón mamá, ah. Se me olvidaba comentarles que Amity se quedará conmigo unos días, porque salió de viaje su familia.