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Seungcheol abrió sus ojos en grande al haber despertado de su sueño.

Otra vez soñó con esa sonrisa y ojos alegres.

Hace años que no lo veía, pero no podía evitar extrañar a Jihoon.

A los tres años de ser un trainee, le llegó una llamada un día.

Era de su abuela, avisándole de una terrible situación.

Sus padres se vieron involucrados en un accidente automovilístico, que les resultó en heridas demasiado graves.

En la compañía le habían asegurado que podía darse un tiempo para cuidar de ellos, y volver cuando estuviese listo, pero decidió dejarlo por una simple razón.

Sus padres eran granjeros, y si ninguno estaba en condiciones saludables la granja se quedaría descuidada, y se perdería la principal fuente de ingresos familiar.

Claro, alguno de sus hermanos podría hacerse cargo, pero Seungmin tenía a una familia a la que cuidar, y Hansol era muy joven todavía.

Tomando una difícil decisión, eligió responsabilizarse de la granja familiar, dejando de lado su más anhelado sueño.

Le fue muy duro dejarlo, pero hoy está en paz con su decisión.

No puede decir lo mismo respecto a cómo ya no tiene contacto con ninguno de sus antiguos amigos, incluyendo a Jihoon.

Con los demás simplemente dejó de hablarse con el tiempo, pero Jihoon...el menor simplemente se esfumó de un día para otro, y no pudo contactarlo más.

Si era totalmente sincero, diría que a quien realmente extrañaba era a su menor.

No lo pueden culpar, era su mejor amigo, y se querían y conocían mucho. Habían prometido seguir juntos hasta el final.

Suspiró, levantándose de la cama para empezar con sus quehaceres.

—Hyung— Su hermano se asomó por la puerta— Saldré con Chan y Seungkwan.

—¿Y para que me lo vienes a decir?— Preguntó levantando una ceja— Yo no soy tu papá.

Ahora fue el turno de Hansol de levantar una de sus cejas.

—La última vez que salí sin avisarte fuiste hasta la casa de los Boo para traerme a rastras.

Seungcheol bufó, rodando sus ojos.

—Eso fue porque te escapaste, es diferente— Le explicó— Como sea, haz tus deberes primero, luego puedes salir.

—Pero Hyung...— Empezó a quejarse el menor— Ya me están esperando.

—Pues que esperen un poco más— Le dijo con simpleza, encogiéndose de hombros— No veo el problema.

Hansol renegó un poco más, pero al final le hizo caso.

El negó su cabeza de forma exasperada, odiando y amando la forma de ser de su hermano.

Era un terco, pero era su terco.

Cómo sea, empezó con su rutina; alimentó a Kkuma, rastrilló el patio, les llevó agua a los animales, y preparó las cestas.

Está última parte daba paso a su verdadera labor: El huerto de manzanas.

Aunque esto fuera una granja, su enfoque principal eran los manzaneros.

Él se ganaba la vida gracias a sus manzanas, las cuales eran vendidas a todas partes dentro y fuera de la provincia.

Ganaba muy bien, en los nueve años que lleva trabajando en la granja ha acumulado una buena fortuna y reputación a su nombre.

No era una celebridad como lo quería de niño, pero al menos disfrutaba mucho de lo que hacía.

Al medio día, ya había terminado sus labores, y le dejó el resto de trabajo a su familia y a los trabajadores que contrataban.

Fue a bañarse y tomar su almuerzo, y fue mucha coincidencia que al terminar de lavar los platos su teléfono empezara a sonar.

—¿Diga?— Atendió sin ver quién era.

—Cheol, hola.

—Shua— Saludó, dirigiéndose a la entrada— ¿Qué sucede?

Escuchó varias voces en al fondo de la llamada, supone que Joshua estaba con sus demás amigos.

—Los chicos quieren salir, y nos preguntamos, ¿Quieres venir con nosotros?

Soltó un largo suspiro, y se asomó por la ventana.

—Ya están aquí, ¿Verdad?

La bocina de un auto respondió su pregunta.

—¿Entonces...?

—Ya salgo— Avisó y colgó, para ir a cambiarse de ropa.

El aire de Daegu era un poco más caliente en el centro de la ciudad, así que hizo bien en ponerse ropa más ligera.

—¿Hansol está con Seungkwan?— Preguntó Jeonghan mientras conducía— Salió temprano y no me avisó.

—Deja al pobre chico que viva— Reprochó Soonyoung— Eres su hermano, no su padre.

—Si vive en mi casa, obedece mis reglas, así de sencillo.

Seokmin rodó los ojos ante esa exclamación, y en eso que miró por la ventana, notó algo.

—¡Jeonghan, para el auto!

Acatando la orden, el rubio frenó abruptamente, haciendo que todos se fueran hacia adelante.

—¡¿Que?! ¡¿Que pasó?!

Sin siquiera responder, Seokmin salió del auto, siendo seguido por los otros cinco, quienes estaban enteramente confundidos por su comportamiento.

—Seok, ¿Qué estás...?— Empezó a preguntar Jeonghan pero se interrumpió a sí mismo con un jadeo, observando la gran pancarta en frente.

Seungcheol llevó su mirada allí también, solo era uno de esos billboards en los que anunciaban que una celebridad iba a venir a Daegu a dar un concierto, un tal Woozi.

Sinceramente, no lo conoce, y no entiende el alboroto de sus dos, no, hagamos eso cuatro amigos.

—¿Que? No entiendo cuál es la emoción— Les dijo, recibiendo miradas incrédulas.

—¿No sabes quién es Woozi?— Inquirió Soonyoung, viéndose verdaderamente angustiado— Hombre, de lo que te has perdido.

—Yo tampoco sé quién es— Confesó Minghao, hablando por primera vez en un buen rato.

—Nunca me había decepcionado tanto en un solo día.

El mayor rodó los ojos, ya cansándose del drama de sus amigos.

—Mejor volvamos al auto, antes de que nos estrellen o lo reporten.

My Stars Align [Jicheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora