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Cuando Seungcheol era joven tenía un sueño.

Volverse un idol.

Aún recuerda la primera vez que puso un pie en esa agencia de entrenamiento.

Se esforzó mucho en ese tiempo, y aún si le costaba un tanto el baile, lo intentaba.

Eso hasta que llegó él.

Lee Jihoon.

Era un año menor, y llegó unos meses después que él lo hizo, pero aún así su habilidad en el baile de desarrolló mucho más rápido que la suya.

Estuvo a punto de dejar de intentarlo, al pensar que no servía para eso.

—Hagámoslo juntos, Hyung— Le había dicho ese mismo chico, con una sonrisa radiante.

Desde ese día lo ayudó tanto como pudo, y se dio cuenta de que estaba mejorando, incluso la llegada de nuevos le hizo pensar; "Oh no soy tan malo como creí".

Cómo sea, su amistad con Jihoon creció más y más con el tiempo.

Ellos eran inseparables, casi literalmente. A donde iba Seungcheol, Jihoon lo seguía, y viceversa. Eran los que más tiempo llevaban juntos, y se conocían de pies a cabeza.

Hacían de todo juntos, desde almorzar y jugar a los videojuegos, incluso compartían habitación, hasta tomar caminatas por los alrededores en sus recesos.

En una de dichas caminatas, se detuvieron a observar los árboles de cerezo, que de a poco iban floreciendo.

—Así somos nosotros— Había dicho el menor, observando las flores con una sonrisa.

—¿A que te refieres, Jihoonie?— Le preguntó curioso.

—Al igual que esa flor, aún no hemos florecido, pero cuando lo hagamos, será espectacular.

No pudo evitar sonreír ante eso, así que solo pasó un brazo sobre los hombros del más bajo, empezando a volver al entrenamiento.

—Y lo haremos juntos, ¿No?

—Si— Había asegurado con una gran y sincera sonrisa— Juntos.

My Stars Align [Jicheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora